Ť Abre Washington el espacio aéreo con fuerte seguridad
No descarta la policía que un avión haya sido derribado por un caza
REUTERS, AFP, AP Y DPA
Washington, 13 de septiembre. Estados Unidos reabrió esta mañana su espacio aéreo en medio de fuertes medidas de seguridad, que incluyeron el despliegue de miles de policías en todos los aeropuertos estadunidenses, para asegurar que el tráfico aéreo se desarrolle "con seguridad y orden", mientras las aerolíneas anunciaban que la normalización del servicio tomará varios días.
Mientras, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI,
por sus siglas en inglés) no descartó la posibilidad de que
el avión que se estrelló a unos 130 kilómetros de
Pittsburgh en realidad haya sido derribado, ante las versiones de que un
caza estadunidense pu-do disparar contra el Boeing 757 en el que
viajaban 45 personas.
El Departamento de Defensa desmintió el martes
que las fuerzas armadas dispararon contra el avión de United Airlines
para impedir que atacara un nuevo objetivo. Las autoridades federales creen
que el o los se-cuestradores planeaban estrellar la nave contra la casa
de descanso presidencial de Campo David, en Maryland, o contra un blanco
en Washington.
El presidente George W. Bush declaró que ya se adoptaron las precauciones para garantizar que es seguro viajar en avión y que "si un miembro de mi familia me preguntase si debe volar, yo le diría sí".
En un principio los aeropuertos de Nueva York ?Newark, La Guardia y John F. Kennedy? reanudaron sus actividades, pero suspendieron el despegue de aeronaves unas horas después tras el arresto de un hombre que portaba una credencial falsa de piloto con la que pretendía pasar el puesto de seguridad en el John F. Kennedy.
Otras cinco personas, algunas de nacionalidad árabe, fueron detenidas en otros aeropuertos para ser interrogadas por la FBI y la fuerza de tarea antiterrorista.
Mientras, equipos de rescate detectaron las señales de la caja negra del avión de American Airlines que se estrelló el martes contra el Pentágono, y la Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte confirmó el hallazgo de la caja negra de la nave de United Airlines que cayó cerca de Pittsburgh con 45 personas a bordo.
Todos los vuelos, excepto los militares, fueron suspendidos el martes tras los atentados en Nueva York, Washington y Pennsylvania, por lo que unos 2 mil 100 aviones debieron aterrizar en aeropuertos estadunidenses y de Canadá en menos de dos horas.
El secretario de Transporte, Norman Mi-neta, anunció que los aeropuertos comenzarían a laborar a partir de las 11 de la mañana (10 horas de México) en la costa este, y precisó que "retomaremos los vuelos caso por caso sólo después de que las medidas de seguridad sean puestas en marcha".
Además, está prohibido revisar a los pa-sajeros y sus equipajes en las puertas de los aeropuertos, lo que antes se hacía para ahorrar tiempo.
El transporte de correo y carga fue prohibido en los vuelos comerciales, mientras se abandonaron planes de proteger los aviones civiles con comandos militares de elite.
Asimismo, sólo están autorizados los vuelos internacionales de líneas estadunidenses, por lo que un avión de Alitalia con destino a Nueva York tuvo que regresar a Roma. Al-gunas aerolíneas como Air France y Swissair confiaban en poder reanudar sus vuelos a Estados Unidos en las próximas horas.
Delta Airlines, TWA y American Airlines anunciaron que reanudarían su vuelos de forma limitada en la costa este, mientras United Airlines y US Airways indicaron que comenzarían a normalizar su trabajo esta misma tarde.
Por otra parte, la NBC informó que la tragedia podría haber sido mucho mayor, ya que cuando la primera de las dos torres del World Trade Center fue atacada, el vuelo 23 de United Airlines estaba siendo abordado en el aeropuerto John F. Kennedy.
En ese momento los trabajadores de la compañía detectaron a tres sospechosos, de apariencia árabe, y les pidieron abandonar la nave. Cuando la policía llegó al lugar los hombres habían desaparecido.
La policía filipina, en tanto, informó que en 1995 detectó un plan para que pilotos suicidas atacaran objetivos estadunidenses, durante una investigación que llevó al arresto del presunto autor intelectual de la explosión del World Trade Center en 1993, Abdul Hakum Murad, enjuiciado y condenado, y vinculado con Osama Bin Laden.
En España, el ex ministro de Seguridad Rafael Vera declaró que en 1991 un "país árabe" alertó a Madrid sobre la posibilidad de un ataque de un avión suicida contra la Conferencia de Paz en Medio Oriente, a la que asistieron el entonces presidente estadunidense, George Bush, el líder soviético Mijail Gorvachov, el primer ministro israelí, Yitzhak Shamir, y gobernantes árabes.