MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001
MEXICO S.A.
Ť Carlos Fernández-Vega
ABSURDO, PERO CIERTO: Oscar Espinosa Villarreal mantiene su libertad a pesar del auto de formal prisión dictado en su contra por el delito de peculado (420 millones de pesos), que habría cometido cuando ocupó la regencia del Departamento del Distrito Federal, en tiempos de Zedillo.
A PESAR DE ELLO, EL FUNCIONARIO de la sonrisa Colgate, trasnacional que emplea a su ex jefe, tendrá que hacer frente a otro tipo de irregularidades registradas durante su paso por la Dirección General de Nacional Financiera, en pleno salinato, denunciadas por distintas organizaciones sociales.
EN ESTE CONTEXTO, AYER la dirigencia de El Barzón exigió a la Procuraduría General del República, que encabeza el general Rafael Macedo de la Concha, que dé seguimiento a la denuncia de hechos que en 1998 presentó en contra de Oscar Espinosa Villarreal -a la sazón secretario de Turismo-, por un supuesto quebranto por más de 49 mil millones de pesos en perjuicio de Nacional Financiera.
EN SU PARTE MEDULAR, la denuncia referida señala que ''el señor Oscar Espinosa Villarreal, entre otros, tiene una enorme responsabilidad de haber autorizado y fondeado a más de 510 uniones de crédito, 219 de las cuales no eran viables y 98 sólo potencialmente viables; el elevado costo fiscal y el enorme daño patrimonial fue producto del proceso de autorizaciones, de la falta de vigilancia y supervisión que los organismos directivos de Nacional Financiera en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores ejercieron sobre las uniones de crédito y de la enorme corrupción que toleraron a lo largo de muchos años'', al tiempo que el ex regente y sus colaboradores ''financiaron a empresas inexistentes, otorgaron préstamos sin garantía, financiaron proyectos no viables o fuera del objeto de la institución y concentraron el 80 por ciento de los créditos en sólo cinco intermediarias, entre las que destaca Havre''.
EFECTIVAMENTE, POCO ANTES de concluir el zedillato, el quebranto a Nacional Financiera se aproximó a los 50 mil millones de pesos, sin visos de recuperación. Tal vez por esa razón, y no -desde luego- con el fin de ocultar las irregularidades, el entonces secretario de Hacienda, José Angel Gurría -quien a su vez, había sido director general de Nafin- envió al Fideliq todos los quebrantos de la institución, los cuales -al igual que el Fobaproa- son cubiertos con recursos aportados por los contribuyentes.
PARTE FUNDAMENTAL DEL quebranto de Nacional Financiera en tiempos de Espinosa Villarreal fue el irracional crecimiento de las uniones de crédito (muchas de ellas existentes sólo en el papel) y el flujo de financiamiento que la institución otorgó, generosa, a esas organizaciones. En tiempos del ahora formal preso libre, el número de este tipo de asociaciones creció en más de mil por ciento, al pasar de alrededor de 50 a cerca de 530.
DE ACUERDO CON UN documento oficial que la Subsecretaría de Hacienda -en ese entonces a cargo de Martín Werner- envió, en 1999, a la Comisión de Programación y Presupuesto de la Cámara de Diputados, que encabezaba Ricardo García Sainz, en 1993 de las casi 530 uniones de crédito existentes -así fuera en el papel-, 45 (8.5 por ciento del total) concentraban 80 por ciento -alrededor de 32 mil millones de pesos- de la cartera manejada por Nacional Financiera para ese sector.
EL OFICIO 102-B-260 suscrito por Martín Werner reconocía que desde 1993 se diagnosticó que las uniones de crédito no contaban con la infraestructura financiera, operativa y administrativa adecuadas, existiendo una fuerte dependencia hacia los recursos de Nacional Financiera y reportándose, en la mayoría de los casos, elevados costos financieros por pago de intereses moratorios, sanciones y penalizaciones. Como resultado de la auditoría especializada que se practicó a las uniones de crédito, Nafin solicitó la quiebra de Havre y Pragma y que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores interviniera gerencialmente a las uniones de crédito UCIMME, Unicref y Unicreva, mismas que registraban los montos más importantes de la cartera en esa fecha.
DURANTE LA PRESENCIA de Espinosa Villarreal en la dirección general de Nacional Financiera, con Carlos Salinas de Gortari como padrino, se otorgaron entre 50 y 70 mil financiamientos a las uniones de crédito, mismos que en la mayoría de los casos no se pagaron y terminaron engrosando los saldos rojos del Fideliq. De acuerdo con la información oficial, poco después de la llegada a Nafin del futuro regente de la ciudad, la institución financiera perdió el control de los créditos concedidos a esos intermediarios financieros no bancarios, muchos de los cuales cometieron fraudes.
CASO ESPECIAL LO CONSTITUYE la Unión de Crédito del Valle de México (Unicreva, intervenida por el gobierno en 1995) que presidía Luis Yáñez, ex esposo de Adriana Salinas de Gortari, que al igual que Oscar Espinosa Villarreal y la hermana del ex presidente de la República siguen tan campantes. Esta organización recibió apoyos financieros por más de 2 mil millones de pesos (alrededor de 650 millones de dólares de la época), que nunca regresó.
LA LINEA CREDITICIA QUE Nafin otorgó a las uniones de crédito cuando Espinosa Villarreal ocupaba la dirección general, publicó La Jornada (Antonio Castellanos, 1997) "creció hasta 130 por ciento entre 1992 y 1993; hubo préstamos sin respaldo o soporte, se otorgaban a diario y en ese lapso se canalizaron alrededor de 65 mil millones de pesos; en un solo día se llegaron a autorizar 372 proyectos, incluidos financiamientos en dólares".
ASI ES: EL FUNCIONARIO que provocó todo ese caos en una de las instituciones financieras del gobierno federal sale a comer tacos con el amparo en el bolsillo. ƑCuántos mexicanos están presos por robar comida?
Las rebanadas del pastel:
UNA GENEROSA LECTORA ENVIO a México S. A. un correo electrónico, que a la letra dice: "hace unos días se dio a conocer en la prensa un hecho extraño, consistente en que el vuelo 2356 de Aerolitoral (filial de Aeroméxico), cuya ruta es San Luis Potosí-Monterrey, fue desviado hacia León, Guanajuato, por instrucciones de alguien muy influyente y sólo para dejar a un pasajero con su escolta. Ese pasajero, cuya identidad se desconocía en ese momento, ahora sabemos que se trata del joven Jorge Bribiesca Sahagún, hijo menor de Martha Sahagún -ahora de Fox, antes de Bribiesca- y de ello nos enteramos por una nota publicada el día de hoy domingo (19 de agosto) en el periódico A.M. de León, Guanajuato, lugar en donde resido''... Hoy, hoy, hoy, la película más taquillera en el Cinema del Cambio es "Regresar al futuro".
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