VIERNES Ť 7 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Bush abrió de última hora las puertas a posible regularización de indocumentados
Reto de Fox destraba acuerdo migratorio
Ť Un riesgo, declarar cualquier cosa que pudiera interpretarse como amnistía: asesores
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 6 de septiembre. El presidente mexicano Vicente Fox se anotó una victoria al obligar a un renuente gobierno estadunidense a dar un paso importante hacia un acuerdo amplio sobre migración, que sólo hace una semana había sido casi descartado por la decisión de los asesores de política doméstica de la Casa Blanca.
Según varias fuentes cercanas a las negociaciones bilaterales sobre migración, el primer triunfo de México esta semana fue evitar la derrota completa de sus propuestas para establecer una agenda de reforma a fondo de la política en la materia.
Eso ocurrió después de la intervención de último minuto del secretario de Estado, Colin Powell, para evitar que el gobierno de George W. Bush cerrara por completo la puerta para algún tipo de programa de regularización de los indocumentados.
La ofensiva diplomática mexicana obtuvo un segundo triunfo cuando convenció a Bush de apoyar, por lo menos en principio, la posibilidad de buscar la forma de que más mexicanos indocumentados puedan obtener la residencia permanente.
"Una de las cosas que le he dicho al Presidente (Fox) es que estoy dispuesto a considerar maneras de que un trabajador huésped pueda calificar para una credencial verde (visa de residencia permanente)", explicó Bush hoy.
"Estamos intentando trabajar sobre una fórmula que no penalice a la persona que haya escogido la ruta legal, y al mismo tiempo reconozca la contribución hecha por el indocumentado", afirmó el mandatario estadunidense, en el intento de decir lo menos posible.
Sin embargo, fue la primera vez que George Bush reconoce en público que esta negociación migratoria incluirá una discusión sobre nuevos mecanismos para otorgar una legalización calificada a mexicanos en este país. Esta breve referencia es aún más sorprendente a estas alturas.
El riesgo político
Hace unos días los asesores de política doméstica de la Casa Blanca y estrategas del Partido Republicano estaban ganando el debate interno con su posición de que Bush debería evitar cualquier mención de una reforma amplia de la política migratoria estadunidense. Consideraban que el riesgo político y electoral de declarar cualquier cosa que pudiera interpretarse como "amnistía" era demasiado, según informaron a La Jornada diversos funcionarios locales y otras fuentes.
Esos asesores de política doméstica creen que Bush necesita incrementar su nivel de apoyo a la comunidad latina del país, y que Fox le puede ayudar en este objetivo. Pero estos estrategas y encuestadores del Partido Republicano, como Matthew Dowd, no creen que Bush debería arriesgarse a provocar la ira de los republicanos conservadores y antinmigrantes al proponer una reforma ambiciosa.
"Los votantes hispanos no decidirán emitir su sufragio con base en los detalles de una política migratoria", comentó Dowd al Washington Post la semana pasada.
Asesores del llamado Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca argumentaron apasionadamente, según diversas fuentes, que Bush debería limitarse a hablar sólo en términos generales del tema migratorio en sus intercambios con Fox, pero evitar toda mención de aspectos particulares que podrían provocar la irritación de los sectores antinmigrantes del partido. "Esencialmente, le estaban diciendo que los mexicanos tendrían que aceptar cualquier cosa que se les diera, y por lo tanto para qué correr riesgos ante esta otra base electoral", comentó una persona con conocimiento del debate interno.
De acuerdo con esas fuentes, este debate político dentro de los más altos niveles del gobierno de Bush culminó la mañana del viernes pasado, cuando Bush se reunió con su secretario de Estado, Colin Powell, y su procurador general, John Ashcroft, para discutir el asunto antes de la llegada de Fox.
Fue ahí donde Powell calificó los argumentos de los asesores domésticos como bullshit, y Bush, según diversas fuentes, decidió, contra el consejo de esos estrategas, dejar abierta la puerta a una negociación migratoria más amplia, que incluyera el espinoso tema de la "regularización" de los indocumentados.
El martes por la noche, el equipo de Fox cambió a última hora el discurso que ofrecería junto con Bush en la Casa Blanca la mañana siguiente, al comenzar la visita de Estado. Esta decisión modificó la dinámica política de esta cumbre. El presidente mexicano "retó" en público al gobierno estadunidense a concluir un acuerdo migratorio completo este mismo año.
Según un asesor de la negociación migratoria entrevistado por La Jornada, las pláticas entre ambos países estaban estancadas mientras continuaba el debate interno en el gobierno de Bush. Lo que ocurrió esta semana, con el reto publico de Fox, destrabó esto.
"Fox encendió un fuego bajo estas pláticas. Lo que ha hecho es asegurar que el equipo estadunidense empiece a negociar de nuevo con México. Desde julio, la única negociación que se ha llevado a cabo ha sido sólo dentro del propio cuadro de Estados Unidos", dijo.
Pero los funcionarios señalan que la visita de Estado ha sido exitosa, y que el debate sobre migración del gobierno estadunidense se extenderá a lo largo de los próximos meses y se intensificará el año entrante, al aproximarse el ciclo electoral legislativo que culminará en noviembre de 2002.
Precisamente por esto Vicente Fox instó a su homólogo a concluir un acuerdo amplio este mismo año, antes de que el debate político estadunidense sea dominado exclusivamente por las elecciones legislativas.
Ya algunos demócratas ponían en duda el compromiso de la Casa Blanca con una reforma real de la política migratoria. Las declaraciones de Bush hoy, indicó una asesora legislativa demócrata, sólo hacen referencia específica a trabajadores huéspedes y no ofrecen nada concreto a los indocumentados. "Siguen sin poder escaparse de los conservadores tradicionales del Partido Republicano."
Como prueba de este punto, la asesora señaló que a pesar de la disposición de los demócratas a aprobar medidas para extender la legislación 245i, que permitiría a decenas de miles de indocumentados obtener una visa, los republicanos han entorpecido la medida, a pesar del supuesto apoyo desde la Casa Blanca.
Al evitar una derrota total de su propuesta para reformar la política migratoria, Fox ha logrado mantener vivas las expectativas y ha obligado a la cúpula política estadunidense a regresar a la mesa de negociaciones. Mucho dependerá de mantener ese "fuego" encendido. "Por esto es tan importante no perder la inercia", señaló el canciller Jorge G. Castañeda al referirse a la tarea diplomática de México para promover esta iniciativa.