LUNES Ť 10 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť El 7 de octubre se elegirán 118 munícipes y 40 legisladores
Favorece al PRI que la oposición ya no participe como alianza en Chiapas
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 9 de septiembre. Ante la próxima renovación de 118 alcaldías y 40 diputaciones locales, los ocho partidos que llevaron al triunfo a Pablo Salazar Mendiguchía ahora tienen diferencias ideológicas y de intereses, lo que les han impedido concertar nuevas alianzas. Ante ello, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) continúa siendo la principal fuerza política en la entidad.
Los comicios de renovación de los tres poderes en la entidad tendrán lugar el 7 de octubre. En la elección para gobernador el 20 de agosto de 2000, la Alianza por Chiapas, que integraron PAN, PRD, PT, PVEM, y otros cuatro partidos de reciente registro, alcanzó 535 mil 860 votos, contra 475 mil 267 del PRI.
El tricolor obtuvo por sí 45.6 por ciento del total de la votación, considerando incluso los votos nulos, los no registrados y los que logró la organización política Democracia Social.
En la elección inmediata anterior, la de 1998, el PRI logró el triunfo en 87 de 118 municipios -sin considerar a las siete circunscripciones creadas en 1999- y posicionó en el Congreso local a 26 diputados.
A su vez, el PRD conquistó 18 alcaldías y seis diputaciones, y el PAN seis presidencias -una de ellas es la capital del estado- y cinco curules.
Al PT le fueron asignadas dos diputaciones, y una más al partido local denominado Frente Cívico.
En los tres últimos años, dos alcaldes perredistas y uno de sus diputados se declararon independientes.
Asimismo, un legislador del PT se unió al PRI, partido al que se ligaron los desertores perredistas.
Luego de las elecciones del 20 de agosto y de que el gobernador Salazar Mendiguchía declaró que no apoyará a ninguno de los órganos políticos que lo llevaron al poder, e incluso dejara fuera de las principales carteras de su gabinete a militantes de dichos órganos (salvo pequeñas alianzas municipales, principalmente entre el PRD y PT), los partidos decidieron enfrentarse solos el próximo 7 de octubre.
A estas determinaciones, que en la práctica favorecen al PRI, se unen las
confrontaciones internas que a la vista del electorado han sufridos las dirigencias de los tres principales partidos, cuyos integrantes se disputaron las candidaturas a diputados. Incluso, el PRI y PRD recurrieron al Trife para resolver las diferencias.
Así también, el nivel de abstencionismo ha ido en aumento.
En 1994 hubo una participación de casi 50 por ciento de los ciudadanos registrados en el padrón electoral; esta cifra bajo durante 1998 a casi 30 por ciento, subiendo sólo cinco puntos porcentuales durante el 2000.A este panorama se une el que a menos de un mes de los comicios, persiste una crisis económica en el Instituto Estatal Electoral (IEE), que le ha provocado descrédito entre sus funcionarios y empleados, como en la ciudadanía, que ha observado paros laborales.