LUNES Ť 20 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Funcionario de la Ssa
Avanza en etnias la aplicación de una fórmula vitamínica
CAROLINA GOMEZ MENA
Desde el 5 de julio pasado, día en que el presidente Vicente Fox dio comienzo en Chiapas a la aplicación de una fórmula multivitamínica que pretende cubrir la carencia de micronutrimentos en niños de seis a 24 meses de edad, así como en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia de las poblaciones nativas, "ha habido un avance de 20 por ciento" en su distribución, aseveró el doctor Enrique Ríos Espinosa, titular de la Coordinación de Salud para los Pueblos Indígenas de la Secretaría de Salud (Ssa).
No obstante, al concluir este año se espera tener un avance de 45 por ciento en relación con la meta propuesta para finales de sexenio, que es dotar de este suplemento a un "universo de 720 mil infantes y mujeres indígenas". Agregó que ya comenzó la distribución de los "goteros mensuales" de la fórmula en 13 estados, entre ellos Chiapas, Oaxaca, Guerrero e Hidalgo, lo que cubre parte de 361 municipios de los 530 que se piensa abarcar el siguiente año.
En entrevista con La Jornada, el funcionario reconoció que la aplicación de una dosis diaria durante nueve meses no será la respuesta integral a las necesidades de nutrición de estos nacionales.
"Sabemos que esto no es lo único que les ayudará a superar la desnutrición, no estamos pensando que con unas gotas vamos a solucionar los problemas nutricionales de los indígenas, pero sí contribuirá, aunado a otros programas como la papilla de Progresa y otros, a elevar su salud."
Respecto a la brecha en todos los ámbitos sanitarios entre la población indígena y la no indígena llega a tal grado, que los primeros siguen perdiendo la vida por padecimientos que dejaron de ser mortales para la población en general. Estas son las enfermedades infecto-contagiosas o las llamadas de la pobreza. Es así como entre las principales causas de muerte entre los indígenas, particularmente entre los niños, están las infecciones intestinales, la influenza y la neumonía, las cuales están determinadas por la existencia de un saneamiento nulo o deficiente y condiciones microambientales precarias de la vivienda, entre otras.