MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Se realizaron ceremonias y marchas pacíficas en varias ciudades italianas
Jefe de la policía de Génova participa en la jornada en memoria del manifestante muerto en la cumbre del G-8
AFP Y AP
Roma, 20 de agosto. Los padres del joven manifestante antiglobalización asesinado por un carabinero el pasado 20 de julio durante la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) en Génova, visitaron este lunes la plaza donde murió su hijo, mientras una jornada en su memoria fue organizada en varias ciudades italianas.
El nuevo superintendente de la policía en Génova abrazó el lunes al padre del manifestante muerto durante los disturbios del mes pasado contra la globalización, mientras numerosos italianos recordaron el deceso mediante ceremonias y manifestaciones pacíficas.
En tanto, el carabinero que percutió el arma mostró remordimiento. Mario Placanica, de 21 años, que prestaba servicio militar como carabinero y que disparó al joven, expresó su pena y remordimiento el domingo en una conversación con el diario Il Corriere della Sera.
''Me siento muy mal'', dijo. ''No pensé nunca que me encontraría en una situación así. Lo lamento, no podría hacer otra cosa, si hubiera podido escoger y evitar lo que pasó, lo hubiera hecho'', agregó.
El encuentro tuvo lugar en la plaza de Génova, donde Carlo Giuliani, de 23 años, murió baleado el 20 de julio por un policía mientras arremetía contra un vehículo policial con un extinguidor de incendios, el primer día de las protestas contra la cumbre del G-8.
Acompañado por su esposa, parientes y amigos, Giuliani decidió pasar el día en la plaza Alimonada, lugar donde su hijo murió mientras se manifestaba con los simpatizantes del Genoa Social Forum (GSF), organización que reúne a mil asociaciones y movimientos antiglobalización.
''No quiero hacer declaraciones hoy. He hablado mucho, quisiera que hoy fuera un día de recogimiento'', afirmó el padre de la víctima, Giuliano Giuliani, conocido sindicalista de izquierda.
La plaza fue cubierta de flores, notas, cigarrillos, camisetas y botellas de cerveza arrendadas por amigos, residentes y manifestantes para conmemorar la muerte de Giuliani, la única ocurrida durante las protestas contra la globalización, iniciadas hace dos años.
El GSF invitó a una serie de reuniones ''de reflexión'' en varias ciudades italianas, ''sin banderas ni lemas'' para que los simpatizantes del movimiento puedan cumplir una ''peregrinación individual silenciosa'', tras la muerte del joven.
La multitud respetó en general los deseos de una conmemoración tranquila, expresados por la familia de Giuliani. Algunas personas marcharon en la plaza y estrecharon la mano de Giuliano Giuliani, padre de la víctima. Otros rezaron ante la puerta de una iglesia que domina la plaza, cubierta con banderas, camisetas y notas.
Entre los asistentes figuró Oscar Fiorolli, nuevo superintendente de la policía, quien abrazó al padre del manifestante muerto y dijo: ''Estoy aquí como ciudadano. Vamos a intentar construir juntos sobre esto'', mencionó según cita de las agencias italianas de noticias.
Fiorolli fue designado luego que el superintendente de Génova y otros dos prominentes funcionarios policiales fueron destituidos tras los disturbios, que causaron millones de dólares en daños en Génova y dañaron la imagen de Italia en el exterior.
Cuando un amigo del manifestante muerto le preguntó a Fiorolli si podría surgir una nueva relación entre la policía y los manifestantes respondió: ''De mi parte esta nueva armonía debe ocurrir, no hay otra forma, siempre y cuando todos respeten la no violencia''.
El padre de Giuliani no hizo comentarios sobre su breve encuentro con Fiorolli, pero indicó que estaba complacido por la asistencia de tantas personas a la plaza.