MARTES Ť 14 Ť AGOSTO Ť 2001
Despidos en la industria disquera
En un año, la industria disquera ha tenido que despedir a 10 mil de sus 150 mil trabajadores debido a la piratería de fonogramas, que ha aumentado de 40 a 63 por ciento del mercado, aseguró ayer el presidente de la Asociación Protectora de Derechos Intelectuales Fonográficos (ANPIF), José María Cortés Figueroa.
El dirigente aseguró que la industria fonográfica mexicana está en riesgo de desaparecer porque México ya ocupa el tercer lugar en piratería de discos, sólo superado por China y Rusia, y agregó que esta actividad evade al fisco 80 millones de dólares al año (unos 756 millones de pesos).
Cortés Figueroa señaló que la copia ilegal de música daña a todos los artistas, pero más a aquellos que apenas empiezan, los que apenas logran tirajes de 30 mil discos cuando en el mercado ilegal se venden hasta ocho veces más en copias piratas.
El dirigente comentó que hay algunas señales alentadoras, como las operaciones emprendidas por la Procuraduría General de la República (PGR); las 45 detenciones efectuadas en el último año y el proceso contra Javier López Pinedo, quien fue sentenciado en Jalisco a tres años de prisión ya pagar una multa de 75 mil 900 pesos por delitos que atentantan contra el derecho de autor. No obstante, para un combate más efectivo es necesario que cooperen autoridades federales, estatales e incluso municipales.
Por otra parte, Cortés anunció que en dos o tres semanas se dará a conocer un convenio para combatir la copia ilegal de música a través de Internet e impedir que se reproduzca la experiencia de Napster, el sitio que se volvió famoso por permitir el intercambio de música en formato MP3 sin costo alguno.
El directivo reconoció que un factor que ha hecho crecer la copia ilegal de fonogramas son los elevador márgenes de ganancia que obtienen las tiendas de autoservicio y otros establecimientos, que venden los discos hasta 40 por ciento más caros de lo que ellos los compran. No obstante, señaló que algunos comercios ya se han dado cuenta de que los precios altos sólo agravan el problema y están dispuestos a sacrificar una parte de la ganancia con tal de no perder una parte considerable del mercado.
David Zúñiga