LUNES Ť 10 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Permaneció cerrada durante cuatro años por el grupo paramilitar Paz y Justicia

Reabren puertas de una iglesia católica en Sabanilla, Chiapas

Ť Autoridades aceptan el respeto a las creencias religiosas o políticas en la demarcación

iglesia-evangelica-chiapasJUAN BALBOA CORRESPONSAL

San Cristobal de las Casas, Chis., 9 de septiembre. Las puertas de la iglesia católica de la comunidad Buena Vista, ubicada en el municipio de Sabanilla, fueron reabiertas este domingo luego que miembros del grupo paramilitar Paz y Justicia las mantuvieron cerradas a los feligreses durante cuatro años.

Autoridades ejidales, el gobierno municipal de Sabanilla, representantes del gobierno de Chiapas y de grupos católicos de la comunidad aceptaron el respeto a las creencias religiosas o políticas en la demarcación, y se comprometieron a respetar mutuamente su integridad física y moral, según acordaron recientemente militantes del PRI, simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y católicos cercanos a la diócesis de San Cristóbal de las Casas.

El templo de Buena Vista es uno de los al menos 150 que Paz y Justicia "clausuró" entre 1994 y 1998, y permaneció cerrado desde 1997.

Habitantes de la comunidad reconocieron la existencia de libertades religiosas, políticas e ideológicas en el lugar, y aceptaron que todo individuo es libre de pertenecer a cualquier partido político, organización social y denominación religiosa que le convenga, "siempre y cuando no altere la paz social".

iglesia_tilaLa diócesis de San Cristóbal de las Casas, que presidió el ahora obispo emérito Samuel Ruiz García, registró entre 1994 y 1997 casi 250 atentados que organizaciones internacionales calificaron como violaciones al derecho de libertad religiosa.

Las principales agresiones que sufrió en ese periodo la Iglesia católica provinieron de fuerzas armadas federales, que interrumpieron celebraciones para interrogar a feligreses y ocuparon espacios sacros, así como de grupos paramilitares.

El templo católico de Buena Vista es uno de más de diez templos de la región norte de Chiapas que mantiene una actividad irregular por la oposición de militantes de la organización paramilitar Paz y Justicia a que se oficien misas, además que no aceptan la presencia de sacerdotes y rechazan el trabajo de catequistas.