Ť En represalia, la aviación israelí bombardea un cuartel de la policía en Ramallah
Atentado suicida en Jerusalén deja al menos 18 muertos y 90 heridos
Ť Jihad Islámica y Hamas se atribuyen la acción, en venganza por el asesinato de ocho palestinos
REUTERS, AFP Y DPA
Jerusalen, viernes 10 de agosto. Un suicida palestino se hizo estallar ayer una bomba en un concurrido restaurante en el sector oeste de esta ciudad que dejó como saldo al me-nos 18 muertos, entre ellos seis ni-ños, y alrededor de 90 heridos, y esta madrugada aviones israelíes atacaron en represalia un cuartel de la policía palestina en Ramallah.
Aparatos de combate F-16 lanzaron dos misiles contra el recinto policial destacamentado en esa ciudad cisjordana, que estalló en llamas. Hasta el momento del cierre de esta edición no había informes de bajas.
Poco después de la incursión aé-rea, todos los uniformados de esa unidad fueron evacuados del lugar por temor a nuevos ataques, informaron fuentes palestinas.
Al mismo tiempo, la policía de Tel Aviv ocupó la Casa de Oriente, de la Organización para la Liberación de Palestina en Jerusalén, se-de oficial que fue cerrada "hasta nueva orden porque era un centro de incitación a la violencia", dijo el director de la oficina de prensa gubernamental, Daniel Seaman.
Mientras, analistas políticos ca-lificaron el atentado suicida como el peor ocurrido en Jerusalén, ataque que destruyó la pizzería Sbarro en momentos en que se encontraba repleta de comensales en la hora del almuerzo.
Dos grupos integristas musulmanes, Jihad islámica y Hamas, se atribuyeron la autoría del atentado, y dijeron que era en venganza por el ataque israelí con misiles que mató a ocho palestinos, entre ellos dos dirigentes de Hamas, en la ciudad cisjordana de Nablus, el 31 de julio.
Horas después del atentado suicida de ayer, palestinos armados mataron a dos israelíes, en tiroteos separados en Cisjordania.
Según la policía, la bomba era de gran potencia y llevaba clavos mezclados en el explosivo, lo cual provocó el gran saldo de heridos por esquirlas, según fuentes hospitalarias locales.
Dos turistas, entre las víctimas
La policía de Jerusalén comunicó un balance de 15 muertos, incluido el suicida palestino. Según fuentes hospitalarias, tres personas más murieron a consecuencia de sus heridas, con lo que el balance de fallecidos se elevaría a 18.
Entre los muertos figuran dos turistas, y según la radio israelí se trata del ciudadano brasileño Gio-ra Balach, de 60 años de edad, y de la estadunidense Judith Greenbaum, de 31 años.
Tres turistas franceses habrían resultado heridos en el atentado, dijo a la radio el ministro israelí de Sanidad, Nissim Dahan.
Comentaristas señalaron que este ataque asestó un nuevo revés a las mínimas esperanzas de terminar con más de 10 meses de violencia desde que estalló, a fines de septiembre del año pasado, la intifada, revuelta palestina contra la ocupación israelí de Cisjordania y la franja de Gaza que ha dejado más de 650 muertos.
Yasser Abed Rabbo, ministro de Información de la Autoridad Na-cional Palestina (ANP), responsabilizó del atentado a la política de "asesinatos selectivos" de militantes integristas por parte del go-bierno del primer ministro israelí Ariel Sharon, que implican, dijo, "asesinatos, muerte y terrorismo. Lo ha provocado Sharon. Sharon lo esperaba", declaró.
Tras la explosión, el sector en el que se encontraba la pizzería fue cerrado por las fuerzas de seguridad y los expertos en explosivos registraron el lugar en busca de otros eventuales artefactos.
El ejército israelí intensificó el jueves por la noche su presencia en los territorios palestinos, tras el atentado, para evitar y desalentar nuevos ataques.
"El ejército israelí reforzó su presencia de manera notable, so-bre todo cerca de Jenin, en Cisjordania, así como en el sur de la franja de Gaza y Rafah", añadió un comunicado del ejército.
