MIERCOLES Ť 12 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

EU, BAJO EL FUEGO

Ť Unánime repudio de los países latinoamericanos

Condena la OEA los ataques; Colin Powell volvió urgente desde Lima

DPA, AFP, AP Y REUTERS

peru_powell_oas_n5cLima, 11 de septiembre. La Organización de Estados Americanos (OEA) condenó hoy enérgicamente los ataques contra blancos en Nueva York y Washington, y el secretario de Estado estadunidense Colin Powell -quien asistía a la asamblea general del organismo- partió precipitadamente de regreso a su país e interrumpió así una gira que efectuaba.

Gobiernos y líderes latinoamericanos repudiaron también la ola de atentados perpetrados esta mañana contra centros neurálgicos de Estados Unidos y se solidarizaron con el gobierno de George W. Bush, al tiempo que la mayoría de los países del área adoptaba medidas de seguridad y había desalojos del sedes diplomáticas locales, sobre todo estadunidenses y en algunos casos de Israel.

En muchos de los países de América Latina hubo asimismo suspensiones de vuelos con destino a Estados Unidos, que cerró sus aeropuertos, en tanto que en Panamá se de-cretó un estado de alerta y se adoptaron me-didas especiales para el canal, aunque la vía seguirá operando normalmente.

Incluso hubo declaraciones de duelo na-cional en países como Argentina, Chile y Guatemala: el gobierno chileno dijo que decretaba noche de duelo nacional "en ho-nor de los miles de inocentes caídos" en atentados registrados en Estados Unidos, y Guatemala decretó tres días de duelo y que todas las banderas estén a media asta.

Los 34 países miembros de la OEA, y el organismo mismo en su conjunto, expresaron su solidaridad con Estados Unidos y se guardó un minuto de silencio. No obstante, ante los graves sucesos los trabajos de la XVIII asamblea general extraordinaria del organismo se vieron opacados y la aprobación por aclamación de la Carta Democrática Interamericana pasó a segundo plano.

"La OEA expresa su más enérgica condena a los actos terroristas ocurridos en las ciudades de Nueva York y Washington, y manifiesta la necesidad de fortalecer la cooperación hemisférica para combatir este flagelo que hoy enluta al mundo", señalaron los cancilleres en su texto, en el que además plasmaron su solidaridad con el gobierno de Bush y el pueblo estadunidense.

"Una tragedia terrible ha golpeado a nuestro país, pero no afectará la naturaleza de nuestra sociedad", señaló Colin Powell al enterarse de los ocurrido cuando asistía en la capital peruana a la reunión de la OEA.

El curso de la sesión de la OEA había dejado de ser atendida, pues los periodistas se agolpaban en las pantallas de televisión que transmitían las imágenes de los atentados, por lo que los cancilleres se apresuraron a aprobar la Carta Democrática en apoyo a Powell, a fin de "liberarlo" ante su dicho de que se marcharía en cuanto el do-cumento saliera adelante.

"La respuesta colectiva debe ser ordenada e inteligente, capaz de contrarrestar fenómenos como el de esta mañana", comentó el secretario general de la OEA, César Gaviria, y dijo confiar en que el continente podrá encontrar una respuesta colectiva a fenómenos como el terrorismo".

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, expresó la profunda consternación de Perú por los atentados terroristas en Estados Unidos, en un mensaje personal que dio a Powell. Toledo desayunaba con el secretario de Estado cuando se conocieron las primeras noticias sobre los atentados, "y nuestras caras se transformaron y estoy seguro de que mudamente expresamos nuestro dolor", señaló el mandatario anfitrión.

Posteriormente Toledo acudió a la reunión de la OEA para expresar su pesar por los sucesos, y envió un mensaje a los estadunidenses: "No dejemos que la demencia y los dogmas ideológicos minen la esencia de la democracia", apuntó, y acotó que el mundo vive momentos difíciles por actos que no sólo afectan a Estados Unidos, pues "toca la fibra sensitiva de la democracia mundial".

Mientras Powell emprendía su viaje de regreso a Estados Unidos y cancelaba su visita a Colombia, el presidente Andrés Pastrana condenó el hecho y expresó su apoyo a Washington y su pueblo, cuyos actos calificó de "cobardes y viles".

El presidente argentino Fernando de la Rúa, al condenar los sucesos y adoptar me-didas de seguridad, decretó un duelo nacional y dijo que su país sabía lo que es esto al sufrir sendos atentados en 1992 y 1994 contra objetivos israelíes en Buenos Aires.

En Santiago, donde fue evacuada la embajada israelí por precaución, el vicepresidente chileno José Miguel Insulza, al repudiar lo ocurrido, señaló que el 11 de septiembre ya no sólo se recordará por el golpe militar sino por los ataques en Estados Unidos.

Brasil rechazó con "la máxima vehemencia" los "actos de terrorismo insanos" y la-mentó la pérdida de numerosas vidas, y el presidente Fernando Henrique Cardoso convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Defensa Nacional.

El gobierno venezolano de Hugo Chávez se sumó a las condenas por los actos terroristas que estremecieron Estados Unidos, y exhortó a que las medidas que se tomen no sean para afectar la paz mundial.

Prácticamente todos los países de América Latina y el Caribe repudiaron en forma unánime los atentados y se solidarizaron con el gobierno de Bush. Del mismo modo, todos los gobiernos adoptaron medidas de seguridad en torno a las sedes diplomáticas y en algunos casos hubo alarmas falsas de bomba como en Montevideo, que obligó a la evacuación de la legación estadunidense.