SABADO Ť 18 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť El año pasado entregó recursos públicos por un monto de 322 millones de dólares

México, entre países que más fondos destinan a partidos

MIREYA CUELLAR

México es uno de los países que más recursos destinan a los partidos políticos, incluso frente a democracias consolidadas. Tan sólo el año pasado los institutos políticos obtuvieron del erario público 322 millones de dólares, frente a los 100 millones que recibieron los franceses y los 80 millones de los españoles, según datos de la Comisión de Fiscalización del Instituto Federal Electoral.

Mientras aquí 90 por ciento de los recursos que reciben los partidos proviene del Estado -de los impuestos de los ciudadanos- y sólo 10 por ciento es financiamiento privado, hay países como Venezuela, donde en 1999 se prohibió la entrega de fondos públicos.

Con una tradición totalmente distinta, en Gran Bretaña apenas el año pasado se modificó la ley electoral para dar financiamiento público directo a los partidos, en el marco de una polémica respecto al uso del dinero de los contribuyentes para beneficio de las maquinarias partidistas. Y se entregaron 2.8 millones de dólares para ser repartidos entre todas las fuerzas.

La discusión en torno a la forma como se financian los partidos políticos surge cada vez que hay algún escándalo, como el que se generó a raíz de que el hoy Presidente de la República obtuvo fondos privados para su precampaña, sin pasar por la contabilidad de los partidos que después lo postularon.

La idea de otorgar una gran cantidad de recursos públicos a los partidos tiene que ver precisamente con la intención de evitar que fondos privados de oscura procedencia pudieran ensuciar una elección, señalaron investigadores de distintos países que participaron recientemente en un foro internacional sobre el tema, que organizó el IFE.

Los partidos políticos en México empezaron a recibir recursos públicos en 1977, y fue hasta 1996 cuando se estableció que debían prevalecer sobre los privados.

A partir de 1997, el crecimiento de dicho financiamiento fue exponencial. En 1989 el monto de los recursos públicos que recibieron los partidos fue de 7.29 millones de dólares, mientras que en el año 2000 ascendió a 322 millones; es decir, los 12 años de transición democrática supusieron un financiamiento en su último año 44 veces superior al del primero.