LUNES Ť 10 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Mueren cinco israelíes y tres palestinos en los ataques

Nuevos atentados suicidas amenazan reunión Peres-Arafat

Ť Posible cumbre entre Bush, Sharon y el líder de la ANP

AFP, REUTERS, AP Y DPA

Jerusalen, 9 de septiembre. Cinco israelíes y tres palestinos murieron en dos atentados palestinos suicidas, y un ataque a una camioneta en la que viajaban profesores israelíes, en una nueva ola de violencia que amenaza con bloquear el encuentro entre el líder de la ANP, Yasser Arafat, y el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Shimon Peres, previsto en principio para esta semana.

Helicópteros israelíes dispararon misiles contra puestos palestinos en las ciudades cisjordanas de Jericó, Ramallah y el Bireh en represalia por los atentados ocurridos en la norteña ciudad de Nahariya y el cruce de carreteras de Beit Lid, cerca de la localidad de Netanya. Israel responsabilizó directamente a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que, a su vez, condenó "todas las operaciones que hacen blancos de civiles israelíes y palestinos" y rechazó cualquier responsabilidad por los atentados.

En el plano diplomático la Unión Europea también condenó los ataques y confió en que el encuentro Peres-Arafat se realizará pese a aumento de la violencia, pero el ministro de Planeación palestino, Nabil Shaat, indicó que Arafat aún no ha aceptado la reunión y "no fijaremos lugar y fecha mientras no esté claro que Peres vendrá con un mandato claro de (el primer ministro israelí, Ariel) Sharon".

Shaat hizo estas declaraciones en el contexto de una conferencia que los cancilleres de la Liga Arabe realizan en El Cairo para analizar la situación en Medio Oriente y en la que demandaron a Estados Unidos detener "las agresiones israelíes".

Según un funcionario árabe que asiste a la conferencia, pero que no fue identificado, Washington propuso una cumbre entre el presidente George W. Bush, Sharon, y Arafat. Esta reunión tripartita seguiría a un encuentro entre Bush y el dirigente palestino que, de acuerdo con el diario The New York Times, se realizaría al margen de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas a fines de este mes con la condición de que haya progresos para poner fin a la violencia.

Sin embargo, la consejera de Seguridad Nacional estadunidense, Condolezza Rice, declaró que no está prevista ninguna reunión entre Bush y Arafat. El mandatario estadunidense se ha reunido en dos ocasiones con Sharon desde que asumió el poder en enero pasado, pero hasta ahora no ha invitado a Arafat a la Casa Blanca.

El atentado más grave ocurrió en la ciudad de Nahariya cuando un kamikaze palestino activó los explosivos que llevaba adheridos a su cuerpo en una tienda de una estación de trenes, atestada de soldados israelíes. La explosión dejó tres muertos, además del activista palestino, y entre 40 y 70 heridos.

La explosión fue reivindicada por las Brigadas Ezzedine Al Qassam, brazo armado del movimiento radical palestino Hamas, y de acuerdo con la televisión israelí, el responsable es un árabe-israelí. De confirmase la especie sería la primera ocasión en la que un árabe-israelí realiza un atentado suicida en Israel.

Unas horas después, otro palestino hizo estallar un coche bomba en el cruce de carreteras de Beit Lid, al norte de Tel Aviv, utilizado también por soldados. Además del kamikaze muerto, tres israelíes resultaron heridos. Este atentado no ha sido reivindicado.

Por la mañana una maestra israelí y el chofer de la camioneta en que viajaba murieron cuando palestinos armados dispararon contra el vehículo en una carretera al norte del valle del Jordán, en Cisjordania. El ataque, reivindicado por Jihad Islámica, dejó otros tres profesores heridos.

Además, los soldados israelíes mataron a un palestino e hirieron a otro más que, al parecer, estaban colocando una bomba en la franja de Gaza.

En respuesta, helicópteros israelíes atacaron dos edificios de Fatah, el movimiento de Arafat, en Ramallah, El Bireh y Jericó, mientras tanques israelíes destruyeron una posición palestina en el sector de Nablus.