MARTES Ť 28 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Ese mecanismo no requiere que se hagan cambios constitucionales, observa Muñoz Leos

Contratos de servicios integrales, puerta de ingreso para la IP a Pemex

Ť Exploración y producción de gas no asociado son ahora las áreas prioritarias Ť Los contratantes traerían tecnología avanzada, maquinaria de punta, capacitación y mejorarían la productividad

MIRIAM POSADA GARCIA

El ingreso de la iniciativa privada a Petróleos Mexicanos (Pemex) no requerirá ningún cambio constitucional, pues se realizará a través de contratos de servicios integrales, aseguró el director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos, al destacar que la empresa no cuenta con los más de 33 mil millones de dólares que requiere para su crecimiento.

Asimismo, subrayó que de no atraerse las inversiones necesarias en los próximos años los ingresos presupuestales se reducirían 10 por ciento, pero de concretarse se incrementarían 20 por ciento. Cabe precisar que al cierre de 2000 Pemex aportó 37 por ciento del total de los ingresos del gobierno federal.

Muñoz Leos advirtió que los potenciales inversionistas nacionales y extranjeros no deben esperar que se produzcan cambios legales para que sus capitales ingresen a la empresa, debido a que cualquier medida que se adopte será con apego a la legislación vigente. ''En Pemex no sabemos de cambios a la ley''.

En este sentido destacó que las áreas prioritarias ahora son la exploración y producción de gas no asociado debido a que se requiere contar con más gas natural para satisfacer la demanda, en especial del sector eléctrico, y pese a que apenas se está analizando, podría optarse porque los recursos privados se apliquen también en algunos yacimientos de crudo ligero semiexplotados hasta en 30 o 40 por ciento de su capacidad.

Para atraer los recursos que permitan obtener esos energéticos se podrían usar mecanismos como lamunoz_leos_pemex contratación de servicios integrales, que consistiría en atraer inversionistas mediante concursos en los que los contratantes traerían tecnología avanzada, maquinaria de punta, capacitación y altos índices de productividad.

Muñoz Leos explicó que durante años estos servicios se han contratado por separado, pero ahora se pretende que una sola empresa, ''de las grandes'', se haga cargo de todo lo relacionado con la exploración y producción de gas seco, lo cual incluye la perforación y al menos 30 actividades más como ingeniería, procura, construcción, hasta los servicios de comedor, habitacionales o transporte.

El funcionario insistió en que es urgente la llegada de recursos frescos, debido a que el colapso que impacta a la paraestatal desde hace varios años empieza a generar estragos notables que podrían ser muy graves en los próximos años. Entre algunos, precisó, estaría la reducción de la producción de crudo y la consecuente disminución de reservas.

Asimismo, los ingresos presupuestales podrían disminuir 10 por ciento para el 2004 si es que Pemex no cuenta con las inversiones superiores a 33 mil millones de dólares que deberían aplicarse en un periodo de 10 años en las áreas de exploración y producción de gas no asociado, refinación y petroquímica.

Si se obtiene el financiamiento, si se logra cambiar el régimen fiscal de la empresa y darle autonomía de gestión se haría más eficiente la operación así como el desempeño de los trabajadores.

No cambiar el actual nivel de inversiones ''nos conduce al debilitamiento y, a la postre, al colapso. Tenemos entonces que estimar el valor de cada decisión según lo que aporte el cambio de trayectoria de acuerdo con su contribución a un gran esfuerzo para vencer la inercia''.

Reiteró que el desarrollo de Pemex tiene que ver con el volumen de inversión fiscal, ''pero sería simplista pensar que ese sería el único factor. Tenemos que operar en múltiples dimensiones como la fiscal, presupuestal, normativa y laboral''.

Muñoz Leos detalló que los cinco problemas identificados como prioritarios son: insuficiencia de crecimiento, bajo nivel de eficiencia en algunas operaciones, condiciones laborales no favorables para alcanzar mayor flexibilidad operativa y productividad, un sistema administrativo complejo, rígido, y un funcionamiento empresarial deficiente.

En una segunda fase, señaló, se deberá atender la falta de transparencia en información y rendición de cuentas, la insuficiencia de alianzas con capitales privados, así como rezagos en seguridad industrial y protección ambiental.

Para alcanzar estos objetivos la empresa deberá adecuar su carga fiscal y tener la posibilidad de competir con los grandes grupos petroleros que retomaron fuerza a través de alianzas y fusiones.

Además, adoptar nuevos esquemas que promuevan la participación de recursos privados mediante la suscripción de los contratos de servicios múltiples.