JUEVES Ť 6 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Lo demuestra el nombramiento de obispos, señala
Chiapas, motivo de preocupación para el Papa, asegura Bertello
RODOLFO VILLALBA SANCHEZ CORRESPONSAL
Tapachula, Chis., 5 de septiembre. El nuncio Giuseppe Bertello afirmó que para el papa Juan Pablo II es motivo de preocupación la situación que se vive en Chiapas, y ''lo demuestra al nombrar a los nuevos obispos en esta entidad para que contribuyan al servicio de la Iglesia y la paz.''
Entrevistado en el aeropuerto internacional de esta ciudad, a la cual llegó para asistir a la asunción del nuevo obispo local, Rogelio Cabrera López, el nuncio indicó que el Papa se interesa en el conflicto en Chiapas porque ha incidido en la paz, la migración y el desarrollo de los indígenas. ''Con la llegada de dos nuevos obispos (en Tapachula y Tuxtla Gutiérrez) se refuerza la fe y la esperanza de la Iglesia católica'' en este estado del sureste, aseveró.
Por su parte, el obispo Cabrera López afirmó que pretende dar continuidad al trabajo que realiza el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel. Añadió que las pláticas que se realizan en Estados Unidos para dar un mejor trato a los mexicanos migrantes ''traen como consecuencia un compromiso para resolver los problemas de la frontera sur, y esperamos que la llegada de dos nuevos obispos a Chiapas contribuya para alcanzar la paz o al menos para no complicar más las cosas.''
Más tarde, cientos de feligreses oriundos de la costa, sierra y frontera de Chiapas se congregaron para darle la bienvenida. Cabrera López llegó acompañado a esta diócesis por el nuncio Bertello, así como por cuatro arzobispos, dos obispos eméritos y 14 obispos, además de sacerdotes de Acámbaro, Michoacán, sede de donde procede.
El prelado pidió a sus fieles dar respeto y amor a los indígenas y pobres, pues ''sólo de esa forma se podrá erradicar el rencor y la violencia, por eso las leyes deben buscar el bienestar y el desarrollo.''
Igualmente, sostuvo que se debe respetar la capacidad de los indígenas para decidir, lo cual constituye la única forma en que ''ellos tendrán confianza en las leyes y se olvidarán las ofensas y agresiones que han vivido.''
El EZLN no cree en el gobierno, señala el obispo Arizmendi
El obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, reiteró el llamado a la sociedad mexicana para seguir trabajando por la paz, ya que -aseveró- este es un momento de mucha desconfianza en que el EZLN perdió la credibilidad en el gobierno.
Comentó que a pesar de los esfuerzos oficiales parece que éstos no fueron suficientes para los zapatistas.
Entrevistado durante la toma de posesión del nuevo obispo de Tapachula, Rogelio Cabrera López, el prelado dijo que una tarea prioritaria es erradicar la marginación y la pobreza, que son los enemigos a vencer, y ante esto ''debemos estar todos unidos.''
Añadió que pueden existir diferencias ideológicas en cuanto a la política, la economía, la democracia y la justicia, pero no debe haberlas para erradicar la pobreza, y es allí donde hay un factor común y podemos unirnos.
En relación con la diócesis de San Cristóbal de las Casas, dijo que hay muchas variaciones en cuanto a los municipios y las regiones, pero en general hay un ambiente de trabajo, de búsqueda de la reconciliación, aunque no deja de haber pendientes como el retorno de muchos desplazados a sus hogares, la división interna de las regiones -con intervención de partidos políticos- por cuestión de tierras, simpatía o antipatía del zapatismo.
Señaló que en el trabajo pastoral se tienen pláticas con líderes de las diferentes congregaciones religiosas, para juntos trabajar por la paz. Asimismo, expresó que a todos preocupa, pero más a los indígenas, los bajos precios del café y la escasa posibilidad de diálogo entre el EZLN y el gobierno federal.
Ratificó la postura de la Iglesia y de la mayoría de las comunidades indígenas sobre el deseo de vivir en paz, que su café valga, que el maíz alcance para todos, que la tierra produzca, que tengan luz, caminos, agua potable, es decir, servicios. Enfatizó que el Ejército Zapatista ha manifestado que no quiere la vía militar, sino una fuerza política que engendre cambios en el país.
''Hemos pasado por cosas mucho peores, con incidentes aislados que no pueden negar que hay conflictos y divisiones internas. A veces por problemas de tierra, los partidos políticos, las campañas; no faltan personas... pero ese no es el camino que México quiere'', aseguró.