Ť Fox debió permitir que quebraran las plantas sin viabilidad financiera, dice IMEF
El gobierno ofreció que la expropiación azucarera sería la única del sexenio: IP
Ť Es otro caso de impunidad entre el poder y los dueños del dinero; la medida beneficiará a los grandes empresarios refresqueros que comprarán las instalaciones, señala El Barzón
VICTOR CARDOSO, HUMBERTO ORTIZ MORENO Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) insistió este miércoles en que la expropiación de 27 de los 59 ingenios que operan en el país puso de manifiesto que ''hay un desastre'' en algunos sectores agroindustriales.
La Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera consideró, por su parte, que además de la ''medida extrema'' de la expropiación de los ingenios es necesario que el gobierno federal adopte medidas complementarias que favorezcan los múltiples problemas que enfrenta la actividad y no sólo su situación financiera.
El organismo señaló que la ''difícil situación'' del sector azucarero fue originada por el desorden comercial y la competencia desleal de las importaciones de jarabe de maíz, así como por el desacato de Estados Unidos a realizar el volumen de compras establecido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Mala señal para los empresarios
Cualquier expropiación siempre es una mala señal
para los empresarios de un país, afirmó Claudio X. González
Laporte, presidente del CCE, que agrupa a los organismos más representativos
del sector privado nacional. En particular, dijo que la decisión
tomada por el gobierno del presidente Vicente Fox el lunes pasado es un
llamado de atención para el país, porque ''cuando se tiene
que aplicar una expropiación es que estamos haciendo las cosas muy
mal''.
La determinación del gobierno federal de expropiar 27 ingenios, anunciada el lunes pasado, mantuvo las opiniones dividas. Por un lado, productores agropecuarios aglutinados en El Barzón señalaron que la medida es ''más espectacular que efectiva'', pues no fue acompañada por un proyecto de mediano y largo plazos de restructuración de la industria cañera nacional. En otro extremo, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), integrado por varias de las principales empresas privadas del país, afirmó que la administración del presidente Fox debió dejar que quebraran los ingenios que no tienen viabilidad financiera.
La expropiación de los 27 ingenios azucareros no ha sido interpretada como un viraje en la política económica del gobierno actual, continuador de las medidas de apertura y liberalización iniciadas hace casi dos décadas. Pero el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) la consideró ''una medida extrema'' que sólo pone de manifiesto que ''hay un desastre'', según el presidente de ese organismo cúpula, Claudio X. González Laporte.
El líder empresarial consideró que las expropiaciones, cualesquiera sean, siempre son una mala señal para el empresariado, pero en este caso lo es también para el país ''porque quiere decir que donde se tiene que aplicar una expropiación es que estamos haciendo las cosas muy mal.
''Lamentaríamos gigantemente que la expropiación de los ingenios sea un viraje o un retroceso al pasado, porque si no, ¿para qué el cambio dentro del país? Creemos que no es un viraje, sino que obedeció a las condiciones específicas negativas de la industria azucarera'', expresó González Laporte en respuesta a las preguntas de los reporteros sobre la medida adoptada por el gobierno federal el pasado lunes.
Insistió: ''El sector empresarial no puede estar a favor de las expropiaciones en ningún momento; creemos que son medidas extremas, medidas que indican que hay un desastre donde se tienen que tomar y estamos viendo que (mejor) no haya esos desastres''.
Manifestó que al más alto nivel, autoridades del gobierno federal le explicaron al sector privado que es y será la única expropiación que se realice en esta administración y específicamente sobre la industria azucarera. ''Se nos ha indicado que definitivamente así es'', señaló.
No es deseable ni aceptable otra versión del rescate bancario: IMEF
El gobierno federal debe asegurarse que la expropiación de los ingenios azucareros no se convierta en una nueva versión del costoso rescate bancario, porque ''no es deseable ni aceptable'', manifestó José Valles Luévanos, presidente del IMEF.
Deploró que se ha dado poca información sobre el proceso expropiatorio; consideró necesario que las autoridades definan ante la sociedad de qué forma se va a garantizar la recuperación de los recursos públicos invertidos en el saneamiento de la industria azucarera y sugirió que ese dinero regrese a la Tesorería de la Federación para impulsar otros proyectos productivos.
''Nos causó sorpresa, sabemos que es una expropiación diferente, sui géneris, porque no se expropia la industria azucarera, sino sólo un grupo de ingenios en quiebra y lo que debía haberse hecho es precisamente dejarlos que quebraran'', señaló.
Pero, atajó Valles Luévanos, si el gobierno calculó que el costo social que habría representado para el país dejar que quebraran esas empresas era muy alto y esto justificó la expropiación, ''entonces lo avalamos''.
