Ť Sensacional de diseño mexicano reúne más de 500 imágenes de cantinas y talleres
La gráfica publicitaria popular, activa y viva
ARTURO JIMENEZ
Más de 500 imágenes tomadas de rótulos, carteles, murales, letreros, volantes, historietas y etiquetas, colocados en cantinas, peluquerías, taquerías, panaderías, talleres mecánicos, arenas de lucha, vehículos o cajas de cigarrillos y jabones conforman el libro Sensacional de diseño mexicano.
Editado por Trilce y el CNCA y elaborado por Juan Carlos Mena, con la colaboración de Oscar Reyes y casi 30 fotógrafos, el volumen busca dar a conocer de manera concentrada esas imágenes que por miles se encuentran en calles y lugares de pueblos y ciudades del país y que en su cotidianidad conforman la llamada "gráfica popular publicitaria mexicana".
Completo por el diseño y material que incluye, el libro ofrece una presentación de mena; un prólogo de Isaac Víctor Kerlow, director de producción digital de Walt Disney en Los Angeles; un epílogo de Hervé di Rosa, director del Museo de Arte Modesto de Francia; una posdata de Emiliano Pérez Cruz titulada "Se venden aires usados", y, al parecer por primera vez en el mundo editorial, "un lomo" escrito por Carlos Monsiváis.
Por si fuera poco, contiene además un cd-rom en el que podrán encontrarse entrevistas con artistas y diseñadores participantes; un juego de Taxis y peseras, a la manera del de Serpientes y escaleras; y un video mediante el que se recorren en el taxi del Roy las principales avenidas comerciales de la capital.
También, el making of de la exposición Ojo, por ver no se paga, que se exhibe en el Museo de la Ciudad de México; una base gratuita de cinco fuentes tipográficas creadas especialmente para el libro; y hasta un formato para hacerse sus propias tarjetas de presentación como plomero, mecánico, taquero y otros oficios.
Obra de arte o el valor en sí mismo
Sensacional de diseño mexicano fue presentado en días pasaddos por Déborah Holtz, directora de Trilce, el crítico de arte Miguel Angel Echegaray, Juan Carlos Mena y Oscar Reyes en una cantina de la colonia Del Valle.
Incluso, afloraron planteamientos diferentes acerca de la índole de ese tipo de imágenes. Por ejemplo, Déborah Holtz consideró que esas ilustraciones descontextualizadas de su entorno bien podrían enmarcarse y colgarse como obras de arte en museos y galerías.
Mientras, Miguel Angel Echegaray dijo que uno de los encantos del libro es precisamente la posibilidad de hacer una "reflexión visual por sí misma", sin necesidad de pensar si se trata o no de arte. Eso sí, todos coincidieron en que el diseño mexicano se encuentra "vivo y activo".
Escribe Kerlow en su prólogo: "Sensacional de diseño mexicano reúne una amplia muestra de gráfica popular creada con fines funcionales que, como buena parte de la producción artesanal, trasciende el objetivo que le dio origen. Los rótulos, carteles, murales y etiquetas que la componen no sólo señalan, identifican y marcan, sino que evocan fantasías, descubren ilusiones, confiesan errores y, en ocasiones, establecen un diálogo con el espectador al provocarlo o alburearlo".
Respecto a las imágenes seleccionadas, dice Mena en su presentación: "Las características que tienen en común es su factura: los autores no siguen los cánones de la academia, las convenciones de la composición plástica ni, mucho menos, las últimas modas. Sin embargo, pertenecen a gremios o forman parte de una tradición y, por ello, su trabajo tiene un estilo.
"El ingenio de los propietarios, o la idea de cómo comunicar al consumidor las ventajas o particularidades de sus productos, resulta casi siempre un híbrido, nacido de la combinación de la técnica utilizada y la audacia."
Al final, señala: "Enmarcar estas soluciones gráficas como una expresión artística en sí, un arte 'modesto' (como lo llama Hervé di Rosa), era una tarea urgente. Con este libro mac-free hemos intentado dar un un primer paso en el rescate y valoración de lo que consideramos es también nuestro espejo".