VIERNES Ť 17 Ť AGOSTO Ť 2001
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Policías asaltan en Viaducto
Ť ƑQué hace Godoy?
Por favor, ponga usted atención a este aviso: desde hace un par de semanas, seguramente más, una banda de ladrones en motocicleta se apoderó del Viaducto Miguel Alemán y otras importantes arterias de la capital.
Los asaltantes van vestidos de café y beige, usan chalecos antibalas y están armados. Hasta donde se sabe fueron entrenados para matar y son presas del rencor social, pero además de ello, fíjese bien, están protegidos por la ley, son impunes y se les conoce como La banda del tamarindo.
Seguramente alguno de ustedes ya los vio; sí, son los motociclistas de tránsito, que usan las horas de mayor tráfico para asaltar, así, sin comillas, a quien les venga en gana, pero lo más trágico de este asunto es que su jefe, el secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy, también lo sabe y no hace nada para remediar este muy grave problema.
Es el cuento de nunca acabar, de eso estoy ahora prácticamente convencido. Ni las derechas del PAN o las del PRI, o la izquierda perredista pueden poner orden en la policía de tránsito, y tan ineficaz fue El Negro Durazo como Gertz Manero, o el propio Godoy.
La absoluta ausencia de policías de tránsito durante la gestión de Gertz -seguramente se hallaban cuidando a los funcionarios panistas a quienes ahora sirve- resulta menos dañina que la abundante presencia inútil de los motociclistas.
Déjeme contarle: al regreso del aeropuerto, pasado ya el mediodía, el Viaducto se hallaba, en el tramo anterior a la salida a la calzada de Tlalpan, bastante congestionado. En cada una de las salidas, cuando menos un par de motociclistas acechaban a la presa.
Ninguno de ellos hacía algo por aligerar la carga vehicular, lo que debería ser su trabajo, pero escudriñaban entre los automovilistas no la infracción al reglamento de tránsito sino el pretexto, cualquiera que fuera, para detener y asaltar al conductor.
Un par de ellos, subidos en una sola motocicleta, siguen al automóvil, comprueban con la vista que el primer mes establecido para cumplir con la verificación anticontaminante haya caducado y entonces se lanzan sobre la víctima.
-Buenas tardes, su verificación está vencida, Ƒme muestra su tarjeta de circulación?
-ƑEstá usted seguro de lo que dice? Aún tengo un mes para hacer la
revisión.
-No señor, está vencida y la infracción es de mil 600 pesos y corralón. ƑCómo ve?
-ƑMe puede ayudar? -dice el conductor, como quien acepta que está en falta.
-Bueno, ya le dije de cuánto es la multa, usted dirá.
El ciudadano lo hace caer en la trampa. Del automóvil saca el Diario Oficial y antes de ofrecerlo, pregunta al policía: -ƑConoce usted el reglamento? ƑSabe usted qué dice la ley al respecto?
-šClaro señor!, para eso estamos aquí. Su verificación está vencida, (el plazo) terminó el último día del mes pasado y el reglamento dice que lo tengo que remitir al corralón, pero además, como no puede circular, tenemos que pedir la grúa y usted va a tener que pagar el arrastre.
Entonces el automovilista pone frente al policía el Diario Oficial. El militante de La banda del tamarindo puso cara de Ƒwhat?, hizo como que leía, regresó el documento y dijo
displicente:
-Perdone usted, puede seguir su camino.
-Pero antes quiero su nombre y su número de placa -repuso el conductor.
-Ya le dije, disculpe la molestia y siga su camino -advirtió el policía.
No había manera de indentificarlo. El chaleco antibalas le cubría la camisola donde tal vez portaba el gafete con su nombre, en el casco no había ningún número y su compañero de atraco colocó de tal manera la motocicleta que era imposible ver el muy pequeño número que portan en un costado de la máquina.
-Quiero su nombre y su número -exigió el conductor.
-Continúe su camino y disculpe que lo haya molestado.
El delincuente puso la mano derecha en la cacha de su pistola y con la izquierda hizo un ademán indicando que el vehículo debía desplazarse; luego dio vuelta y se marchó a toda prisa. El asalto se había frustrado.
Es verdad, se hace necesaria la reflexión. La delincuencia en la ciudad de México pudo haber bajado en los índices, pero Ƒcómo irán los de delitos de esa banda de asaltantes? Parece que hasta allí no llegan las investigaciones.
Lo peor es que nada se puede hacer para impedir los atracos o el intento de éstos. El secretario de Seguridad Pública tiene que saber, para eso es el jefe, que sus policías no portan ninguna identificación visible, y tampoco puede ignorar, porque los reportes son constantes, que la manada de motociclistas es incapaz de aligerar el tránsito, y entonces Ƒpara qué los tiene en esos lugares?
Una vía alterna para evitar a La banda del tamarindo lleva indefectiblemente a cruzar por la colonia Buenos Aires, y desde luego quien maneja por ahí se expone a que los rateros del lugar le rompan un cristal y en cosa de segundos se lleven los valores que se cargan en el automóvil. Pero por esos lares, por donde se hallan los delincuentes, por ahí no hay motociclistas.
En fin, el jefe Godoy tiene muy bien protegidos a sus muchachos y no parece que pueda ocurrir algún milagro para cesar la anomalía. Total, si no pudo El Negro ni pudo Gertz, Ƒpor qué tendría que poder Leonel?
De cualquier forma, si a usted le ha sucedido algún tipo de atraco por parte de la temible banda de los tamarindos, mande un correo, hable por teléfono, aquí cuando menos tendrá un espacio para su denuncia. šQué le vamos a hacer!