viernes Ť14 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

OBSERVATORIO CIUDADANO DE LA EDUCACION

Comunicado No. 61

Calidad de la educación

Ť Además de la preparación de los profesores, el éxito del alumnado depende de tres factores poco conocidos,pero fundamentales: apoyo de la familia, dinámica en el aula y equipamiento de las escuelas

En estas fechas es inminente la publicación del programa gubernamental de educación y todo parece indicar que se dará especial relieve a la calidad educativa. Desde luego habrá que conocer el enfoque del gobierno al respecto y las acciones previstas para impulsarla; sin embargo, por su importancia, Observatorio ofrece a sus lectores en esta ocasión algunos elementos de análisis sobre el tema.

La calidad es relativa

034f1.jpgExisten diferentes acepciones del término calidad; el Diccionario de la Lengua Española la define como "la propiedad de una cosa que permite apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie". Es decir, la calidad no es absoluta, sino discernible por comparación. Así, cuando se habla de mejorar la calidad de la educación, se da por entendido que los resultados que se obtengan serán superiores a los previos y mejores también respecto a los de otros países. En el mismo sentido, un avance en la calidad de la educación debería reflejarse en indicadores tales como una mayor eficiencia terminal, un mayor grado de correspondencia entre la formación obtenida en cada nivel y las exigencias académicas del nivel subsecuente, así como un mayor grado de pertinencia entre la formación y las expectativas del medio laboral, cultural y social.

Otro aspecto importante es el de la "distribución social de la calidad". Es fácil imaginar un sistema en que algunas instituciones, no importa si públicas o privadas, concentran la mayor calidad educativa del sistema, mientras que la mayoría presenta niveles insatisfactorios. Por ello, para un gobierno el reto no puede ser que existan "algunas instituciones de buena calidad"; el reto es que el sistema, tanto en su conjunto como en las partes que lo constituyen, sean de buena calidad. La calidad se mide no por cuánto avanzan los más adelantados, ni siquiera por el promedio, sino por el mejoramiento del desempeño de los menos favorecidos. Por esto es correcto afirmar que calidad sin equidad es atributo de los sistemas elitistas y que perseguir la equidad sin atender a la calidad es mero populismo.

Los factores asociados a la calidad educativa son múltiples y de diversa naturaleza. En el debate académico del tema se concede un énfasis variable a los factores de "insumo" (principalmente la formación de los profesores, de los estudiantes y de los materiales escolares), a los de "contexto" (fundamentalmente la escuela) y a los de "respaldo" (sobre todo la familia).

Una aproximación objetiva, aunque circunscrita a la educación básica, se deriva de los resultados del Primer estudio internacional comparativo sobre lenguaje, matemática y factores asociados, para alumnos de tercer y cuarto grados de la educación básica, realizado en el Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Educaciön (Santiago de Chile, OREALC), cuyo Segundo informe, publicado en octubre del año pasado, ofrece resultados de la asociación entre las calificaciones obtenidas en una prueba de conocimiento en esas áreas y una serie de factores "asociados" al rendimiento observado.

Los países que participaron en las pruebas (aplicadas en 1997 sobre una muestra de 55 mil estudiantes), además de México, fueron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela. Según el diseño de las pruebas, la media teórica de la muestra total correspondería a 250 aciertos, es decir, a 50 por ciento de respuestas correctas. En el examen de lenguaje los estudiantes cubanos obtuvieron el primer lugar con un promedio de 342 puntos, el último fue para Honduras con 230, y México quedó en sexto, junto con Paraguay, al promediar 250 puntos. En la de matemáticas, de nueva cuenta el primer lugar fue para Cuba con 357 puntos; el último para Honduras con 230, y México se ubicó en el cuarto lugar con un promedio de 255 puntos.

