Ť Con un repertorio universal, al cantante ningún género le es ajeno
Nicho, un desconocido que vende 200 mil discos
ARTURO CRUZ BARCENAS
Nicho Hinojosa es un canta-bar perfectamente desconocido.
Es obvio que usted no sabe de él ni imagina su cara. Ya tiene dos discos, repletos de rolas que todos hemos por lo menos tarareado, o silbado. Su repertorio es universal, transgeneracional y puede pasar días enteros interpretando lo que se le pida, abusando, claro, un poco de su memoria. Contradice a la mercadotecnia, a la publicidad, y deja mal parados a los jefes de prensa. Sin promoción alguna ha vendido ya 150 mil copias de su primer disco. Es Nicho Hinojosa. Es la rockola viviente, la historia viva de los desvelados encuentros en bares y cantinas. Como él, cientos de canta-bares animan la noche, sin que nadie les haga caso. Muchos apenas y ganan para medio comer, mal mantener a su familia, y difícilmente viajan en taxi. Puro peserito o camión. Con su caja de ritmos y un Casio regresan según se vuelva a llenar el sitio.
Nicho sería algo así como un trovador moderno. Se le conoce sobre todo en el norte del país -es de Monterrey, Nuevo León-, y su calidad ha sido difundida de boca en boca. Si bien ahora con BMG ha vendido mucho, en forma independiente ya llevaba 30 mil copias. De su segundo cidí, En el bar 2, a un mes de lanzado ya se han colocado 50 mil unidades.
Nicho presentó su más reciente trabajo en el bar El Cine, en la colonia Roma. Unos cientos de asistentes, varios tragos de por medio, cantaron las que se echan todos los canta-bares. Nicho se reventó Santa Lucía, Y cómo es él, Cantares, A todo pulmón y El breve espacio. El repertorio de Nicho es universal, total. Todo es cosa de que usted la pida. Si no la sabe, ya en la próxima será. Nicho es la síntesis del Notitas musicales, el representante per se de Guitarra fácil. Nada le es ajeno.
Es el trovador de trovadores, lo mismo de trova yucateca que de la cubana. La que usted quiera. Es un canta-bar y puede echarse la que quiera. Es, dice su disquera, "el gran intérprete para las grandes canciones".
En el mismo tono
Un día después, 10 cantantes que laboran donde se puede presentaron un disco donde cada uno interpreta dos temas, también de la memoria colectiva, que alguna vez fueron éxitos. Cantan porque les gusta. Saben que -la mayor parte de ellos- no llegarán a ser estrellas; sus tablas son diversas. El sitio fue el salón del sindicato de los trabajadores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Son Raymundo Guadiana, Manuel Martell, Ricardo Torres, Miguel Angel, Ernesto Cordero, Felipe de Jesús, Cuauhtémoc Jiménez, Any, Frida Reyes y Lucero.
Ahí nomás pal gasto. Tal vez usted los ha visto u oído, cuando luego de unos tragos cae en un bar o cantina. Puede ser que llegue usted echando relajo, con una cuerda relajienta y los interrumpa. Ellos no le dijeron nada porque son respetuosos.
Igual que Nicho, cantan las que usted les pida, desde Alfonsina y el mar, Si nos dejan, hasta Te amaré o Cruz de navajas.
Valores de la música
Su representante, Netzahualcóyotl Damián, expresa que todos tienen alguna cualidad y los ve como "valores de la música mexicana". Mostraron su capacidad y todos les aplaudieron. Quizá no lleguen a los primeros planos, al billete grande, pero son profesionales. Apenas con una pista cantaban tratando de no salirse de tono. A veces les fallaba. Pecata minuta. A gorgorear y ya.
Para honrar a los cantantes, llegó Héctor Meneses, famoso allá por los setentas, cuando el festival OTI era la principal plataforma artística en México.
Tiempos idos, señor don Simón. Meneses es el autor de varias rolotas, como Vamos a platicar... "las cosas de los dos, no tiene caso ya, callar nuestra verdad...".
Para Damián, representar a los muchachos es abrir fuentes de trabajo. "Este ambiente, el de los espectáculos, es muy competido, pero por eso también hay mucho talento desperdigado. Ojalá y crezca este grupo. Buscamos talento en escuelas de canto, en cafés-cantantes, bares, restaurantes, donde a la gente le gusta oír música en vivo. Debe quedar claro que no cobran caro y que se presentan en todo tipo de fiestas". El mundo de los canta-bares tiene mucha tela de donde cortar.