JUEVES Ť 23 Ť AGOSTO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Ť La política social en riesgo
Ť
Privatización neoliberal

LAS EXPRESIONES contrarias a todo aquello que significa el deber del Estado de asistir a las clases más necesitadas en México se manifiestan constantes, continuas en la descalificación de esta labor y en la idea subrayada, publicitada de que lo privado es, sin equívoco, la única opción para conseguir calidad en los servicios.

DESDE ESA perspectiva todo error, toda actividad susceptible de critica se magnifica desde algunos medios de comunicación para impulsar de esa manera el proyecto neoliberal destinado a inutilizar la obligación estatal para con quienes menos tienen.

A LA fecha los muy pocos proyectos sobrevivientes a este capitalismo furioso que vivimos son los apoyos a la salud y la educación. Por eso no es posible mirar de manera aislada los intentos por apoyar la tesis de: lo público es malo, lo privado es excelencia.

SE TRATA con éxito de echar en el olvido el significado más profundo de lo que significa lo público que, en el caso referido, no es más que la solidaridad de todos, es decir, la canalización de los impuestos hacia los servicios gratuitos.

AL CONTRARIO, llevar hacia el nivel de lo privado las prestaciones apunta hacia el extremo de lo individual y rompe los esquemas solidarios de comunidad construidos con base en la conciencia general de las desigualdades y por la voluntad de todos.

POR ESO no es posible desdeñar las acometidas constantes contra las instituciones que, aún ahora, mantienen las formas de ayuda y apoyo del Estado o mejor dicho de toda la sociedad, de quienes contribuimos con una porción de nuestro salario hacia un esquema de justicia social.

EN LOS últimos días hemos sido testigos de un nuevo intento por desprestigiar a la Universidad Nacional Autónoma de México y a los servicios de salud del Gobierno del Distrito Federal. Para los dos casos se hizo uso de amplia propaganda para culpar a las instituciones y con ello a la política que los mantiene vivos.

POR LO que hace a la universidad, problema que ya hemos tocado aquí, se les culpó de convertir a los pobres en guerrilleros, de darles las armas ideológicas que los pudieron llevar al extremo de tratar de producir los cambios que la política y los políticos no pueden efectuar, por la vía de la violencia.

DESPUES, AL principio de esta semana, se juzga y califica a los servicios de salud del gobierno de la ciudad por una negligencia médica grave, intolerable, pero ajena al espíritu de servicio establecida para la creación de esta institución.

UNO TRAS otro, los ataques pretenden hacer creer que no existe otra salida, tanto para la educación como para la salud, que la privatización. Todo lo demás, lo gratuito, lo asistencial se convierte en un sistema inútil.

CURIOSAMENTE NADIE habla de mejorar la educación o los servicios de salud. Nadie quiere saber de aumentos en el presupuesto de las instituciones, de mejoras sustanciales que hagan de los organismos entidades fuertes al servicio de la gente en la capital o en el país; simplemente se les descalifica.

LA IDEA entonces es poner la vida de cada uno de los que puedan pagar en manos de las visiones gerenciales. Salud, vivienda, educación, alimentación, recreación y todo aquello que alguna vez se catalogó como "mínimos de bienestar", y que hasta la llegada de los gobiernos neoliberales cumplía con la perspectiva de un Estado consecuente con su labor fundamental de justicia social, debe ser eliminado para atender las necesidades de los banqueros o políticos corruptos.

SI ALGO deberá reconocerse en el gobierno federal actual es su tesón, su apego a los dictados neoliberales sólo comparables con el periodo salinista. La violencia de las formas del gobierno foxista por agrandar las diferencias entre los dueños del capital y los marginados del régimen se podrían ejemplificar en los ataques a estas dos instituciones que con sus errores, grandes y graves muchas veces, son, se diga lo que se diga, la única posibilidad de que una amplia capa de la población pueda obtener lo que ahora se le regatea: justicia.

LOS MALOS profesores, los médicos burócratas, deshumanizados son producto de años y años de propaganda destinados a crear individuos condicionados para el mundo supuesto de la acumulación; lo demás es una tontería y no sirve.

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