Ť En el documento, la PGR insiste en que ninguno fue torturado
Recibe la CNDH los exámenes sicológicos y médicos de los presuntos miembros de las FARP
Ť Detalla en su informe explicación de las lesiones que presentaban
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
La Dirección General de Protección a los
Derechos Humanos de la PGR entregó ayer a la Comisión Nacional
de Derechos Humanos (CNDH) la información solicitada respecto a
los exámenes médicos y sicológicos practicados a los
cinco presuntos integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del
Pueblo (FARP), que fueron detenido el pasado13 de agosto, como parte de
las investigaciones relacionadas con los explosivos que estallaron en tres
sucursales de Banamex el 8 de este mes.
La documentación incluye ?de acuerdo con el informe oficial? "los resultados del examen físico y sicológico con apego a las normas establecidas en el Protocolo de Estambul, practicado a los cinco detenidos como presuntos integrantes de las FARP y el EPR en el interior del penal de máxima seguridad de La Palma, en el municipio de Almoloya de Juárez".
Ese mismo informe señala que "en los peritajes realizados por la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), ninguno de los presuntos miembros de grupos armados presentó alteraciones sicológicas que demuestren la práctica de actos de tortura, ninguno presenta los síndromes naturales de tales acciones y contradicen las versiones vertidas por los detenidos".
El caso de Alejandro Cerezo
Según la PGR, entre la documentación que se envió a la CNDH se encuentran informes que señalan que: "Alejandro Cerezo, de 19 años, reconoció durante los peritajes médicos practicados en el penal de La Palma que sus glúteos enrojecieron porque cuando lo trasladaron a los separos se le subió a una camioneta y se le sentó en el piso caliente.
"Héctor y Antonio Cerezo Contreras narraron a los médicos y sicólogos el sábado pasado que los detuvieron alrededor de las seis de la mañana, cuando dormían en un colchón y una colchoneta en su casa de prolongación Aquiles Serdán número 64, colonia La Cañada, en la delegación Xochimilco.
"Ambos refirieron que los agentes los tomaron de un brazo, se los doblaron hacia la espalda, luego les doblaron el otro, les colocaron esposas y unos hilos de plástico en las muñecas.
"Afirman que los agentes los sacaron al patio de la casa, los colocaron contra la pared, los regresaron al interior y los sentaron en unas sillas.
"A Héctor le preguntaron quién sabía manejar la computadora y que lo condujeron hasta donde se encuentra el equipo y lo hicieron que lo encendiera, para luego retirarlo y dejarlo sentado y esposado en una silla.
Las lesiones en el pecho y el rompimiento de venas oculares
"En tanto a Antonio, quien señala que fue objeto de tortura con bolsas de plástico en la cabeza, afirma que cuando intentaron colocarle la bolsa que contenía unas tunas que había comprado un día anterior, cayó de frente estando con las manos a la espalda y esposadas, pero que salvó su cara, golpeándose fuertemente en el pecho y que así pasó minuto y medio con la bolsa cubriéndole el rostro.
"El peritaje señala que esto no fue posible porque no presentaba ninguna lesión en el pecho y tampoco rompimiento de venas oculares típicas de actos de tortura de esa naturaleza."
Hasta donde se pudo conocer por los representantes de los medios de comunicación, en el informe enviado por la PGR a la CNDH se señalaría: "Hasta el 14 de febrero Pablo Alvarado Flores, de 44 años de edad, sólo tenía una lesión en la rodilla, y ya presentaba costra.
"Sergio Galicia Max, de 37 años, tenía una herida en la mano izquierda, la cual él mismo refirió que se la había provocado con un tornillo.
"Héctor Cerezo, de 22 años, presentó una escoriación en el labio superior muy cerca del lado derecho de la nariz, mientras que en la zona izquierda del cuello y parte alta de la espalda enrojecimiento motivado por resistencia al arresto."