VIERNES Ť 17 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Presenta propuesta de reforma hacendaria, que incluye modificaciones en Pemex

Plantea el PRI crear ombudsman en materia fiscal

Ť Sauri: "la iniciativa de Fox descansa todo el esfuerzo tributario en el IVA, que es regresivo"

RENATO DAVALOS

A dos semanas de que empiecen los trabajos ordinarios en los que discutirá el tema de la reforma hacendaria, el PRI presentó ayer su propuesta, en la que refrenda su rechazo a la aplicación del IVA a medicinas, alimentos y libros, y plantea un nuevo "federalismo fiscal" e incluso la creación de un ombudsman en la materia, además de oponerse a gravar prestaciones sociales.

La lideresa Dulce María Sauri Riancho, junto con algunos integrantes del comité ejecutivo priísta, dio a conocer el planteamiento de ese partido, del que dijo se trata de una alternativa que trasciende la "coyuntura recaudatoria" para abrir paso a una reforma integral de largo plazo.

En la sede del tricolor Sauri dio lectura al documento, en el que se establece también un replanteamiento de los términos de la presentación del presupuesto, y una rectificación de la tarea de Pemex para que deje de vincular casi toda su actividad al fisco y que, en su lugar, se permitan reinversiones en la exploración.

"Incompletas e insuficientes" considera el PRI las iniciativas que el presidente Vicente Fox turnó al Congreso en materia fiscal. Trata de hacer descansar todo el esfuerzo tributario en el IVA, un gravamen por naturaleza regresivo. Simplemente se "ahondaría la recesión", anotó Sauri.

La propuesta priísta recomienda reformas constitucionales para establecer una nueva fecha de presentación del paquete económico anual. Además, la revisión de las facultades del Congreso en materia de discusión y aprobación de los gastos públicos, y la revisión del "veto fiscal", dice el documento, sin precisar la dirección que asumiría este recurso presidencial.

El presupuesto y los ingresos anuales, añade, tendrían que tomar en cuenta las disparidades regionales y los rezagos sociales.

En torno al nuevo federalismo fiscal, los priístas argumentan que no es sustentable que el 80 por ciento del ingreso estatal se origine en las participaciones federales.

Tres nuevas figuras

Este tema se ha convertido en una controversia constante y en una fuente de inestabilidad e incertidumbre para estados y municipios, dijo. A su juicio, debieran establecerse tres nuevas figuras institucionales: un órgano que vigilara la aplicación del nuevo basamento constitucional y el desempeño de las haciendas estatales, así como las tareas de coordinación fiscal. Estaría integrado por los gobiernos de las entidades federativas y por Hacienda; sería nacional, y podría denominarse Junta de Coordinación del Federalismo Fiscal.

Adicionalmente, un órgano de carácter técnico permanente integrado por expertos, que analizaría el sistema tributario, responsabilizado de presentar informes al Congreso y al Ejecutivo federales. El tercero sería el ombudsman.

En materia de impuestos especiales -gasolina, bebidas alcohólicas, cervezas, tabaco, tenencias, ISAN- se conservarían las facultades legislativas y de administración en el ámbito federal, y un elevado porcentaje se destinaría a estados y municipios.

A los estados se les otorgarían facultades para establecer un impuesto complementario o tasas adicionales a los impuestos federales cuyos rendimientos se les han conferido.

Con relación al área energética, los priístas señalan que la raíz del problema es que la subinversión en esta actividad se deriva de que las dos terceras partes de los ingresos se han destinado a subsanar la insuficiencia recaudatoria. Aquí se propone la creación del Fondo de Inversión para el Desarrollo y Diversificación de Pemex.

Ello es urgente, apunta, para que la paraestatal disponga de recursos de inversión suficientes para la exploración y explotación de sus reservas, incluyendo el gas natural.

Dentro del paquete se incluye una nueva figura tributaria conocida como la "contribución social de las pensiones", en un capítulo adicional del impuesto sobre la renta. El producto se manejaría en el fondo social para las pensiones.

El ISR, añaden los priístas, tiene que fortalecerse para ampliar su base y la recaudación por este concepto. No es momento de bajar tasas o crear nuevas exenciones o de diluir más ese impuesto. Tampoco es oportuno gravar las prestaciones sociales.

Paralelamente, el priísmo sugiere que el Sistema de Administración Tributaria tiene que fortalecerse como un organismo autónomo para que realmente pueda reducirse la evasión.