MIERCOLES Ť 15 Ť AGOSTO Ť 2001

LEY INDIGENA

Ť Destruye la identidad cultural, sobre todo de comunidades nativas, señalan obispos

Globalización, principal reto a vencer, advierte el Celam

JOSE ANTONIO ROMAN

El fenómeno de la globalización "atenta" contra las culturas, concretamente las indígenas, destruyendo su identidad, arrebatando, en rapiña feroz, sus "modelos de vida" con la imposición del modelo consumista y dejando en la pobreza no sólo a los pueblos del tercer mundo, sino también a amplios sectores sociales de las naciones más desarrolladas, afirma el Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam).

En su informe global de actividades del último año, el Celam señala que los pueblos indios están amenazados no sólo en su hábitat, sino también, obligados por las circunstancias, por la migración y la pobreza.

De manera especial, los informes que fueron aprobados de manera unánime por los representantes de las 22 conferencias episcopales de América Latina, se refieren a la marginación que vive la mujer indígena.

Presentado en la reunión general de coordinación, realizada en Bogotá, Colombia, a principios de este mes, la jerarquía eclesiástica estudia seriamente la posibilidad de solicitar al papa Juan Pablo II la convocatoria para la quinta Asamblea General del Celam, luego de que en 1992 se realizara la última de ellas, en Santo Domingo, República Dominicana, con motivo del quinto centenario de la evangelización de América.

En sus informes se señala a la globalización como el principal reto a vencer en las próximas décadas, pues tiene fuertes repercusiones prácticamente en todas las actividades humanas.

Durante la presentación, el secretario general del Celam y obispo de la diócesis mexicana de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, dijo que los informes fueron elaborados de manera que durante la gestión de la actual presidencia se puedan hacer evaluaciones periódicas sobre los avances alcanzados año con año, según el Plan Global trazado por el organismo para los próximos cuatro años.

En los documentos presentados a los delegados episcopales se percibe con claridad que la globalización preocupa seriamente a la Iglesia católica en América Latina, sobre todo por sus efectos en la construcción de la nueva cultura y en la educación.

De hecho, desde hace un año se ha iniciado una "reflexión seria y amplia" sobre este tema y su relación con la nueva evangelización, y han pedido al Papa amplia orientación sobre este fenómeno presente ya en todas las actividades del hombre.

En referencia a la exhortación postsinodal Eclessia in America, los informes señalan que los "pecados que claman al cielo" y que azotan a nuestros pueblos tienen que ver con un llamado a la conversión en la política y la democracia, la economía, la ecología, los derechos humanos, el desarrollo local y regional, la familia y los temas demográficos, la inmigración y la segregación en las grandes ciudades, y la ética.

Al igual que en ese documento, entregado por el Papa en la Basílica de Guadalupe en enero de 1999 a los obispos de América, el informe global del Celam lamenta que los dirigentes en América Latina y el Caribe se digan católicos, pero no lleven a la práctica los valores evangélicos.

Señala que en lo económico, el consejo debe mantener la estrategia de que en todas las actividades de su Departamento de Pastoral Social se siga reflexionando sobre los efectos del modelo económico, de la deuda, el acceso a un trabajo digno y la solidaridad global. En tanto, en lo político, es necesario acompañar con mayor compromiso y cercanía el trabajo de la sociedad civil, potenciar los liderazgos que promuevan auténticas democracias y real participación de los sectores empobrecidos y excluidos.

De manera especial, preocupa la creciente brecha entre sectores con poder adquisitivo, que participan en la dinámica del mercado, y las mayorías sin acceso a la oferta, brecha agravada por la ausencia de una sólida clase media y por la intervención de factores humanos, como son los monopolios, la corrupción, la impunidad, que incrementan, de manera preocupante, el éxodo de países pobres hacia los industrializados.

En el informe del Departamento de Pastoral Juvenil se señala que América es un continente mayoritariamente joven, que protagoniza, vive, sufre y es impactado por los profundos cambios actuales. Los fenómenos de la globalización y de la posmodernidad han ido configurando una nueva juventud, cuya evangelización no puede hacerse al margen de este contexto histórico y de su situación real. Añade que ante un modelo de sociedad dominada por una anticultura de muerte, la juventud católica acoge, con alegría y creatividad, el llamado continuo de la Iglesia a defender y promover la cultura de la vida, a respetar la dignidad de la persona humana y a reactualizar la opción por los pobres. "Nuestra ansia: una patria grande marcada por los valores del evangelio".

Finalmente, se acordó que la próxima reunión de los obispos de la Iglesia en América se realizará en febrero del 2002, en San Salvador do Bahia, Brasil, cuyo tema central de estudio será "los desafíos que la globalización impone a la evangelización".