VIERNES Ť 7 Ť SEPTIEMBRRE Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

RANDES ESPECTACULOS DISFRUTA por doquier el exigente público mexicano. No en vivo, sino a través de los medios de comunicación, que le dan puntual (y en algunos casos alborozada) cobertura. Los aficionados al arte disfrutan de la todavía innombrada obra migrante que se ha montado en el extranjero, en el cotizado teatro Casa Blanca, y que es una fabulosa (maravillosa, extraordinaria y sensacional) comedia de enredos, mejor que la que Jorge Ortiz de Pinedo y Pompín Iglesias estelarizan en el Teatro de los Insurgentes, en la capital de la colonia llamada México, denominada Quiero, pero no puedo. Y en directo y a todo color, la interesante telenovela titulada La banca hace la unión, que mezcla lo policiaco con lo político, y en la que el cotizado galán tropical, Carlos Cabal Peniche, lucha contra la adversidad que pretende culparlo de crímenes (y financiamientos de campañas priístas) que él niega apasionadamente.

DESLUMBRANTE LA MANERA como aquellos primeros actores (Fox y Bush, no Ortiz de Pinedo e Iglesias) han alternado frente a auditorios rigurosos, entre los que no faltan críticos refunfuñones. Sin embargo, los observadores han quedado gratamente impresionados por la maestría histriónica mostrada hasta ahora y de la cual dan vívida cuenta en notas de primera plana de los principales diarios estadunidenses y en los principales espacios del periodismo electrónico.

Y ES QUE el manejo de las emociones ha sido extraordinario: tristeza profunda, por ejemplo, se sintió cuando ambos ejecutantes hicieron creer que se habría de tardar más de lo pensado la firma de una versión moderna del tratado Guadalupe-Hidal..., perdón, del acuerdo migratorio que llevaría como copeteado regalo el de la plena apropiación estadunidense de la producción mexicana de energéticos (petróleo y electricidad) y de la muy republicana (pues habría perdido todo rasgo de soberanía) lucha contra el narcotráfico. Suspenso terrible habría luego, al ver al arriesgado intérprete guanajuatense lanzarse, osado, a la conquista del tal acuerdo migratorio, declamándole al poderoso hombre de las botas (es decir, el texano) una versión politizada de la clásica frase amatoria que reza: "Lo nuestro ya no puede seguir así". Y el requerido (es decir, aquel al que se le pidió diera respuesta), apoyando enseguida, con generosidad, las líneas del parlamento acordado.

Y EL TEATRO parlamentario (el que se parla) que se venía abajo de tantos aplausos, de las ovaciones al primerísimo actor patrocinado por la Coca-Cola, al que la timoratez y el apanicamiento del público mexicano le han ido regateando méritos, como por desgracia había sucedido días atrás, en el foro San Lázaro, el día que rindió su informe de actividades en su carácter de jefe de la Compañía Montessori (ya aquí se había apuntado ayer, en esta sección de espectáculos, la conveniencia de que dicho jefe vaya pensando en cambiar la sede de sus tales informes a Washington, donde tan inmejorablemente le va, propuesta que ahora se reitera a la vista de los grandísimos logros habidos en ese congreso estadunidense. Podríase, incluso, habilitar un asiento para que algún presidente amigo dijera a los reporteros metiches: "šcállese!", como en español habría dicho George W. a los periodistas gringos que no dejaban al amigou Vicente atender a gusto a los comunicadores hispanoparlantes que le acompañaron a la gran gira que refresca la vida).

INTRIGA Y SUSPENSO continuarán, según se ve. Por ejemplo, el más alto de los dos citados actores (insístese en que se habla de Fox y Bush) negó ayer que su visita a los escenarios del vecino país fuese para resolver a los emocionados anfitriones sus problemas de falta de energéticos. Como si fuera la dedicatoria de un autógrafo, aseguró: "para aquellos que dicen que venimos a vender la energía: no es cierto. Para nada". Así es que, a la vista del manejo literario y de los múltiples recursos narrativos del susodicho personaje del Fox Entertainment Group Inc., esta columna se declara en alborozada espera del siguiente capítulo de la novela, cuyo original posiblemente sea escrito (en uno de esos desplantes de los genios) en español.

OTRO ELEMENTO IMPACTANTE es el uso de la tecnología más avanzada de adivinación económica. Cansado de horóscopos y lecturas de manos, el afamado actor hispano acudió ante la bola de cristal (llamada en otros lados computadora, u ordenador) del gurú Alan Greenspan, quien le dijo que la recuperación de México se dará a partir del próximo año. Prudente, cual Javier Aguirre con la selección mexicana, El Vasco Fox ha preferido no emocionarse antes de tiempo y, en una más de las frases con las que se empareja con Bush, ha dicho que "en este momento nadie puede predecir con exactitud cuándo se dará una recuperación". Así es que habrase de esperar el momento en el que sí sea posible "predecir con exactitud", y en inglés, dicha resurrección económica.

EN LA CIUDAD de México, mientras tanto, la atención se repartía entre la obra de tres días que en Estados Unidos se desarrollaba, y el acto oficial de recepción del distinguido empresario y gran inversionista de nombre Carlos (no Salinas de Gortari, pues éste había llegado a la capital del país en silencio y con temblores, manteniéndose encerrado en su casa del Pedregal, con visitantes que se protegían tras vidrios polarizados de camionetas para inhibir su identificación). Acusado de clavarse una lanísima (perdón por el purismo en el uso de los términos jurídicos), don Carlos Cabal Peniche arribó en avión exclusivo a la capital del país que tanto ama (y le ama) para dirigirse a sus espaciosos aposentos domésticos, no sin antes ofrecer al público una brevísima conferencia de prensa en las lujosas oficinas de sus hábiles abogados. En el curso de la semana hubo intensas discusiones tratando de saber cuál grupo pop tenía más fans en México, si los Back Street Boys o NƀSync: ƑCuál músico, de entre Cabal Peniche y Oscar Espinosa Villarreal, les parecerá a los mexicanos más honesto, más respetable, más merecedor del retorno victorioso a casa para disfrutar de las mieles leguleyas?

ASTILLAS: Cuán relajada está la moral panista. No sólo se dedican ahora a justificar seudo expropiaciones los herederos de Manuel Gómez Morín y del Maquío Clouthier, sino que, según encendida denuncia hecha ayer en San Lázaro por un diputado de Convergencia por la Democracia (José Manuel del Río Virgen, quien en el apellido lleva la vocación hidráulicamente puritana), ahora los legisladores del blanquiazul han instalado en esa cámara "un remanso de relajación y recreo", que incluye vapor, sauna, jacuzzi, regaderas y salas de masaje, y al que acudirían los distinguidos representantes populares cuando más cansados de su patriótica faena estuvieran.... Ni siquiera Carlos Abascal ha podido instaurar mejor reforma laboral: la Volkswagen ha aprobado una política de incentivos a la política sindical, que consiste en anunciar retiro de inversiones luego de autorizar aumentos salariales negociados mediante huelga... Feliz fin de semana, y aquí nos encontraremos el lunes venidero.

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