LUNES Ť 27 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť El ex director de Aeroméxico estuvo preso en el Reclusorio Sur desde 1999

De Prevoisin fue el primer empresario que aceptó haber financiado ilegalmente al PRI

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Extraditado a México desde Suiza en 1999 para responder a las acusaciones de fraude por 70 millones de dólares en contra del patrimonio de Aeroméxico, Gerardo de Prevoisin Legorreta se encuentra ya en su casa, luego de que el pasado viernes el juez Oscar Mauricio Maycott ordenó al director del Reclusorio Sur dejarlo en libertad.

Más allá del fraude cometido, De Prevoisin fue el primer gran empresario mexicano que aceptó haber hecho donativos para financiar bajo la mesa las campañas políticas del PRI en 1994. Luego, otros hombres de negocios, como Angel Isidoro Rodríguez, ex propietario de Banpaís, también admitieron haber financiado al Revolucionario Institucional.

Pese a su nueva condición, el empresario aún enfrenta un proceso por administración fraudulenta en contra de la aerolínea, la cual dirigió de 1988 hasta septiembre de 1994, cuando huyó del país.

En un testimonio ante oficiales de una Corte de Texas, celebrado en la ciudad francesa de Niza, Gerardo de Prevoisin aseguró que Miguel Alemán Velasco, actual gobernador de Veracruz, participó y autorizó la transferencia de 8 millones de dólares del patrimonio de Aeroméxico para financiar las campañas del PRI en 1994, cuando resultó electo Ernesto Zedillo.

El interrogatorio fue realizado en Niza a petición de los abogados de De Prevoisin y tuvo lugar entre el 20 y el 22 de mayo de 1998. La declaración fue tomada al empresario como parte de un juicio en el que se acusó al ex magnate de la aviación de desvíos de recursos de la aerolínea por 70 millones de dólares.

En la declaración, aseguró que Alemán Velasco -que era entonces miembro del consejo de administración de la aerolínea- participó en el traspaso de 8 millones de dólares de Aeroméxico para financiar la campaña del PRI. También sostuvo que Guillermo Ortiz Martínez, subsecretario de Hacienda en 1994, le pidió que abandonara el país. Posteriormente, el hoy gobernador del Banco de México rechazó esa versión.

Durante ese interrogatorio, Gerardo de Prevoisin respondió preguntas del abogado Chris Weil, contratado por la nueva administración de Aeroméxico. El indiciado entonces declaró:

-(la aportación al PRI) Es algo que se discutió en el Comité Ejecutivo, incluyendo a algunos miembros del consejo; se decidió conseguir algo de ayuda.

-ƑCon cuáles miembros del consejo se discutió eso? -pregunta el abogado Weil

-Bremmer, Miguel Alemán, Carlos Watty, Benjamín Llano, Ignacio Castillo, Alfonso Pasquel y varios más -respondió el empresario, quien insistió en que la ayuda al PRI fue pactada por el consejo de dirección de la compañía.

En esa ocasión, afirmó que además de los 8 millones de dólares en efectivo, Aeroméxico prestó al PRI un avión y le regaló mil 500 boletos.

Los testimonios del empresario confirman que el dinero aportado al PRI formaba parte del patrimonio de Aeroméxico y no de su fortuna personal, como sostuvo en su momento ese partido político en un intento por tratar de desestimar cualquier posible ilegalidad en la donación.

Según los testimonios, el empresario entregó ocho cheques por un millón de dólares cada uno, a razón de uno por mes, entre enero y agosto de 1994, todos para financiar la campaña del PRI.

La ruta que siguieron las donaciones de De Prevoisin al tricolor fue la siguiente:

De enero a agosto de 1994, el equivalente a un millón de dólares al mes salen de Aeroméxico disfrazados como pagos personales a De Prevoisin; a través de Intercontinental Casa de Cambio, el dinero es convertido en dólares estadunidenses para ser enviados a una cuenta personal del empresario en Citibank-Nueva York.

De esa cuenta, Gerardo de Prevoisin firma tres cheques por un millón de dólares cada uno y los entrega a dos fideicomisos del PRI en Banca Serfin antes de las elecciones federales de 1994. A principios de septiembre de 1994 se transfieren otros cinco millones de dólares, aunque en este caso no está comprobado que fueron depositados en Serfin.

Un dato interesante: la ejecutiva que llevaba la cuenta de Gerardo de Prevoisin en Citibank, y realizó en tal carácter las transferencias, fue Amy Elliot, la misma que fungió como agente financiero de Raúl Salinas de Gortari para enviar dinero de Nueva York a Suiza.