DOMINGO Ť 12 Ť AGOSTO Ť 2001
ENTREVISTA
Gary Prado, el militar que detuvo al Che Guevara en 1967
ƑQué interés puede tener un embajador de Bolivia para espiar en México?
JOSE STEINSLEGER
Es con seguridad el embajador extranjero acreditado en México más famoso. Pero Gary Prado, general retirado y representante de Bolivia en nuestro país, saltó a la fama la noche del 8 al 9 de octubre de 1967, cuando hizo prisionero a un hombre que hoy es mito, Ernesto Che Guevara. Colocado otra vez en el ojo del huracán político, Prado solicitó a La Jornada ser entrevistado a fin de aclarar los hechos que lo catapultaron a las primeras planas de los periódicos.
-ƑVino usted a espiar a México tal como lo asegura la agencia Servicio de Noticias de Bolivia (Senpres)?
-En casi todos los países, los embajadores designados deben presentarse ante la comisión externa del Legislativo. Eso establece la Constitución en Bolivia.
"Me presenté ante la comisión del Senado y hablamos de diferentes tópicos. Pero un embajador no se dedica al espionaje. Un embajador representa a un gobierno y, naturalmente, en el país de destino observa fenómenos políticos y sociales. ƑEsto es 'espionaje'? ƑQué interés puede tener un embajador de Bolivia para espiar en México?"
-Una embajada también puede juntar información para terceros países...
-Entre México y Bolivia no existe ese tipo de relación. Nunca ha existido.
"Un embajador no es un espía, sino un agente diplomático. El espionaje se reserva para un potencial enemigo."
-El informe de Senpres señala que su misión consistiría en analizar las manifestaciones y las similitudes políticas de los pueblos autóctonos de México y Bolivia.
-ƑDe dónde sacaron eso? En Bolivia, los pueblos autóctonos han ido un poco más allá de lo conseguido en México: tienen autonomía, territorios y una serie de derechos que se alcanzaron con los últimos gobiernos. De modo que no es un tema prioritario ni candente. En Bolivia el problema es la pobreza, de fuentes de trabajo, de mercados.
Cómo capturé al Che
-Permítame leerle un cable de la agencia UPI del 19 de octubre de 1967: "El general René Barrientos declaró que Gary Prado hizo cuanto pudo para salvar la vida del guerrillero argentino Ernesto Che Guevara después que sus soldados lo capturaron herido".
-Efectivamente, el Che tenía una herida en la pantorrilla derecha. Lo atendimos en ese momento, en el campo de batalla. Le pusimos una venda y luego lo llevé vivo hasta La Higuera. Durante la noche del 8 al 9 de octubre, el Che estuvo bajo mi responsabilidad. Lo cuidé, lo alimenté, fumamos, conversamos y platicamos larguísimo. En la mañana lo entregué a mi comandante de división que llegó desde Vallegrande. Ahí terminó mi responsabilidad con Guevara.
-ƑNo imaginó lo que podía sobrevenir?
-Fui un oficial que capturó y entregó a su prisionero, al que ha conservado con vida. ƑQué más le corresponde hacer a un oficial en el campo de batalla?
-Usted era un ranger que operó en el centro de gravedad histórico de la lucha contrainsurgente, para la que había sido adoctrinado y entrenado.
-Con un ingrediente que se olvida: gran parte de la población boliviana se sentía agredida por la presencia del Che. Era una agresión a nuestra soberanía. Una agresión a un país que vivía con un gobierno democrático. Cuando en un país se conservan aún los ropajes de la democracia es imposible hacer la revolución. Lo dijo el Che.
-ƑEl gobierno del general René Barrientos (1966-69) era democrático?
-Barrientos fue elegido democráticamente.
-Sí, luego que en noviembre de 1964, siendo vicepresidente de Víctor Paz Estenssoro (1907-2000), derrocó al gobierno constitucional.
-Pero en 1966 convocó a elecciones y fue elegido con el voto popular.
-Usted ha dicho que el Che era un extranjero que estaba violando la soberanía nacional.
-Así es.
