MARTES Ť 4 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť ''Ciudadanización, neologismo que hará vida propia''

Necesario, un nuevo modelo de política cultural, afirma Fonseca

Ť Anunció el programa sexenal de Vinculación del CNCA

Ť Se pugnará por ser un país de lectores, asegura

ARTURO JIMENEZ

Es necesario proponer un nuevo modelo de política cultural para una sociedad abierta, plural y democrática, pues ya no es posible ''imponer líneas desde el centro", sostuvo Eudoro Fonseca Yerena, director general de Vinculación Cultural y Ciudadanización del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) al presentar su Programa de Trabajo 2001-2006.

''El país requiere una política cultural concebida y discutida nacionalmente y no sólo propuesta o, peor aún, impuesta; que integre y refleje la visión y las necesidades de las regiones y los actores locales, y que pueda, por tanto, ser suscrita y asumida por todos."

Fonseca anunció seis nuevos tipos de programas para este sexenio, dio una especie de informe en tono positivo de los nueve meses que lleva esta administración cultural y defendió el Programa Nacional de Cultura, recién anunciado por Sara Bermúdez, titular del CNCA:

''Podemos afirmar sin retórica y sin faltar a la verdad que éste es resultado, como nunca antes, del diálogo del gobierno federal con los diversos organismos culturales del país y con los ciudadanos de todas las regiones de México."

Además, en la parte de preguntas y respuestas, definió qué perfil de ''ciudadano culto" busca lograr el consejo:

''Todo el Programa Nacional de Cultura está orientado a definir un país de lectores, de seres imaginativos, creativos, propositivos, que valoren y conozcan su propio patrimonio cultural y el de todas las culturas y pueblos; que no sean racistas ni excluyentes, sino tolerantes. Aspiramos a ciudadanos cultos, informados, libres, participativos y críticos."

Recursos ''muy moderados"

Los nuevos proyectos de la Dirección General de Vinculación Cultural y Ciudadanización son los Consejos Ciudadanos de Cultura y los Fondos Municipales para el Desarrollo Cultural; los programas regionales del Sotavento, del Gran Nayar, del Tronco Yoreme, del Desierto Norte, el Maya Peninsular y el de las Californias.

Además, el Programa de Atención a Públicos Específicos que presenta espectáculos a jóvenes, niños de la calle, discapacitados, adultos mayores, reclusos y hospitalizados entre otros.

El funcionario dijo que éstos se relacionan con los objetivos de ''ciudadanización de la cultura", desarrollo cultural de los estados, regiones y municipios, la atención a públicos específicos y la capacitación de promotores y trabajadores del sector. Esa dirección general ejerce este año recursos por 120 millones de pesos, de los 5 mil millones que maneja el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Se trata, dijo, de un presupuesto y personal ''muy moderados" pero su activo principal es una buena interlocución con los organismos de cultura de los estados y municipios del país.

Entre los diversos programas, destacó el de los Fondos Municipales, para los cuales se tiene una asignación de 20 millones de pesos, y precisó que con un mecanismo tripartita (federación, estados y municipios) estos se convertirán en 60 millones. Dijo que la meta es crear 500 Fondos Municipales durante el sexenio, de los casi mil 500 ayuntamientos que hay en el país.

Fonseca precisó de nueva cuenta el polémico término de ''ciudadanización de la cultura" y reconoció que se trata de un neologismo que hará ''su propia vida, afortunada o desafortunada".

Y comentó que más que el término le interesa el concepto.

''Tiene dos partes fundamentales: que el Estado reconozca los derechos culturales de los ciudadanos, es decir, que los asuma, respete y haga valer, que no suplante la participación de los ciudadanos ni decida de manera paternal por ellos."

La segunda, indicó, es la necesidad de crear los foros, espacios, condiciones y oportunidades para que un número cada vez mayor de mexicanos pueda incorporarse a la vida cultural del país y la cultura no sea asunto de unos cuantos.

Aclaró: "De ninguna manera ciudadanización significa que el Estado abdique de sus responsabilidades de fijar las líneas de la política cultural, ni tampoco privatización de la cultura".