MIERCOLES Ť 5 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Descartan ''amnistía plena" para indocumentados
Sin definirse, comunicado de Fox y Bush sobre asuntos migratorios
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 4 de septiembre. A escasas horas de que los presidentes Vicente Fox y George W. Bush se reúnan en la Casa Blanca, funcionarios de ambos gobiernos continúan negociando los detalles de lo que ambos mandatarios declararán en torno al tema migratorio, tópico principal en esta visita de Estado.
A pesar de las declaraciones oficiales de ambas partes, en el sentido de que hay avances importantes en todos los rubros, incluso el migratorio, el punto clave aún está en juego: la afirmación de ambos gobiernos de que uno de los puntos acordados en esta visita es el compromiso de promover una legalización o "regularización" de por lo menos algunos indocumentados mexicanos en este país.
El presidente Fox, en una entrevista publicada hoy por el New York Times, reiteró que uno de los objetivos centrales de esta negociación bilateral es "abordar la situación de los más de 3 millones de mexicanos (que) actualmente (residen) en Estados Unidos sin calidad legal".
El canciller Jorge G. Castañeda declaró que no es posible resolver el problema migratorio sin abordar el asunto de los indocumentados que se encuentran en Estados Unidos y el flujo de nuevos inmigrantes, sólo a través de un programa de trabajadores temporales.
"No podemos abordar sólo un aspecto, el que nos gustaría más o tal vez el que le gustaría más a Estados Unidos, o a ciertos sectores de la sociedad mexicana o estadunidense", declaró Castañeda en conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado Colin Powell. "Sigo creyendo, y creo que en esencia estamos de acuerdo sobre esto, que tenemos que abordar todas las facetas de este tema", añadió. Colin Powell dijo estar "totalmente de acuerdo".
Pero no hay consenso en el gobierno de Bush, y aunque Powell ha sido tal vez el mejor aliado de la posición mexicana, su "acuerdo" no es compartido dentro del gobierno. Por lo tanto, la batalla por el punto migratorio continuó a lo largo de este día, con México tratando de asegurar que el comunicado final de ambos presidentes incluya la intención de los estadunidenses de regularizar a los indocumentados.
Por su parte, el presidente Bush comentó hoy que en este país "no hay un apetito por una amnistía plena" y que el proceso de negociar un problema tan complejo tardará. El tema continuará siendo el juego diplomático de esta semana. Bush reiterará una y otra vez que rechaza una "amnistía plena", pero lo que el lado mexicano y Powell esperan es que el jefe de la Casa Blanca no cierre la puerta a la "regularización".
Para el lado mexicano, el hecho de que su contraparte no haya cerrado esta puerta es un triunfo. Así, un alto funcionario del gobierno de Bush afirmó hoy que "todo está en la mesa, menos una amnistía plena".
Los secretarios Castañeda y Powell subrayaron que lograr un mejor acuerdo es más importante que concluirlo rápidamente, e indicaron que esta negociación está en su etapa inicial y no habrá un anuncio de un acuerdo migratorio concreto y detallado esta semana.
No obstante, Castañeda reafirmó que Fox está confiado en que ambos gobiernos podrán concretar un acuerdo que resolverá "la totalidad de los problemas más sobresalientes" de los inmigrantes, en un plazo de entre cuatro y seis años.
Según fuentes cercanas a esta negociación, hace tres semanas el gobierno mexicano solicitó a su contraparte estadunidense determinar la fecha límite para lograr la regularización de indocumentados en este país y los flujos migratorios a futuro. En particular, las autoridades mexicanas pidieron establecer cuántos inmigrantes serán regularizados, cuándo, qué requisitos tendrán que cumplir y qué derechos tendrán.
Todos estarán esperando las palabras de Fox y Bush esta semana para evaluar cómo va el partido del mandatario estadunidense. Como sugirió un funcionario, "escuchen muy cuidadosamente".
