miercoles Ť 22 Ť agosto Ť 2001

Carlos Martínez García

Lo religioso y sus interpretaciones

En el mundo contemporáneo el fenómeno religioso es globalizado como nunca antes en la historia humana. Además su dinámica adquiere nuevas formas que no pueden ser aprehendidas integralmente por los paradigmas clásicos desarrollados en Europa y Estados Unidos. La intensidad de las religiosidades y su expansión sorprende a quienes auguraban en la época de mayor desarrollo tecnológico una franca declinación del pensamiento ligado a lo espiritual y mágico.

Para dar cuenta del estado que guarda el estudio de las religiones en la sociedad actual, por primera vez se realiza fuera del espacio europeo y canadiense la Conferencia Internacional de la Sociedad Internacional de Sociología de las Religiones (SISR). Este hecho en sí mismo es importante, porque revela una cierta descentralización de la rama sociológica dedicada a diseccionar las creencias religiosas al trasladar la reunión de sus especialistas a un país de Latinoamérica. La nación elegida de nuestro continente para el cónclave fue México, por lo que durante esta semana tiene lugar en Ixtapan de la Sal el vigésimo sexto congreso de la SISR. Esto es un reconocimiento a los avances logrados por la pequeña, pero vital comunidad académica mexicana que se dedica profesionalmente a documentar e interpretar las creencias religiosas y sus repercusiones sociales. Una de las tareas pendientes en este campo es elaborar un estudio sociológico acerca de los orígenes y desarrollo de la sociología de la religión en México.

El programa de la conferencia es un menú amplio y sugerente. Llaman mi atención las presentaciones acerca de la globalización religiosa y la necesidad de elaborar nuevos enfoques analíticos que nos permitan comprender los intestinos de su dinámica. En la sesión inaugural del lunes, Cristián Parker (Universidad de Santiago de Chile) expuso que ante las nuevas formas de la religión en la sociedad globalizada está presente la tarea epistemológica de elaborar herramientas analíticas que no se encasillen dentro de las categorías clásicas, originadas principalmente en Europa. Por supuesto que no se trata de hacer a un lado todo el bagaje interpretativo clásico, sino de incorporar éste de una manera crítica a las nuevas realidades. En este sentido el mismo Parker tiene un sugerente trabajo que hace un reexamen latinoamericano de algunas categorías claves de sociólogos fundamentales como Durkheim, Weber y Troeltsch.

Como en toda conferencia internacional, hay múltiples sesiones paralelas dedicadas a muy variados asuntos e intereses. En este contexto se reserva para las reuniones plenarias los temas que proporcionen a todos los asistentes un panorama amplio sobre los tópicos de mayor interés general. Una de esas sesiones plenarias, la de hoy, se intitula: "México: sociedad, estado y nación". Como no soy vidente estoy imposibilitado de reseñar lo que expondrán los conferencistas. Pero sí puedo, estimulado por el tema de esta plenaria y los asuntos que se dialogan en varias de las mesas paralelas y que se refieren a nuestro país, hacer algunas apreciaciones sobre el estudio del fenómeno religioso en la sociedad mexicana.

Hoy contamos con un muy considerable acervo de investigaciones acerca de la diversidad religiosa en México. Su conformación fue obra, inicialmente, de historiadores confesionales, particularmente católicos. Aunque se sigue produciendo este tipo de estudios, cada vez más la investigación es realizada por científicos sociales que, teniendo una adscripción confesional religiosa o no, enriquecen el conocimiento de la realidad religiosa mexicana gracias a una formación teórica que les permite analizar más cuidadosamente el objeto de su pesquisa. Poco a poco se ha ido abriendo paso entre nosotros el estudio de las minorías religiosas. El conocimiento e interpretación de este sector pasó en dos décadas de la teoría de la conspiración ("el protestantismo es avanzada del imperialismo norteamericano") a la comprensión de los factores endógenos que explican la apropiación de una determinada confesión religiosa por parte de poblaciones en las que supuestamente está muy arraigada la religión tradicional.

Los intercambios religiosos en la sociedad mundial contemporánea muestran el dinamismo de un abanico de confesiones que cruzan todo tipo de fronteras. Hoy las distintas creencias tienen transformaciones en sus formas de misionar, ya los flujos misioneros protestantes han dejado de provenir primordialmente de Estados Unidos. En Latinoamérica, los evangélicos de México, Argentina y Brasil envían representantes suyos para hacer trabajo religioso en Europa (sobre todo España), Africa y Asia. Incluso hay misioneros protestantes latinoamericanos en países musulmanes, y también tratando de convencer a los judíos en Israel de que Jesús es el Mesías anunciado por el Antiguo Testamento. La presencia creciente del Islam en Europa (destacadamente en Inglaterra, Francia, Alemania e Italia) por sus repercusiones culturales es todo un reto hermenéutico para los sociólogos de la religión

La disciplina, cuyos especialistas están reunidos esta semana en México, ha logrado tal respetabilidad en nuestro país que organismos como la UNAM, El Colegio de México, la UAM, el Conacyt, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Conaculta y la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, entre otros, apoyaron decididamente a los organizadores para que la conferencia tuviera lugar en nuestra nación. La sociología de la religión goza de cabal salud en México.