VIERNES Ť 14 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Sicosis de guerra en el país sudamericano; ola de falsas amenazas de bombas
Ofrece Argentina a EU todo su apoyo contra terroristas
Ť Evacuaron la cancillería, los tribunales federales y sedes de empresas estadunidenses
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 13 de septiembre. La sicosis de guerra fue el signo de este día en Argentina, así como en países vecinos y en la zona caliente de la Triple Frontera, mientras el gobierno de Fernando de la Rúa iba más allá de las palabras en su apoyo a Estados Unidos, ofreciendo todos "los medios al alcance" para castigar a los responsables de los atentados en Nueva York y Washington. Esto fue una obvia referencia a la condición de Argentina como aliado extra OTAN, organización que según analistas locales, ha dado un "cheque en blanco" para que Washington actúe militarmente en cualquier país del mundo.
La sicosis de guerra se tradujo en una ola de falsas amenazas de bombas, que obligó hoy a evacuar la sede de la cancillería, los tribunales federales, edificios públicos y sedes de empresas estadunidenses, así como el hospital Israelita, mientras los aeropuertos se colocaban en estado de alerta. Las alarmas de bomba alcanzaron, según informaciones llegadas aquí, a Chile, donde se evacuó el World Trade Center de Santiago, la embajada de Gran Bretaña y una compañía telefónica en Brasilia.
Pero en el marco político, Argentina se distinguió de sus vecinos al expresar el apoyo más contundente a Washington. El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini reconoció que el país podría enviar tropas, porque "en esto no se puede ser neutrales o indiferentes", aunque trató de aminorar el impacto y dijo que el carácter de aliado extra OTAN no obliga a aceptar "órdenes de acción compulsiva".
Al hablar ante la Cámara de Diputados, aseguró también que una medida como esa sería consultada con el Congreso, a diferencia del anterior gobierno de Carlos Menem, que envió en 1991 dos buques de guerra para una eventual intervención en la guerra del Golfo.
El portavoz gubernamental, Juan Pablo Baylac, aclaró que si se declara una guerra contra el terrorismo internacional, "Argentina va a acompañar la autorización emanada de la ONU".
La actitud oficial era previsible, ya que en estos días el gobierno había fortalecido su alineamiento con Estados Unidos, por la asfixia económica que lo llevó a acuerdos de mayor dependencia con organismos financieros con sede en Washington. Esto fue reconocido incluso por el propio canciller, para quien "Argentina no puede pedirle ayuda constante a Estados Unidos y borrarse cuando este país le reclama un gesto concreto de solidaridad".
Pero aunque todos condenan los crueles atentados terroristas, los principales analistas argentinos esperan lo que vendrá, y debaten cómo aprovechará Washington esta situación, en momentos en que impulsa una intervención militar en la región, principalmente a través del Plan Colombia.
Como un símbolo, la tragedia estadunidense sorprendió al embajador de ese país, James Walsh, en la norteña provincia de Salta, cuando clausuraba las cuestionadas maniobras militares Cabañas 2001, que en sus ejercicios incluían civiles como enemigos.
La primera reacción de "militarización" se dio hoy en la paraguaya Ciudad del Este, en la zona de la Triple Frontera, compartida por Paraguay, Brasil y Argentina. Allí, una manifestación de comerciantes fue duramente reprimida, mientras fuerzas de los tres países incrementaron sus controles y operativos.
Según Estados Unidos, Israel y Argentina, los autores de los ataques terroristas contra la embajada de Israel en Buenos Aires (1992) y la Mutual judía argentina AMIA (1994) tuvieron conexión con los "grupos islámicos" asentados en la zona, donde viven unos 8 mil árabes, principalmente comerciantes, así como unos 2 mil coreanos y chinos.
Paraguay, por lo pronto, decidió suspender el visado de pasaportes extranjeros, asegurando que existen datos de que "hay árabes que han pasado por nuestro país".
Según informes de prensa, Brasil ratificó su solidaridad con Estados Unidos y anunció que se alineará a cualquier decisión que tome la ONU, pero fue el vecino que se mostró más prudente, al afirmar su cancillería que su "tradición diplomática es en defensa de la paz y el diálogo", y que busca evitar cualquier evaluación "precipitada" sobre los culpables.
Aquí en Argentina, el jurista Eugenio Raúl Zafaroni se preguntó qué respuesta dará Estados Unidos cuando no hay blanco sobre el cual golpear. "Puede pasar cualquier cosa (...) pueden desatarse campañas demenciales, negrofóbicas, islamofóbicas, latinofóbicas y quién sabe cuántas más. No podemos ni siquiera imaginar los ku kux klan que pueden generar".
El analista José María Pasquini Durán advierte, a su vez, que "los ambientes de temor facilitan las decisiones de poder de signo autoritario y ceden a la tentación de imponer por la fuerza una presunción de seguridad, que termina por sacrificar la libertad en lugar de garantizarla, y restringir la democracia en lugar de ampliar sus opciones.
En Clarín, el analista Oscar Raúl Cardozo destaca que "el camino que está siguiendo Washington es de una proyección posible asombrosa. Ayer demandó y obtuvo de la OTAN el primer cheque en blanco bélico que el foro concede a uno de sus miembros en más de medio siglo de historia". Así, recibe "una aprobación anticipada para cualquier acción militar que decida emprender".
A partir de ahora, Washington puede intervenir donde considere que existe un grupo terrorista que amenace su seguridad, pero cualquiera podría ser incluido en una lista, en la que ya están países como Cuba o grupos como las guerrilleras Fuerzas Armadas de Colombia, cuyas negociaciones con el gobierno de Andrés Pastrana recibían un apoyo público cada vez más debil de los estadunidenses.
Pastrana dijo que así como su país ha invocado el principio de responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico -en la que Washington es su principal soporte-, hoy considera que ese precepto se aplica a la lucha mundial contra el terrorismo.
Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez oró hoy por las víctimas de los ataques, también podría estar en la mira, pero la cancillería de Caracas adelantó -según consignó Afp- que sus relaciones con Libia o Irak no sufrirán "discriminación".