Desde un punto de vista diferente, Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón, organismo que agrupa a deudores de la banca y productores agropecuarios, comentó que la expropiación de los 27 ingenios azucareros tendrá un costo cercano a 30 mil millones de pesos, el doble del presupuesto anual de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El gobierno federal, agregó, tendrá que pagar a los ex propietarios ?algunos ya rescatados durante el saneamiento bancario? una ''injusta indemnización'', pero además deberá hacerse cargo de otros pasivos de esas unidades industriales con el Seguro Social, la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Hacienda e instituciones bancarias.
''La expropiación de 27 ingenios, como no fue acompañada de un proyecto integral para el rescate de la industria cañera, terminará por beneficiar a los grandes empresarios refresqueros del país, que serán los únicos en condiciones de adquirir las plantas'', indicó Ramírez Cuéllar. ''Estamos frente a otro caso de impunidad entre el poder y los dueños del dinero'', señaló.
En medio de esta polémica, José Luis Romero Hicks, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), descartó que esa institución corra riesgos de ver deteriorado su capital por el apoyo que prestó en los últimos meses a varios de los empresarios azucareros que fueron expropiados el lunes pasado.
Bancomext empleó 400 millones de dólares para adquirir azúcar que no podía ser colocado en el mercado nacional. El dulce fue tomado como garantía, y de sus ventas a futuro el banco recuperaría las garantías.
''El propio azúcar que adquirió Bancomext es la garantía de que los recursos van a ser recuperados'', por lo que la decisión gubernamental de expropiar los 27 ingenios ''es un tema completamente aislado respecto de la posición del banco como acreedor'', indicó.
Eduardo Zedillo, clave en el sector azucarero
Clave para entender la crisis por la que atraviesa la industria azucarera, Luis Eduardo Zedillo Ponce de León, hermano del ex presidente Ernesto Zedillo, participó en el sector azucarero desde 1978 hasta el 2000 en diferentes puestos.
En 1978 se incorporó al sector azucarero como funcionario de la Operadora Nacional de Ingenios (ONISA), donde fue analista en evaluación de proyectos.
Luego pasó a la Comisión Nacional de la Industria Azucarera (CNIA) como subgerente de programación industrial para promover el desarrollo de estudios y proyectos relacionados con el aprovechamiento integral de la caña de azúcar.
Con la restructuración del sector azucarero en 1984 y la creación de la paraestatal Azúcar S. A. de C. V., se hizo cargo de la Subdirección Industrial del Instituto para el Mejoramiento de la Producción de Azúcar (IMPA), organismo rector de la investigación azucarera.
Entre los proyectos de investigación que encabezó en la CNIA y en el IMPA se encuentran ''producción de abono orgánico humificado a partir de bagazo de caña'', realizado conjuntamente con el Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional (IPN); producción de levadura a partir de mieles finales, también con el Cinvestav, y ''producción de alimento animal con bagazo de caña hidrolizado'', así como el de ''tratamiento de productos residuales para el sector azucarero'', en el que participaron el Cinvestav, la Facultad de Química y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, así como la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y la Industria Azucarera Mexicana.
Como resultado de la privatización del sector azucarero en México, desaparece el IMPA y Luis Eduardo Zedillo es propuesto por México como candidato para ocupar el cargo de secretario asistente de tecnología en el intergubernamental Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe Exportadores de Azúcar'' (Geplacea), responsabilidad que asume en 1990 y donde, sostiene su currículum, ''instrumenta políticas de desarrollo tecnológico e industrial para el sector azucarero''.
El Geplacea se constituyó en 1974 en Cozumel, Quintana Roo, y desde entonces su sede quedó en la ciudad de México para servir de órgano de consulta y coordinación en asuntos de mercado, de comercio y de tecnología del azúcar y sus derivados de las agroindustrias de la región. En 1994, el gobierno de México presentó la candidatura de Luis Eduardo Zedillo para ocupar la segunda posición en importancia en el Geplacea como secretario ejecutivo adjunto, cargo que desempeñó hasta 1996. A partir de ese año y por decisión de la asamblea general del organismo asume la secretaría ejecutiva del mecanismo multilateral.
Como consecuencia de la privatización de la mayoría de las industrias azucareras en la región de Centroamérica y el Caribe, los gobiernos de los países miembros del grupo resolvieron disolverlo. La asamblea general solicitó a Zedillo llevar a cabo los trabajos necesarios para la extinción del organismo, actividad que desarrolló a partir del segundo tercio de 2000.
JOSÉ GALAN