-Bolivia debe su nombre al venezolano Bolívar y la capital constitucional del país se llama Sucre, otro venezolano.
-Eran otros tiempos.
-ƑQué hacía entonces el agente de la CIA Félix Ramos (o Rodríguez) con uniforme del ejército de Bolivia sin insignias, grado de capitán y credenciales extendidas por el gobierno de Barrientos? ƑFélix Ramos era boliviano?
-No, cubano. Conocí a Félix Ramos (o Rodríguez) el 22 de septiembre de 1967, fecha en la que llegó a Santa Cruz junto a otra persona, Jesús González, en las últimas semanas de la guerrilla. Cuando el 25 de septiembre el coronel Joaquín Zenteno Anaya traslada su puesto de mando a Vallegrande, lleva con él a Ramos y González. Hasta ese momento la CIA no tenía agentes en la zona de operaciones.
-ƑY tampoco en la embajada de Washington en La Paz?
-La CIA nada tuvo que ver con la captura del Che. No nos dijeron "allá está el Che, vayan por él...". Fue una acción de las tropas bolivianas con información de los campesinos bolivianos. Todas las crónicas coinciden con esta versión.
-ƑLa aparición de la CIA fue espontánea, brotó de la nada?
-Por supuesto que no. La CIA se hizo presente el 9 de octubre para identificar al Che, pues le había dicho al coronel Zenteno que lo conocía.
-ƑLa presencia de la CIA no ofendía a la soberanía de Bolivia y a sus fuerzas armadas?
-Creo que no. Le pongo el ejemplo de Checoslovaquia en la época soviética, los asesores de la KGB y de inteligencia...
-General, estamos hablando de Bolivia.
-De Bolivia, es cierto. Como en todos los países de América Latina, la presencia de la CIA es un hecho real, una realidad con la que tenemos que vivir.
-ƑQuién era el Che Guevara para usted? ƑQué sabía de él?
-En 1967 el Che no era una figura mundial. Era conocido como uno de los comandantes de la Sierra Maestra, ministro, revolucionario. Hay una diferencia entre lo que fue en su momento y la aureola de hoy.
-Lógico. Murió combatiendo por sus ideales y hoy vivimos en un mundo sin ideales.
-La imagen que tengo del Che es la de un hombre derrotado, agotado, desmoralizado. Esta es la imagen que me quedó.
-ƑUsted sostiene aún que Regis Debray colaboró en la captura del Che?
-No en la captura, sino en la certeza de la presencia del Che. Cuando fue detenido, Debray declaró que era un periodista que venía a entrevistar al Che. Hasta ese momento sólo comentábamos que quizá el Che estaba conduciendo la guerrilla.
-ƑQué opina usted del principio de la "obediencia debida" que en los últimos años ha quedado tan desacreditado con motivo de los juicios a los militares que violaron derechos humanos?
-En Bolivia, nuestras leyes son muy claras: la orden mal dada, la contraria a la dignidad humana, no debe ser cumplida. Nunca recibí una orden en este sentido.
-Sin embargo, el sargento Mario Terán recibió la orden de matar al Che, estando en cautiverio y herido.
-También hay que desmitificar esa parte de la historia. En aquel momento yo no estaba presente, pero he investigado y conozco a todos los que participaron en la operación. Mediante la radio de mi compañía Zenteno hizo una consulta a La Paz. Luego convocó a los suboficiales asentados en La Higuera. Les dijo: "Hemos recibido esta orden: no debe haber prisioneros. Necesito voluntarios".
-ƑY entonces?
-Sin ninguna coacción, todos dieron un paso al frente. Zenteno no conocía a los hombres de mi compañía. Al sargento Huanca (Bernardino) le dijo: "Usted allá" (donde estaba Willy -Simón Cuba, sindicalista minero de Oruro) y al sargento Mario Terán (no confundir con el coronel Luis Reque Terán) le dijo "usted allá" (donde estaba el Che). Ambos ingresaron a los cuartos donde estaban detenidos y dispararon con sus carabinas automáticas. No hubo discursos, ni despedidas, ni frases del tipo "apunten bien...".