Ť Disuelven el Grupo de Contacto de Alto Nivel
Reforzarán México y EU combate a corrupción y delitos financieros
Ť El problema del narcotráfico ya no será un tema dominante en la relación bilateral, afirma Aguilar Zinser
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 4 de septiembre. El gobierno mexicano presentó hoy a su contraparte estadunidense una petición para que las autoridades no se centren sólo en el problema del narcotráfico, sino que se dé un énfasis similar a la persecución de los beneficiarios de la corrupción y el crimen financiero en ambos países.
Marcando un cambio notable en la forma en que se ha realizado el diálogo bilateral, este martes el gobierno mexicano presentó una serie de propuestas a su contraparte, con la intención explícita de dejar atrás una postura defensiva y establecer un trato entre "iguales".
"Ahora hay más énfasis en hacer recíproca la cooperación, ya no se trata de que nosotros sólo le solicitemos cosas a los mexicanos", afirmó una alta funcionaria del gobierno de George W. Bush a La Jornada, en el marco de la reunión de la Comisión Binacional.
En términos concretos, informó el asesor de Seguridad Nacional de la Presidencia, Adolfo Aguilar Zinser, el gobierno de Estados Unidos aceptó la propuesta mexicana de una mayor cooperación en la persecución de fugitivos mexicanos acusados de delitos financieros, en la lucha contra la corrupción generada por el crimen organizado y un esfuerzo más efectivo en el control del tráfico de armas ilícitas estadunidenses.
En el rubro de seguridad, la propuesta mexicana tiene el objetivo de crear una agenda "más balanceada" en la cooperación bilateral, que no gire exclusivamente en torno al narcotráfico, indicó Aguilar Zinser. Agregó que se negoció y adoptó un nuevo esquema para la cooperación al más alto nivel entre los gobiernos de México y Estados Unidos.
Para empezar, señaló Aguilar Zinser, la Comisión Binacional disolvió el llamado Grupo de Contacto de Alto Nivel (GCAN), establecido para centrarse en la lucha antinarcóticos. "El problema fundamental del GCAN es que fue una organización creada en un momento de vulnerabilidad de México con el asunto de Gutiérrez Rebollo", comentó a La Jornada. Por lo tanto, ese mecanismo operaba en torno a la agenda estadunidense. En lugar de esto, México propuso, y fue aceptado, establecer un esquema de cooperación en el que el tema antinarcóticos ahora forme sólo parte de un rubro que incorpora una gama de temas de "seguridad y justicia".
En este esquema, los temas de delitos financieros, corrupción y crimen organizado se tratarán de forma equilibrada con el de narcotráfico, sin que éste sea el asunto dominante. Como ejemplo de cómo funciona este nuevo esquema, Aguilar Zinser, quien copresidió las mesas de trabajo de asuntos legales y fronterizos de la Comisión Binacional, junto con el procurador general John Ashcroft, comentó que México ha elaborado una lista de más de 100 personas acusadas de delitos financieros que se encuentran fugitivas. "Hemos presentado una lista de los 10 más buscados al gobierno estadunidense", dijo Aguilar Zinser, y señaló que se espera la asistencia del gobierno de este país para ubicar y extraditar a esas personas para que sean enjuiciadas por la justicia mexicana. "Creemos que estamos negociando con un gobierno más dispuesto a cooperar en la detección de dineros y personas involucradas en la corrupción en nuestro país", afirmó.
Pero no todo el debate fue sobre algo nuevo. Como siempre, estaba el asunto de la certificación antinarcóticos. "Nuestra propuesta fue que el gobierno de Bush adpote un papel mayor para que el Congreso no sólo suspenda la certificación sino que la cancele totalmente", agregó. La propuesta mexicana, dijo, es buscar activamente un "mecanismo multilateral, técnico y con autoridad independiente" para evaluar la lucha antidrogas.
Los dos gobiernos firmaron hoy cinco acuerdos, incluyendo uno para compartir bienes asegurados de organizaciones criminales, y otro para renovar la asistencia técnica estadunidense dedicada a la modernización y capacitación de fuerzas antinarcóticos en México. También se abordó una amplia gama de rubros de interés bilateral, desde educación, asuntos fitosanitarios, vivienda y problemas fronterizos.