JUEVES Ť 13 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

CUIDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Ť 11 de septiembre

Ť Historias de infamia

LOS AVIONES iban directo al blanco. Era un ataque cobarde, alevoso, contra la democracia, contra la libertad. La gente estaba confundida, las calles eran el escenario más terminado del caos. Las calles vacías, los comercios cerrados, la palabra ausente, el espíritu asesinado. La fecha se escribía con dolor y rabia en la memoria de un mundo que, hasta cierto punto, se negaba a admitir la atrocidad, el genocidio.

11 DE SEPTIEMBRE, imposible olvidar la fecha. El enemigo oculto había asestado el golpe. Una nueva etapa de la historia estaba por empezar y los costos de ese nacimiento eran inimaginables. Persecución, silencio forzado, muerte. Así podía describirse el momento aquel en la historia de las infamias.

SE ATACABA a un símbolo de la democracia. La construcción era algo más que piedras y cemento, era un edificio lleno de historia donde se veneraba a la emancipación. Más que piedras y cemento era un concepto en llamas que el 11 de septiembre sucumbía bajo el ataque hostil.

SE ROMPIA, entonces, un eslabón de la cadena que planeaba el mundo libre desde los terrenos de la democracia y se inoculaba al mundo del odio que endurece la injusticia. Fue un golpe que caló profundo en la humanidad.

ERA EL 11 de septiembre y La Moneda estaba en llamas. Los aviones habían arrojado sus cargas en contra del edificio desde donde Salvador Allende gobernaba a Chile. El presidente estaba muerto y el enemigo impune.

FUE EN 1973, el mismo año en que las torres gemelas, en Manhattan, en la gran manzana, en Nueva York, eran inauguradas como el prototipo del futuro inmediato, el comercio globalizado y enmarcado en otro concepto: World Trade Center.

TAL VEZ la historia no quiera hacer símiles ni se preocupe por esas coincidencias, aunque llamen la atención.

Ť El 11 de septiembre derrocaron a Salvador Allende.

Ť El 11 de septiembre cayeron las torres gemelas.

Ť En 1973, por encima de todo lo construido por el hombre, se levantaban los edificios gemelos de Nueva York.

Ť En 1973 se incendiaba el Palacio de La Moneda, a causa de los bombardeos, y terminaba el sueño de igualdad que proyectaba el gobierno de Allende.

EL INSTRUMENTO usado para asestar el golpe militar en contra de Allende, Augusto Pinochet, vive sus últimos días sin que todos los recursos se empleen para hacerlo pagar las atrocidades de la dictadura. Muere impune.

LA ESPANTOSA victoria del enemigo de la libertad del pueblo chileno parecía inolvidable. Nada podría hacer que año con año las últimas palabras del presidente Allende dirigidas a su pueblo recordaran la atrocidad, se repitieran en los medios de comunicación para no echar en el olvido el tamaño del enemigo.

PERO EL mundo cambió, ya no es el mismo y el discurso de Allende tal vez haya callado para siempre. Por fin los causantes de aquella tragedia parecen haber encontrado el olvido, pero no el perdón.

PARA LOS chilenos, como para los neoyorquinos, las escenas de los militares en las calles, la sobrevigilancia, el temor como parte del minutero de la vida y la incertidumbre de lo que sigue serán inolvidables.

EN NUEVA York se vivió uno de los momentos más ignominiosos, cobardes y deshonrosos de la humanidad. En Chile también.

La reforma politica del DF


COMO ERA de esperarse el sueño se rompió. El PRI, no obstante que fueron acordadas casi todas sus demandas, se manifiesta en contra de los posibles cambios al artículo 122 de la Constitución.

SI SE mantiene como hasta ahora, es muy probable que la reforma política del Distrito Federal quede en buenas intenciones y persista la desigualdad de los habitantes de la capital respecto de los pobladores de otras entidades.

OPONERSE A que la capital se transforme en una ciudad autónoma no va a alterar en nada el destino electoral de ese partido. Así, desde el mejor lugar, donde nada se gana ni nada se pierde, el PRI ha decidido, aun a pesar de las ideas de María de los Angeles Moreno, dar marcha atrás al acuerdo para lograr la reforma política.

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