JUEVES Ť 6 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Bandas, salvas y discursos de buena voluntad; afuera, los que no tienen voto pero sí voz

Pomposa bienvenida a Fox en la Casa Blanca

Ť El poderío bélico de Estados Unidos, sintetizado en un desfile de banderines; diez hacían referencia a la intervención de 1847 en México Ť Inmigrantes exigen programa de legalización

JIM CASON Y DAVID BROOKS, Y JUAN M. VENEGAS CORRESPONSALES Y ENVIADO

bush_mexico_fox_3byWashington, 5 de septiembre. Todo estaba hecho para ofrecer una imagen de alto nivel, para la foto, para enviar el mensaje: Bush es "amigo" de los mexicanos y los latinos avecindados en este país.

Es la ceremonia de bienvenida al presidente Vicente Fox en la Casa Blanca, la cual incluyó banda militar, banderitas mexicanas y estadunidenses, guardias de honor, salvas de bienvenida, soldados con las espadas elevadas y rifles al hombro, y expresiones en inglés y español.

Mientras los dos mandatarios se saludaban y expresaban su amistad, miembros de sus gabinetes, invitados especiales -como los empresarios Carlos Slim y Lorenzo Zambrano y el analista Sergio Aguayo-, niños aburridos y representantes de los medios, todos juntos, aguantaban el abrasador sol matutino en el jardín sur de la Casa Blanca.

Una unidad de soldados con uniformes de la era de la revolución estadunidense marchaba al ritmo de Yankee Doodle Dandy, y otros ofrecían símbolos históricos del país.

Fox y Bush pasaron revista a la guardia de honor, compuesta por representantes de las cinco ramas de las fuerzas armadas de este país. En medio de esta unidad de unos 150 militares, cinco de ellos sostenían banderines de batallas. "Lo que representan son acciones militares significativas en las que las fuerzas armadas estadunidenses han participado", explicó un vocero del Pentágono a La Jornada.

Los banderines de la fuerza aérea, por ejemplo, contenían las palabras "campaña aérea Kosovo 1999" y "Vietnam, invierno-primavera 1969". Entre los banderines del ejército, estaban aquellos que conmemoraban las guerras contra los indígenas, como "Pine Ridge 1890" y "Apache 1873", y otros que recordaban las "expediciones" del ejército estadunidense en República Dominicana, Granada y Panamá.

No se sabe si fue falta de observación de Fox o si la gente de Bush lo pensó dos veces, pero entre los banderines había diez que conmemoraban acciones bélicas contra México en 1847 y otro que rezaba: "Expedición mexicana 1916-1917".

bush_mexico_fox_dfr

Después de la parada militar, ambos presidentes ofrecieron sus discursos sobre la gran amistad entre ambos países y su deseo de buena vecindad.

Más allá de las rejas de la Casa Blanca diversas voces también externaban su percepción sobre la relación bilateral, tan festejada este día. Hubo manifestantes de Amnistía Internacional denunciando la falta de derechos humanos en México, protestas contra la ley indígena y expresiones de solidaridad con los zapatistas.

Frente a la embajada de México, otros más, representantes de aquellos que son el centro de esta cumbre presidencial, los que viven en las sombras de este país, sin voto, pero con voz, se manifestaban en favor de la amnistía a indocumentados.

Cien mil firmas por la legalización

Esta mañana, poco antes de la reunión entre Fox y Bush, una delegación de representantes de grupos de inmigrantes mexicanos presentó más de 100 mil firmas demandando la legalización de los indocumentados.

Alma Izoteca, inmigrante mexicana que reside en Illinois, comentó: "estamos cansados de saber que la gente teme acudir a un hospital por ser indocumentada. Duele cuando nuestros hijos sueñan con ser doctores y abogados sabiendo que eso no ocurrirá sólo porque somos indocumentados".

Ella, junto con representantes de la llamada Campaña Nacional de Firmas por la Legalización, ha recolectado cartas, tarjetas y peticiones de varias regiones del país exigiendo a ambos gobiernos negociar la legalización de los indocumentados.

Angélica Salas, directora de la Coalición de Derechos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA), declaró a La Jornada que si los gobiernos de Bush y Fox sólo se limitan a promover un programa de trabajadores temporales, "las comunidades inmigrantes aquí quedarían muy inconformes, ya que ese tipo de programa no evita el maltrato y no resuelve el problema".

Coreando "Fox, Bush, escucha, estamos en la lucha", y "Fox, ayúdanos a ayudar a tu gente, a tu pueblo", una decena de representantes prometió que a fines de este mes más de 30 mil personas llegarán a esta capital para cabildear en favor de una legalización plena. Detrás de ellos, habían pegado una bandera mexicana y otra estadunidense, pero ésta no se dejaba colocar. "Se está cayendo la bandera americana, está mal puesta, por la injusticia que representa", comentó uno de los manifestantes.

A pocas cuadras, los dos gobiernos continuaban negociando el futuro de esta gente; sobre si continuará muriendo, en promedio, más de un mexicano cada día al intentar cruzar la frontera y si las condiciones de vida de los que se sacrifican aquí para enviar 8 mil millones de dólares a casa cada año mejorarán. Todos están atentos a lo dicho y lo hecho por Fox y Bush durante estos días.