La densidad de los factores

El análisis de los factores asociados al rendimiento considera la muestra regional total y presenta los siguientes resultados:

Ťni–os-escuela-tren-2a) El estatus sociocultural. Aunque el peso de este factor fluctúa ente países, renglones y escuelas, una inferencia del estudio es que el grado de escolaridad de los padres redunda en un aumento del rendimiento de sus hijos cuando se combina con otros factores, como la participación de los padres en los asuntos de la escuela y el respaldo que ofrecen a los hijos para el aprendizaje.

b) Antecedentes escolares. El estudio descubrió que los alumnos que cursaron educación preescolar tuvieron resultados ligeramente más altos que quienes no. Sin embargo, también se observó que en una gran cantidad de casos (escuelas) esta variable no tuvo un peso significativo.

c) Infraestructura escolar. Se constató su importancia en el rendimiento: los alumnos de escuelas mejor dotadas obtuvieron mejores calificaciones. En las escuelas con bibliotecas de más de mil libros los alumnos obtuvieron puntuaciones promedio de diez puntos más que los de escuelas infradotadas.

d) Formación del maestro. Se observó un efecto positivo (de más de dos puntos) entre la formación de los profesores y el rendimiento. En cambio, la variable "capacitación docente en servicio" no mostró un efecto apreciable. Además, no se detectó mayor influencia de la experiencia docente del maestro sobre las calificaciones de sus alumnos.

e) Condiciones del trabajo docente. Los alumnos de profesores dedicados al magisterio obtuvieron mejores calificaciones que los estudiantes con maestros que desempeñan trabajos adicionales. En los grupos en que los profesores consideran su salario "adecuado" los alumnos obtuvieron siete puntos más en lenguaje y diez más en matemáticas. Además, los alumnos de profesores que se sienten más autónomos para programar su actividad, obtuvieron mejores resultados que los de maestros que no participan en las decisiones relativas a su trabajo.

f) Perfección de los maestros sobre las causas del éxito o fracaso escolar. El estudio demostró que existe relación entre la percepción de los maestros sobre las causas del rendimiento escolar y los resultados objetivos. Por ejemplo, los alumnos de profesores que piensan que el éxito escolar es producto del esfuerzo de los estudiantes principalmente, obtuvieron mejores calificaciones, con ventajas de más de 20 puntos.

g) El contexto familiar. En el estudio se demuestra que el contexto familiar importa cuando es un factor activo. Por ejemplo, pertenecer a un hogar biparental da una ventaja de menos de un punto en lenguaje y de menos de dos en matemáticas. En cambio, si los padres, cualquiera de ellos, leen en voz alta a sus hijos les otorgan una ventaja de seis puntos de lenguaje y cuatro en matemáticas.

h) Estrategias de aula. En torno a este factor aparecen relaciones de gran interés: en primer lugar, los alumnos con profesores que controlan sistemáticamente el aprendizaje obtienen mejores resultados; en segundo, las escuelas en que se forman grupos de alumnos de alto rendimiento y grupos de rezagados, obtubieron generalmente resultados más bajos, es decir, a mayor heterogeneidad académica de los grupos se observaron promedios de rendimiento más altos.

i) Clima escolar. De todas las variables consideradas en el estudio, la que aparece con mayor peso explicativo es aquella que refleja la imagen de los estudiantes sobre el clima escolar. Los estudiantes que perciben la escuela como un lugar amigable (para aprender, jugar, hacer amistades) obtuvieron las mayores puntuaciones de toda la muestra (superiores entre 92 puntos de lenguaje y 115 de matemáticas sobre aquellos alumnos con la percepción contraria). Pero, además, esta variable se correlaciona positivamente con las demás que corresponden a la dinámica del aula. Por ello, se concluye en el estudio que el factor "aula" es el de mayor importancia para el aprendizaje de los niños.

La combinación de los factores estudiados explica más de tres cuartas partes de las variaciones observadas entre los resultados de las pruebas, lo que confirma algo muy importante: que el éxito escolar no proviene ni exclusiva ni principalmente de atributos innatos o hereditarios, sino que está asociado con elementos que pueden ser modulados a través de políticas, estrategias y acciones que refuercen a las escuelas, a los profesores, a la gestión escolar y a las instancias de participación social.

También consideramos dignas de destacar las posibilidades de conocimiento sobre el sistema educativo que se derivan de ejercicios de evaluación e investigación educativa aplicada. En este sentido, esperamos que el próximo plan educativo incluya entre sus propósitos la realización de estudios sistemáticos e integrales sobre la práctica escolar y, desde luego, que se den a conocer los resultados de dichos estudios y evaluaciones


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