SABADO Ť 25 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Cercó 1.5 hectáreas del Oasis de San Juan de Dios, afirma su director
Director del penal de Mérida despojó a un albergue para enfermos de sida
Ť Francisco Brito Herrera se negó a declarar sobre la acusasción en su contra
LUIS A. BOFFIL CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 24 de agosto. Francisco Brito Herrera, director del Centro de Readaptación Social de Mérida, a quien analistas locales vinculan desde hace años con el ex gobernador Víctor Cervera Pacheco, despojó de un terreno al albergue Oasis de San Juan de Dios, que atiende a enfermos de VIH/sida, dio a conocer el director del organismo, Carlos Méndez Benavides.
En entrevista, aseveró que a partir de "corruptelas", Brito Herrera arrebató en 1999 al San Juan de Dios hectárea y media de tierra, donde personas que padecen sida cultivaban hortalizas y criaban animales de traspatio.
Añadió que Fausto Bello Montalvo, dueño de una compañía constructora, donó dicho predio al albergue que tiene su sede en en la comisaría de San Diego Cutz, municipio de Conkal. "De repente, sin aviso y bajo amenazas, la hectárea y media fue cercada; a sus originales dueños se les impidió la entrada y hasta custodios bien armados amenazaron con disparar" contra personal del albergue, dijo Méndez Benavides.
El director de Oasis San Juan de Dios indicó que "el meollo del problema" podría hallarse en el hecho de que el terreno se halla al lado de una ex hacienda, totalmente remozada, propiedad de Ada Berlín Montero, hermana del diputado federal priísta Jorge Carlos Berlín Montero y esposa de Brito Herrera, a quien el gobernador Patricio Patrón Laviada ratificó como director del Cereso capitalino.
"Un buen día llegamos al terreno y no pudimos entrar, estaba cercado y con personas amenazantes, incluso armadas, que nos insultaron y nos gritaron que nos retiráramos", dijo Méndez Benavides.
Eventualmente, "después de hacernos dar varias vueltas" el director del albergue se entrevistó con Brito Herrera en el penal, "y nos prometió que arreglaría el asunto, y que al parecer todo se debía a un mal entendido", señaló Méndez Benavides. Sin embargo pasó el tiempo, el terreno siguió cercado "y los hombres armados permanecían".
Una vez más pretendió dialogar con Francisco Brito "y éste nos respondió amenazante: 'Me vale madres... demándenme si pueden'".
En 1999, pensar que las demandas contra funcionarios yucatecos prosperarían era algo virtualmente absurdo. La situación podría ser diferente ahora. El 31 de julio anterior, unas horas antes de que Cervera Pacheco culminara su gestión, Méndez Benavides interpuso una demanda legal por despojo del inmueble en la décima agencia del Ministerio Público "contra quien resulte responsable", que quedó asentada con el expediente 1303.
El terreno donado al albergue Oasis de San Juan de Dios está anotado en el Registro Público de la Propiedad en el folio 308 del tomo 60-0, bajo el aval de la notaría pública número 27, desde 1999. "Esperamos que ahora sí se nos haga justicia porque el terreno es propiedad nuestra y nos fue arrebatado por la prepotencia de un funcionario que evidencia, de esta manera, su repudio a los enfermos de sida", aseveró el director del albergue.
La Jornada pretendió entrevistar a Brito Herrera, pero sistemáticamente se negó a un encuentro. Organizaciones no gubernamentales lo han acusado de maltratar a los internos del Cereso, e incluso la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió en los últimos seis años al menos cuatro recomendaciones dirigidas a él, relacionadas con golpes a reos, hacinamiento y falta de atención médica para reclusos contagiados con VIH/sida.