LUNES Ť 10 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť El sector requiere inversiones anuales por 16 mil millones de dólares hasta 2010
Urgente, aprobar la reforma energética: CEESP
Ť La falta de recursos podría comprometer el gasto social o aumentar la deuda pública, advierte
VICTOR CARDOSO
Con necesidades de inversión en el sector energético por 16 mil millones de dólares anuales hasta 2010, es urgente aprobar la reforma energética, pues de lo contrario, "la presión que ejercería sobre las finanzas públicas este enorme flujo de recursos podría comprometer el gasto social o bien incrementar la deuda del sector público", alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su último análisis, el organismo señaló que las necesidades de inversión en el sector energético representan más de 4 por ciento del PIB y casi 12 por ciento del presupuesto federal, por lo que "es importante que la sociedad comprenda la necesidad de permitir la entrada del sector privado, así como el diseño de una regulación adecuada que garantice la correcta operación de los mercados de energía en México".
Añadió que si bien en el pasado la política energética fue de la mano de las necesidades macroeconómicas, las crisis financieras han erosionado el margen de maniobra de las paraestatales productoras de energía.
Es por ello que el gobierno, dijo, sólo cuenta con dos opciones para mantener sus ingresos petroleros: invertir recursos propios y reducir el gasto social, o promover reformas que abran el área energético a la iniciativa privada.
Desde el punto de vista del CEESP, ese sector requiere ser replanteado en su conjunto para mantenerse al ritmo de crecimiento de la economía en los próximos años, por lo que cualquier reforma deberá estar enfocada a garantizar el abasto de energía en todas sus formas; mejorar el impacto actual sobre las finanzas públicas; incrementar la inversión de la iniciativa privada en el sector y permitir la formación y el funcionamiento de un mercado competitivo.
El CEESP sostuvo que la problemática que enfrenta Pemex se debe esencialmente a la falta de inversión en los últimos 20 años y a su esquema fiscal, el cual está desvinculado de la operación "y es contrario a la eficiencia". Adicionalmente, el escaso margen de maniobra de la paraestatal ha contribuido a agravar la situación.
Consideró que "dado el entorno político actual, el camino más factible sería el de reformar el esquema de fiscalización y realizar cambios internos para elevar la eficiencia de la empresa. De no realizarse estas acciones, Petróleos Mexicanos podría convertirse en un gran lastre para la economía, tanto en términos de abasto como en recursos presupuestales".
Puso como ejemplo de las implicaciones en la economía del esquema operativo actual de Pemex el precio de las gasolinas, el cual costó 5.47 pesos por litro durante el pasado mes de julio en la variedad Magna, mientras su equivalente estadunidense tuvo un valor mensual de 3.47 pesos por litro.
Pero además, "el mecanismo de precios al público de la gasolina y el diesel que vende Pemex no es transparente -como el caso del gas natural-, y por lo tanto los agentes económicos no pueden prever sus costos en estos energéticos".