VIERNES Ť 17 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Elizabeth Carrizales

Delincuentes abusan de la defensa de los derechos humanos

SUSANA GONZALEZ G.

El desarrollo de la cultura sobre la defensa de los derechos humanos parece haber beneficiado a los delincuentes, pues ha sido malentendida y utilizada por éstos para su beneficio, en detrimento de las personas que sufren cualquier tipo de delito, advirtió Elizabeth Carrizales Chávez, titular del Centro de Atención Sociojurídica a Víctimas del Delito Violento (Adevi), de la procuraduría capitalina.

De acuerdo con la funcionaria, se requiere prestar mayor atención a las víctimas de la delincuencia, debido que al momento en que se deciden a presentar una denuncia contra sus agresores, pueden hallarse en desventaja frente a éstos y, en tal sentido, sufrir una doble vejación.

"Por ejemplo, un delincuente que es llevado a una agencia del Ministerio Público cuenta, por derecho, con un defensor de oficio, si es que no cuenta con recursos para pagar el suyo; en cambio, la víctima del delito no tiene abogado e ignora que hay instancias que lo pueden asesorar de manera gratuita, como nosotros."

Los delincuentes, dijo, son inteligentes, y ya sea solos o con ayuda de sus abogados, a menudo recurren a organismos oficiales encargados de defender sus garantías individuales, mientras que las víctimas pueden sentirse en estado de indefensión. De ahí que la PGJDF impulse, a través del Adevi, la atención tanto jurídica como sicológica para quienes sufren algún delito, para que puedan afrontar cualquier proceso legal asesoradas adecuadamente.

"Debe haber una cultura victimológica en la que todos sepamos que las víctimas tienen derechos, los cuales deben ser respetados por todas las autoridades."

La funcionaria rechazó que esto implique que los afectados por delitos deban ser vistos con compasión o lástima: "son personas agredida en sus derechos, iguales a cualquier otro ciudadano, pero que deben exigir la reparación del daño que sufrieron, así como la atención sicológica y jurídica que necesiten".

Sin embargo, reconoció que para el común de la gente, desde las mismas autoridades hasta quienes sufren algún delito, resulta difícil comprender el papel de las víctimas. "A nosotros mismos, en Adevi, se nos complica convencer a la gente para que acepten nuestra ayuda, incluso tienen hasta desconfianza. No entienden que deben tener un abogado, de la misma manera como por derecho lo exige el delincuente."