VIERNES Ť 14 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Imposible, la inmunidad a ataques como los del martes

Constructores se preguntan si se enfriará la pasión por los rascacielos

REUTERS

A raíz de la destrucción de las torres gemelas del World Trade Center, ingenieros y constructores se preguntan si pudiera "enfriarse" la pasión por construir rascacielos, que en las grandes ciudades tienen propósitos funcionales y monumentales. Arquitectos y constructoras deberán considerar nuevos riesgos para estas edificaciones, más allá de incendios y terremotos, y las municipalidades podrían empezar a prohibir las construcciones que excedan cierta altura.

"Una estructura que puede albergar a 40 mil pesonas es un claro objetivo para muchos fanáticos", dijo el profesor de administración e ingeniería de la Universidad de Wisconsin. Este jueves, unas 4 mil 763 personas estaban desaparecidas entre los escombros, según la alcaldía neoyorquina.

Nueva York y Chicago han establecido desde finales del siglo XIX una suerte de competencia por construir los edificios más altos, considerados la solución eficiente para aprovechar mejor el espacio en las grandes ciudades, donde los terrenos alcanzan precios estratosféricos.

Por lo mismo, estas construcciones se convirtieron en todo el mundo en monumentos al poderío económico, que además crearon perfiles reconocibles de las más grandes y ricas ciudades.

Ingenieros de todo Estados Unidos coinciden en que es posible proteger una construcción de este tipo de cualquier adversidad climatológica, sísmica y de accidentes. Pero nunca nadie se planteó antes el riesgo de que un avión comercial cargado de combustible se estrellara contra un rascacielos, y sería imposible edificar algo inmune a un ataque así. La reconstrucción de los rascacielos del World Trade Center está tácitamente descartada, ya que su costo sería de hasta 25 mil millones de dólares, y sería muy complicado, debido a la congestión en esa parte de la isla. Además de que sería doloroso y peligroso para la ciudad volver a erigir las torres de 110 pisos.

Ralph Johnson, vicepresidente de la Turner Corp, una de las principales constructoras estadunidenses, dijo estar seguro de que el World Trade Center se convertirá en un monumento en memoria de las víctimas, similar al que ahora se encuntra en el sitio donde estaba el edificio Alfred Murrah, destruido en el atentado de Oklahoma, que mató a 168 personas en 1995.