Ť Multitudinaria asistencia a las exequias del actor en su natal Murcia
Un verso despidió a Francisco Rabal: ''ni el pudiente ni el obrero te han querido olvidar''
Ť Pasodobles e improvisados poemas enmarcaron el último adiós al artista español
DE LA REDACCION
Las cenizas de Paco Rabal yacen desde ayer debajo de un almendro en el pueblo de Aguilas, Murcia, donde nació hace 75 años.
No hubo ceremonia religiosa, como lo dispuso en vida el carismático actor español, pero sí fue recordado y homenajeado por sus coterráneos con pasodobles e improvisados poemas.
La viuda, doña Asunción Balaguer, no pudo sostener más la entereza que había mostrado durante la madrugada y rompió a llorar en el momento que despidió la urna funeraria con un beso.
Luego, flanqueada por sus hijos Teresa y Benito, depositó el recipiente en la fosa de metro y medio de profundidad cavada ex profeso al pie de aquel árbol de la Cuesta de Gos, donde Rabal jugó innumerables veces cuando niño.
Apenas se había rebasado el mediodía y la cuadrilla de la Cuesta de Gos, integrada por unos siete músicos, hizo silencio. Antes había interpretado ya varios cantes populares murcianos, entre los cuales sonó con vigor una estrofa:
''Tu voluntad fue quedarte entre los nuestros, aquí descansan los restos de don Francisco Rabal."
La poesía también se había hecho presente entre la multitud de 2 mil personas que asistió a las exequias y había desgranado varios versos improvisados: ''España y el mundo entero lloran la muerte de Paco Rabal. Ni el pudiente ni el obrero te han querido olvidar".
No faltaron los discursos espontáneos, como el de un hombre que con voz entrecortada gritó: ''Paco no ha muerto, vive en nuestro corazones". Ni tampoco los recuerdos ni las rememoraciones hechas por cercanos al gran intérprete, como Pedro Guerrero, quien leyó un combinado de poemas escritos por el propio actor y Miguel Hernández.
Los medios de comunicación se volcaron hasta este pueblo para dar cuenta detallada del último adiós que su gente, su tierra y su cielo dieron a uno de los hijos predilectos de Murcia. Y así los principales diarios de España, como El País y el ABC, ofrecen esa información en su edición de este sábado.
El gobierno español envió a la ceremonia al secretario de Cultura, Luis Alberto Cuenca; mientras la presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la actriz Marisa Paredes, dijo representar a la cinematografía nacional de ese país, ante de la evidente ausencia de otras figuras del séptimo arte y el espectáculo.
Escala en Milana Bonita
La comitiva funeraria -según ABC- salió a las diez y media de este viernes del Centro de Cultura Francisco Rabal, donde las cenizas del actor permanecieron toda la madrugada. Teresa y Benito Rabal fueron los encargados de portar la urna, que abandonó el centro a los acordes de un pasadoble interpretado por la Banda de Aguilas.
Los más de diez automóviles que formaban la comitiva se detuvieron en Calabardina, donde la familia Rabal tiene la casa Milana Bonita, para recoger la corona de bugambilias que luego envolvió la urna, escoltados por miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Después siguió su trayecto de 17 kilómetros.
Asunción Balaguer y sus dos hijos, entre aplausos, fueron los primeros en llegar al pie de la fosa. Allí estuvieron acompañados por los nietos del finado intérprete para cumplir con su última voluntad.
La información de premios y reconocimientos póstumos para Paco Rabal comenzó a circular ayer mismo.
Marisa Paredes, por ejemplo, recordó que la versión 49 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián le entregará el Premio Donostia y le rendirá un homenaje póstumo.
El director del Festival del Cine Iberoamericano de Huelva, Francisco López Villarejo, en tanto, informó que en su versión de este año, que se efectuará del 17 al 24 de noviembre, el certamen le dedicará su gala de apertura al actor y le concederá el premio Ciudad de Huelva. La muestra adelanta así, tras el repentino fallecimiento del artista, la entrega del galardón que tenía previsto concederle el año entrante.
''Ha muerto como él quería, con alegría y una sonrisa", dijo Asunción Balaguer, quien durante la madrugada del viernes recordó los últimos instantes de su esposo:
''Se bebió una copa de champán y, de pronto, le dio un ataque de tos y yo creo que fue instántaneo. El avión aterrizó inmediatamente en Burdeos para ver si se le podía revivir, pero yo estoy segura de que hacía un ratito que se había muerto. Tenía una sonrisa."