MEXICO S.A.
Ť Carlos Fernández-Vega
AÑOS ATRAS, UN QUERIDO colega se vio en la penosa necesidad de cumplir con un forzoso periodo vacacional en un hotel de lujo -cinco estrellas- localizado en el norte de la ciudad de México, mejor conocido como Reno. Palabras más, palabras menos, un residente del centro recreativo ilustraba a los visitantes con su frase de batalla: "aquí estamos los pendejos; afuera los ladrones".
LO ANTERIOR SALE A RELUCIR porque este país de rígidas leyes y expedita "procuración de justicia" recibió ayer con los brazos abiertos al mismísimo Carlos Cabal Peniche, rey del amparo, amigo de sus amigos y banquero de sus candidatos a la Presidencia de la República. De entrada, como en los buenos tiempos, giró las siguientes instrucciones: "Quiero por favor que informen a la opinión pública sobre mi caso que soy inocente, me voy a dedicar en estos días a demostrar mi inocencia ante los jueces".
ESPECIALIZADO EN DELITOS de cuello blanco, el empresario yucateco regresa a México con 15 amparos bajo el brazo, para "hacer frente" -dicen sus abogados- a igual número de acusaciones (12 del fuero federal y tres del fuero común). Y como por arte de magia, por el simple hecho de pisar tierra azteca, el ex dueño de Banco Unión logró lo que no pudo en casi tres años de prisión en Australia: dormir plácidamente en su casa (la que posee en la ciudad de México está en el populoso barrio bravo de Bosques de Las Lomas).
TAL VEZ SEA PURA COINCIDENCIA, pero en las últimas semanas ha retomado nivel el asunto de los grandes empresarios y su decidida, generosa participación en el financiamiento de distintas campañas políticas tricolores, especialmente las destinadas a alcanzar la Presidencia de la República. De hecho, casi todos los directamente involucrados gozan de cabal libertad.
RECAPITULEMOS. HACE UNOS días quedó libre bajo fianza Gerardo de Prevoisin Legorreta, ex hombre fuerte de Aeroméxico (que lo fue por "instrucciones" de Carlos Salinas de Gortari, según sus propias declaraciones), que aceptó haber destinado -de manera ilegal y no precisamente de su bolsillo- generosas sumas de dinero para la campaña electoral de Ernesto Zedillo a la Presidencia de la República.
A RAIZ DE LA RECIENTE "expropiación" de 27 ingenios azucareros, legisladores del Partido Acción Nacional denunciaron la presunta participación de Enrique Molina Sobrino y su Grupo Azucarero Escorpión en el financiamiento ilegal de las campañas electorales de Carlos Salinas de Gortari y el propio Ernesto Zedillo.
LOS COMBATIVOS LEGISLADORES del blanquiazul callaron, sin embargo, cuando la Secretaría de Hacienda negóse, rotundamente, a atender la solicitud que le hiciera el Instituto Federal Electoral sobre las presuntas violaciones a la ley de la materia por parte de empresas del grupo Fox, que habrían participado en el financiamiento ilegal de la campaña electoral del chiquillo mayor. El IFE, la ley electoral y la ciudadanía siguen esperando.
LA JUNTA DE COORDINACION Política de la Cámara de Diputados solicitó, por segunda ocasión, la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que la Presidencia de la República -ahora a cargo de Vicente Fox- entregara a esa instancia legislativa toda la documentación relativa a cinco fideicomisos instituidos en Banco Unión, relacionados con el financiamiento ilegal de las campañas electorales de Luis Donaldo Colosio, Ernesto Zedillo y Roberto Madrazo Pintado. En el sexenio anterior, el máximo tribunal del país intervino, pero desde Los Pinos le mandaron un enorme violín como respuesta.
OSCAR ESPINOSA VILLARREAL, ex regente capitalino y ex secretario de Finanzas del Partido Revolucionario Institucional, concluyó sus vacaciones en Managua y, al igual que Cabal Peniche, pisó suelo nacional con su amparo.
INDEPENDIENTEMENTE DEL presunto desvío de 420 millones de pesos cometido durante su paso por el otrora Departamento del Distrito Federal, el también ex secretario de Turismo es el más indicado para documentar -cuando la justicia así se lo reclame- las generosas aportaciones que los grandes empresarios hicieron a la campaña electoral del PRI. Si hubiera dudas, aún se puede hablar con Antonio Ortiz Mena, quien ofreció su casa para uno de los más importantes "pases de charola" de la temporada. Por cierto, hasta ahora ninguno de los dirigentes priístas involucrados en estas "contribuciones solidarias y espontáneas", violatorias de la ley, ha sido requerido por los que "procuran" justicia en este país.
TOCA EL TURNO A CARLOS Cabal Peniche, conocido como la antítesis del Rey Midas -antes del salinato, desde luego- quien llegó a la ciudad de México y puede estar tranquilo, sin contratiempos. La acusación más grave que pesaba sobre el empresario yucateco, lavado de dinero, simple y sencillamente se desvaneció. Además, trae consigo 15 amparos concedidos por generosos y conscientes jueces que todos los días "procuran" lo suyo, aunque la carta más fuerte que guarda bajo la manga es, justamente, la detallada información que puede ofrecer, al mejor postor, sobre cualquier cantidad de delitos cometidos por propios y extraños: desde los bancarios, pasando por un sinfín de hechos ilícitos, hasta los político-electorales.
FRESCO COMO LECHUGA, el otrora vendedor de quesos y vinos con pasaporte dominicano declaró que en los próximos días se dedicará a "acatar las disposiciones que los jueces le han indicado para demostrar que es inocente de los cargos que se le imputan". Y como ha sucedido con otros distinguidos empresarios, el yucateco regresó a su México lindo y querido, feliz y muerto de la risa.
EN ESTE ASUNTO LA CUESTION a dilucidar es, aparentemente, si los empresarios mencionados han resultado hábiles en extremo utilizando como arma invencible el charm de sus generosas y gruesas chequeras, o si la autoridad dedicada, según los ilusos, a "procurar justicia" en este país es muy lenta en su accionar o demasiado sensible a los cañonazos de los banqueros metidos en broncas con la ley.
NO HABRIA QUE DESECHAR ninguna de las dos posibilidades que se mencionan, aunque todo indicaría que la libertad de unos y la lentitud de otros correspondería más a que ambos están embarrados con el mismo pastel
Las rebanadas del pastel:
[email protected] / Fax: 54 45 12 53