DOMINGO Ť 12 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť México ya se merecía una medalla en velocidad femenil; irá a Los Pinos el martes

Aspiro a estar mucho tiempo en la cima: Guevara

Ť La velocista regresará a Europa y cerrará la temporada en los Juegos de la Buena Voluntad

ABRIL DEL RIO

Cobijada con la bandera mexicana y la medalla de bronce colgada al cuello, Ana Guevara fue recibida entre ovaciones a lo largo de los pasillos del aeropuerto capitalino. Tampoco faltaron los empujones entrelos hombres de la lente y miembros de seguridad.

"Anita, por favor, ahora hacia acá", le pedían una y otra vez los reporteros gráficos, y la primera velocista mexicana en subirse a un podio de Campeonato Mundial de Atletismo lucía radiante sonrisa y figura de modelo detrás de los flashes, aunque de inmediato estableció que la conferencia debía realizarse en orden, petición que con ese tono grave y acento sonorense, funcionó de inmediato.
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Y así, la atleta empezó a relatar la experiencia en aquella final de los 400 metros planos en Edmonton 2001, donde "salí muy rápida los primeros 30 metros conforme a lo esperado", y también lamentó que "hacia el final apresuré el cierre, pero fue también por el hambre de cumplir el sueño de tanto tiempo".

Si bien la corredora definió que con ese y muchos logros más que tiene en mente a futuro "quiero hacerle ver a la gente que podemos hacer muchas cosas por nuestro país", la medalla mundialista "se la dedico a Ana Guevara, porque no tengo compromisos con nadie más que conmigo; yo decidí estar aquí. Como mexicana me siento muy orgullosa y agradezco mucho la bendición de toda la gente que me apoya, pero no siento presiones de ningún tipo".

La velocista comentó que la presea significa también el resultado de un trabajo progresivo, y que en ese sentido, lo más importante será mantenerse en los primeros planos, como lo han hecho figuras de la actualidad, el cubano Iván Pedroso o el británico Jonathan Edwards, quienes llevan años compitiendo y cada vez logran más dominio en sus pruebas. "Lo más importante no es ganar una o dos veces, sino mantenerse muchos años en los primeros lugares", anotó.

Aseguró que haber perdido en los últimos metros la medalla de oro no fue una decepción. "Yo quería un podio sin importar el lugar, porque México, en la velocidad femenil, ya se merecía algo así". Sin afán de presumir, recordó que después de la prueba la felicitaron los estadunidenses John Drummond y el astro Maurice Greene, quien antes ya se había referido a ella como "un fenómeno".

Ana, quien será recibida el martes por Vicente Fox en Los Pinos, permanecerá cinco días en esta ciudad antes de tomarse un descanso en su natal Nogales. En un par de semanas regresará a Europa para intervenir en un par de reuniones atléticas antes de viajar a los Juegos de la Buena Voluntad, en Brisbane, Australia, con lo que cerrará la temporada 2001.

La sonorense de 24 años de edad se despidió amable en el Salón de Usos Múltiples del aeropuerto, no sin antes solicitar a todos los medios de difusión que "cooperen, que me dejen hacer mi trabajo al margen de acosos. No pondré horarios ni trabas, pero por favor, déjenme trabajar y todos podremos hacer las cosas bien".

Custodiada por agentes de seguridad agradeció con sonrisas los vítores que encontró a su paso, y desapareció en el ascensor que la llevó a la salida.