-Si Zenteno le hubiese ordenado matar al Che...
-Me conocían y sabían que no la hubiese cumplido. Estamos hablando de una situación hipotética, pero seguramente me hubiera opuesto.
-ƑQuién ordenó el asesinato del Che: el presidente, las fuerzas armadas, la embajada de Estados Unidos?
-También lo he investigado. Diez años después hablé en Madrid con el general Alfredo Ovando Candia (1918-1982), en aquel momento comandante en jefe de las fuerzas armadas. Tenía confianza con él, me apreciaba, lo respetaba y le manifesté que mi idea era escribir algún día sobre los hechos. Me dijo: "Tiene usted razón. Le voy a explicar lo que pasó. Esa noche nos reunimos con René (Barrientos) y el general Torres (Juan José), jefe del Estado Mayor. Nos reunimos los tres en casa de Barrientos y ahí analizamos qué podíamos hacer. Evaluamos las dificultades que nos crearía hacer el juicio y sentenciado al Che a la pena máxima de 30 años y decidimos que lo mejor era decir que había muerto en combate".
-El periodista boliviano Ted Córdova Claure escribió que usted habría dicho que "el cadáver del Che no será encontrado jamás" (Newsweek en español, 9/07/97).
-Barrientos dio la orden: "Hagan desaparecer el cadáver" y el oficial encargado, el capitán Luis Vargas Salinas, no la cumplió. ƑPor razones políticas, humanitarias, porque tuvo miedo? No lo sé. Hasta que en noviembre de 1995 aparecieron los restos del Che.
La mano de Washington
-ƑParticipó o fue enterado de aquella reunión en casa de Barrientos el embajador de Estados Unidos Douglas Henderson?
-No lo sé. Pero creo que hay documentos desclasificados del Departamento de Estado del año pasado, o de hace un par de años, en los que Henderson comunica la decisión a la que habían llegado las autoridades bolivianas y el mensaje que le pasan al presidente de Estados Unidos dándole cuenta de la situación.
-O sea que la embajada estuvo al corriente de todo. ƑQué cree usted?
-Con toda honestidad, creo que Estados Unidos no tuvo nada que ver con la decisión de matar al Che.
-General... siento que hay ingenuidad de su parte al decir tal cosa a estas alturas de la historia.
-Me baso en documentos.
-Pero sería como creer que tras la confirmación de la presencia del Che en Bolivia la CIA y el Comando Sur en la Zona del Canal miraron al costado.
-Usted me preguntó y no por quedar simpático o para evitar que me crea ingenuo dejaría de decir mi opinión. A mí nada me costaría decir que los gringos tienen la culpa. Sería una forma de librar a mi país de su responsabilidad. Con toda honestidad, después de 20 años de investigación, he llegado a esta conclusión.
-ƑY en el derrocamiento de Ovando un año y medio después, tras afectar los intereses de la Gulf Oil Company?
-šAh! Eso sí. Es innegable. ƑPero qué tiene que ver eso con la muerte del Che?
-Tiene que ver con lo que recién decíamos a propósito de la omnipresencia de la CIA en Bolivia y en América Latina.
-Bueno, pero nunca encontré evidencia que me permita decir que la CIA giró instrucciones para eliminar al Che.
-General, más de una docena de los principales actores directos o indirectos del asesinato del Che murieron en forma trágica o misteriosa. La última, el 23 de febrero de 2000, cuando Antonio Arguedas, ex ministro del Interior de Barrientos, murió en La Paz cuando se hallaba manipulando explosivos. ƑCree usted en la brujería?
-A mí no me ha tocado. Después que capturé al Che he tenido una carrera militar plena, he sido ministro, dirigente político, consejero departamental y miembro de la Asamblea de Santa Cruz, dos veces embajador. šCaramba! ƑQuién no querría tener una maldición así?
-ƑDesea añadir algo?
-Sí. El pie de foto que publicó La Jornada el 28/07/01 me confundió con otras personas: los oficiales que están junto al cadáver del Che son el general Jorge Belmonte, de la fuerza aérea, y el coronel Rivera, director de comunicaciones del ejército.