MARTES Ť 14 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť El ex regente rindió declaración preparatoria; se dijo inocente y víctima de una injusticia
No quiero ningún privilegio: Oscar Espinosa
Ť Según su abogado, pidió ampliar el plazo para un dictamen y la comparecencia de Gastón Luken
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
Con un semblante de confianza y renovada autoestima al salir del juzgado cuarto penal, donde rindió su declaración preparatoria a puerta cerrada, el ex secretario de Turismo Oscar Espinosa Villarreal afirmó: "no quiero ningún privilegio", y se dijo "víctima de una injusticia".
Mencionó lo que quiso en las escalinatas que conducen al recinto del Poder Judicial del Distrito Federal. No aceptó preguntas. "Cualquier otra cosa con mi abogado", repitió cada vez que se le hizo un cuestionamiento, pese a que sus abogados hasta acomodaron a los camarógrafos para "una conferencia", en las escalinatas del edificio de juzgados del fuero común en el Reclusorio Norte.
Entre gritos y empujones de reporteros, Espinosa Villarreal solicitó orden y esperó a que se hiciera un silencio, muy breve, para iniciar su discurso. Correspondió a su abogado, Alonso Aguilar Zinser, informar que pidió la ampliación del término para que le dicten auto de formal prisión o de libertad, y que solicitaron la comparecencia del ex funcionario capitalino y denunciante de Espinosa, Gastón Luken.
El ex regente se negó a contestar preguntas, eso sí, pidió "a todos, autoridades y ciudadanos a que nos abstengamos (sic) a hacer condenas antes de que el propio juez emita su fallo. Muy lamentable sería que fuera en otras instancias y no en las judiciales, en donde se determinara quiénes son culpables o no de las cosas".
Extraditado apenas el viernes pasado de Nicaragua, llegó al Reclusorio Norte de la ciudad de México poco antes de las diez y media de la mañana a bordo de la misma camioneta que lo condujo del hangar de la Procuraduría General de la República (PGR) a su casa. Acompañado de sus abogados, no quiso dar entrevistas antes de la audiencia.
Supuesto temor a "un desastre"
Durante una hora -tiempo que duró la diligencia-, el juzgado cuarto cerró sus puertas a los reporteros. El supuesto temor a "un desastre" en el recinto, motivó al juez Luis Enrique Cedillo García a impedir el paso de los representantes de medios de comunicación a la audiencia. Todo se pudo observar a través de los cristales que rodean el tribunal, pero nada se escuchó.
Sin embargo, eso sirvió para que el ex funcionario federal asegurara a su salida haber "declarado que no he cometido ninguna conducta delictiva, que en todo momento mi actuación al frente del gobierno de la ciudad fue precisamente regida por el bienestar de los ciudadanos de la capital, y que esto obedeció a un proyecto, así se lo he dicho al juez, a un proyecto de gobierno que garantizaba la viabilidad a largo plazo de la ciudad".
Resaltó haber comparecido "ante el juez que lleva la causa, en los primeros minutos, a la primera hora, del primer día hábil que me fue conferido para presentarme, lo he hecho precisamente en congruencia con lo que ha sido siempre mi deseo, acceder a un juicio justo como el que estoy cierto que tendré ahora, y precisamente, siendo como he dicho, congruente con mi intención de ese juicio".
Señaló que "ese juicio ahora se puede llevar a cabo en las condiciones que garantiza la ley, en libertad como debió ser desde un principio, y aquí estoy, aquí estuve ante el juez a primera hora, del primero de los días que disponía para hacerlo".
En ese momento un reportero le lanzó la pregunta de porqué entonces huyó del país. La pregunta se quedó sin respuesta.
Pero el ex regente continuó con su discurso: "también es mi deseo comunicar a ustedes que a mí me parece que toda la sociedad y las autoridades involucradas deben sentirse satisfechas que sea a través de un juicio como éste como se determine realmente cuál es mi responsabilidad en cualquier actuación".
Nada dijo de los meses que anduvo huyendo, del porqué no presentó de manera personal su renuncia, tampoco de cómo llegó hasta Canadá y de ahí viajó a Nicaragua. Sin embargo reiteró que es inocente.
"Las autoridades que han analizado mi caso hasta el día de hoy, han resuelto concediéndome la razón. Esto es, que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo ha declarado nulo el procedimiento que se sigue hoy (peculado por 410 millones de pesos), la Comisión de Derechos Humanos (del Distrito Federal) ha determinado que se violaron mis garantías constitucionales al integrarse la averiguación, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no para beneficio mío, no para privilegio mío, sino para privilegio de todo aquel que sea objeto de una injusticia, ha establecido con toda claridad que no debió existir esa orden de aprehensión y por eso estoy en libertad".
El próximo domingo vence el plazo para que el juez Cedillo García le notifique si se le procesa por el delito de peculado o lo deja en libertad. En caso de ser procesado continuará en libertad condicional y deberá acudir un día de la semana a firmar el libro de procesados en el fuero común, y otro día al Juzgado de Distrito para no perder el amparo que suspendió la orden de aprehensión.
En curso, investigación en la PGR
El procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, dijo que antes de señalar alguna responsabilidad del ex regente capitalino en los desvíos en Turismo (que denunció la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo), se debe esperar a que se concluyan las investigaciones sobre el tema.
Entrevistado durante el acto en el que se firmó un convenio de colaboración entre la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la PGR, aseguró que la dependencia a su cargo desarrollará las indagatorias "con profesionalismo y seriedad, y una vez que se tengan los resultados determinaremos lo que en derecho proceda", es decir, consignar la averiguación previa ante un juez para que libre las correspondientes órdenes de aprehensión o archivar el caso.