Aprueban una respuesta armada
En tanto, el minigabinete de seguridad israelí aprobó el jueves por la noche dar una "respuesta ar-mada" contra objetivos palestinos tras el atentado suicida.
El colectivo tomó esta decisión tras haber examinado proposiciones del ejército, pese a la oposición del ministro israelí de Relaciones Exteriores, Shimon Peres.
La decisión debía ser confirmada por el gabinete de seguridad, el que luego de reunirse en Tel Aviv tomó la decisión de responder con una acción de represalia en la ciudad cisjordana de Ramallah.
Por su parte, el presidente de la ANP, Yasser Arafat, "condenó" el atentado suicida, indicó un comunicado dado a conocer ayer por su oficina, y al mismo tiempo pidió publicar conjuntamente con el go-bierno israelí un llamado para un alto del fuego global.
El atentado suicida fue condenado por la comunidad internacional: el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, criticó el incidente e hizo un llamado a Arafat para que arreste a los responsables del ataque "terrorista".
El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Ahmed Maher, declaró que su país condena toda violencia contra civiles, en tanto que Jordania lamentó "la muerte de inocentes" e hizo un llamado a Estados Unidos para que intervenga "rápidamente".
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ko-fi Annan, dijo sentirse "profundamente perturbado por esta terrible pérdida de vidas" en Levante, y en este mismo sentido se expresaron la Unión Europea, Rusia y Amnistía Internacional.
Ť La explosión, horas antes de la visita de Berlusconi
Atentado dinamitero en el Palacio de Justicia de Venecia
Ť Secuela a las protestas antiglobalización, dicen políticos
DPA Y REUTERS
Venecia, 9 de agosto. La explosión de una bomba en el Palacio de Justicia de Venecia, en el centro histórico de la ciudad, dejó numerosos daños materiales y despertó los temores de los políticos italianos que interpretaron el ataque como una secuela a las protestas contra la cumbre del G-8 que se celebró el mes pasado en el puerto italiano de Génova.
La explosión ocurrió 12 horas antes de que el primer ministro Silvio Berlusconi realizara una visita programada a ese mismo recinto.
"Hay una escalada de violencia que preocupa", afirmó Berlusconi, quien reveló además que tanto él como el ministro del Interior, Claudio Scajola, y altos representantes de la izquierda recibieron cartas de amenaza que contenían balas de revólver.
Tras los serios disturbios registrados el mes pasado al margen de la cumbre del Grupo de los Ocho en Génova, "muchos no quieren que este país se tranquilice", dijo por su parte el vicealcalde de Venecia, Gianfranco Bettin, y señaló: "es un duro ataque contra la democracia".
La explosión tuvo lugar a las 3:30 de la mañana local en el Palacio Camerlenghi, una construcción renacentistas del siglo XVI, que no dejó víctimas, aunque dos guardias del edificio sufrieron una fuerte conmoción. La detonación provocó el derrumbe de uno de los muros del edificio, al tiempo que se rompieron varias ventanas en un amplio radio. Además, cayeron piedras de las fachadas y la explosión provocó un cráter de un metro de profundidad.
Aunque hasta el momento nadie se ha responsabilizado del hecho, las autoridades suponen que el atentado fue perpetrado por extremistas. En la madrugada del pasado 10 de abril, radicales izquiedistas colocaron una bomba en el centro histórico de Roma, en las inmediacioens de la Plaza del Popolo. El ataque fue reinvidicado entonces por un grupo llamado "Iniciativa Revolucionaria Proletaria".
Por otro lado, Italia enfrentó este jueves crecientes presiones diplomáticas de Estados Unidos y Austria como consecuencia del trato que se dio a los manifestantes durante la cumbre del G-8.
Washington expresó el miércoles que recurrió a la vía diplomática oficial para manifestar su preocupación sobre el terato a tres ciudadanos estadunidenses que resultaron heridos durante los arreestos posterioreos a las protestas masivas durante la reunión del G-8. Asimismo, esta semana el presidente de Austria, Thomas Klestil, instó a su contraparte italiano a liberar con prontitud a 16 austriacos que fueron arrestados durante los disturbios en Génova.