Lunes en la Ciencia, 20 de agosto del 2001



 

Envejecimiento y memoria

Alfredo Meneses

Es ampliamente conocido que el envejecimiento puede disminuir la memoria (la habilidad de recordar personas, lugares y hechos cotidianos de la vida) y que en personas con ciertos padecimientos, como la enfermedad de Alzheimer (un padecimiento degenerativo del cerebro), la pérdida de la memoria es creciente e irreversible. Aunque no se sabe por qué la vejez hace que la memoria falle, su importancia radica en que es una de las mayores fuentes de la individualidad de la gente. Perder la capacidad de recordar y de formar nuevos recuerdos tienen efectos devastadores en la vida. Además, como las personas de países ricos y pobres viven más tiempo, ha aumentado el riesgo de sufrir enfermedades relvida mental 1acionadas con el envejecimiento, como trastornos del cerebro y la memoria. Por lo anterior, existe un creciente interés por interrogantes tales como: Ƒqué sucede en el cerebro cuando se están formando el aprendizaje y los recuerdos? y Ƒqué hace que el envejecimiento o ciertas enfermedades deterioren el aprendizaje y la memoria? El aprendizaje es el resultado de cambios en la conducta por medio de la experiencia cotidiana; a la retención de dicha experiencia se le denomina memoria y a la pérdida de la información se le llama olvido o amnesia. Los procesos del aprendizaje y la memoria se han estudiado indirectamente, por medio de cambios sobre la conducta, revelando principios tales como: 1. El aprendizaje y la memoria producen cambios en regiones específicas del cerebro. 2. La memoria es independiente de habilidades como la percepción, la motivación y el pensamiento; aunque cabe destacar que todas ellas se influyen mutuamente. 3. La memoria pasa por las etapas de adquisición, consolidación o fortalecimiento, almacenamiento y recuperación o recuerdo. 4. La repetición mejora la retención, pero el entrenamiento espaciado más que el masivo, lleva a un aprendizaje sólido y duradero. 5. Existe la memoria a corto y largo plazo. La memoria a largo plazo pasa por un periodo lábil o vulnerable dependiente del tiempo, que se ha preservado en todas las especies. 6. Para la formación de la memoria a largo plazo se requiere que las células nerviosas en áreas específicas del cerebro regulen la expresión de proteínas, genes y modifiquen su forma. 7. La administración de anestésicos, electrochoques convulsivantes o inhibidores de la síntesis de proteínas bloquean la memoria. Aquí cabe mencionar que los experimentos de aprendizaje y memoria se caracterizan por tener dos fases, una de entrenamiento y otra de la prueba de retención (o recuerdo). Por ejemplo, la administración de un fármaco se puede realizar antes del entrenamiento (pre-entrenamiento). Con esta manipulación se estudia la adquisición. En cambio, si se inyecta el fármaco después del entrenamiento (post-entrenamiento), entonces se puede estudiar la consolidación de la memoria. Finalmente, si la droga se administra antes de la prueba de retención (pre-retención), entonces se puede afirmar que se está evaluando el proceso de recuperación de la información. De manera interesante, el efecto de disminución del aprendizaje se puede apreciar una hora después de la manipulación farmacológica; en cambio el efecto de mejoría se observa una vez transcurridas varias horas. Aunque hasta el momento no se ha identificado un medio que mejore universalmente la memoria, se ha podido establecer que existen tipos de memoria y amnesias, que involucran a diversas estructuras cerebrales específicas, sistemas de neurotransmisión, señales intracelulares y genes. Por ejemplo, por medio de receptores y sustancias químicas (o neurotransmisiores) los sistemas de neurotransmisión realizan la comunicación entre las células nerviosas y modulan el aprendizaje y memoria. En nuestro laboratorio de Neurofarmacología del Aprendizaje y Memoria del departamento de Farmacobiología del Cinvestav, hemos aportado evidencia experimental de que varios sistemas de neurotransmisión están involucrados en los procesos fisiológicos y patofisiológicos que median el aprendizaje y la memoria en humanos y animales. Además, existe sólida evidencia que algunos fármacos (colinérgicos, serotonérgicos, etc.), pueden ser útiles en el tratamiento de desórdenes de la memoria. En conjunto, podemos decir que la investigación de la memoria puede llegar a aportar en un futuro no muy lejano, soluciones útiles en el tratamiento de desórdenes de esta habilidad.

El autor es investigador del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN

[email protected]



Inicio