viernes Ť 14 Ť septiembre Ť 2001

Luis Javier Garrido

Las torres

ƑEl ataque a Estados Unidos va a propiciar una preponderancia del fascismo en la política estadunidense o será una llamada de atención a pueblos y gobiernos sobre el desastre al que nos lleva el neoliberalismo?

1. Los ataques de origen desconocido a las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, símbolo del "libre comercio", y al Pentágono, símbolo del poder militar que busca imponer, marcan un parteaguas en la historia del nuevo siglo por lo que significó y por las consecuencias políticas y económicas que entraña. Pero más allá de la terrible tragedia humana que ocasionó, constituye, sin habérselo propuesto, un llamado de atención a todos sobre el destino de la humanidad, conducido de manera fanática por los gobernantes de las grandes potencias en nombre del liberalismo.

2. La cuestión fundamental que subyace en los acontecimientos del 11 de septiembre es la que muy pocos se han planteado; va más allá de preguntarse quién pudo haber lanzado el ataque contra Estados Unidos, y es el porqué. El ataque evidenció la vulnerabilidad del sistema estadunidense y, haya sido o no ése su objetivo, ha traído como consecuencia que el pueblo estadunidense pierda en buena medida la confianza en sus autoridades y en su sistema político, económico y social, y podría iniciar lo que hasta ahora está ausente en los medios: un proceso de reflexión, dentro y fuera de Estados Unidos, sobre la imposibilidad de pretender seguir edificando el bienestar de un país a costa de una explotación de la mayoría del planeta.

3. El gobierno de George W. Bush está dando signos de pretender utilizar la tragedia para impulsar sus políticas de imposición con mayor intransigencia. La otra posible consecuencia sería endurecer las políticas de Washington y del capital trasnacional, pretendiendo proseguir con el escudo espacial, negándose a respetar acuerdos internacionales, impulsando las políticas económicas que han suscitado las protestas en todo el mundo y haciendo del terrorismo de Estado el eje de sus políticas. Es muy significativo que Bush dijese ayer que los autores del atentado odiaban "la libertad", seguramente por oponerse al "libre comercio".

4. El martes negro lo fue también para el nuevo régimen mexicano, pues si Bush Jr. mostró no tener talla de estadista, Fox perdió una nueva oportunidad de guardar silencio, pues su subconsciente lo traicionó una vez más cuando canceló la celebración de las fiestas patrias, como si el agravio fuese a él (algo que no se atrevió a hacer Avila Camacho durante los horrores de la Segunda Guerra Mundial) y, alterado por no aparecer en la lista de jefes de Estado consultados, el "demócrata" Fox llamó una vez más su "amigo" a quien llegó a la Casa Blanca por la vía del fraude electoral, y se precipitó a ofrecer toda "su ayuda" a Estados Unidos.

5. ƑCon qué autoridad moral pueden Vicente Fox y sus colaboradores condenar el "terrorismo", cuando ellos se han subordinado a un gobierno que impone su voluntad por actos terroristas, han impuesto políticas económicas dictadas desde el exterior y, en nombre de acuerdos desconocidos, protegen a Carlos Salinas y a Ernesto Zedillo, responsables de ejercer desde su gobierno el "terrorismo de Estado"?

6. La debacle estadunidense de 2001 puso de relieve el grado de pérdida de soberanía de México, acentuada en los meses de la administración Fox, sin que haya conciencia de las consecuencias. Sergio Aguayo, por ejemplo, reconocía al evaluar la posible respuesta de Washington, que es un hecho que el gobierno actual y los aparatos de seguridad de México se hallan subordinados al aparato de seguridad de Estados Unidos (11 de septiembre, Tv Azteca). No sorprenden por ello las declaraciones irresponsables del vicealmirante Alberto Castro, quien ostentándose como jefe del Estado Mayor de la Armada, tras anunciar la ocupación militar de enclaves del sureste estratégicos (para Estados Unidos, desde luego) pretendió contribuir a crear un clima de amedrentamiento en nuestro país durante una conferencia de prensa que organizó a tal fin (12 de septiembre), al sostener que México podría ser objeto de ataques por la relación tan estrecha entre ambos gobiernos.

7. La tentativa del gobierno de Fox de sacar provecho de los acontecimientos raya en el ridículo cuando deja entrever que se asume también como víctima de los ataques y pretende que en consecuencia los partidos políticos le deben aprobar todas sus pretensiones en el Congreso, y en especial la reforma fiscal (Milenio, 13 de septiembre), como si se hubiese establecido aquí un régimen de excepción y él fuese a gobernar con poderes excepcionales.

8. Los dos aviones de American Airlines que se estrellaron contra las torres gemelas de Nueva York pusieron también al descubierto las múltiples mentiras de los gobiernos de Bush y de Fox en torno a los trabajadores migratorios. ƑCuántos mexicanos trabajaban en realidad en WTC y están desaparecidos y probablemente muertos? ƑLos doce mexicanos que contabilizó el alcalde Rudolph Giuliani el día 13, entre los 4 mil 763 desaparecidos, según informó CNN? ƑO los cientos de trabajadores ilegales que uno de los voluntarios mexicanos reportó la víspera ante los micrófonos de Canal 11? ƑLos ilegales no existen, no son siquiera un número, no son nada?

9. El afán de los políticos mexicanos por mostrar su incondicionalidad a Washington afloró como en pocas veces en esta ocasión, y Jesús Reyes Heroles hijo (ex embajador en Washington) en un tono de advertencia (no se sabe a quién) afirmó ese día, ante los micrófonos de Televisa, que no se debía ignorar que "el aparato militar de Estados Unidos está intacto", sin darse cuenta que el ataque mostró lo absurdo de esa afirmación tantas veces repetida, ya que ante la acción decidida de un pequeño grupo de nada sirve el poderío militar. A fin de preservar los intereses de dominación del capital trasnacional, el aparato bélico va a resultar insuficiente porque el gobierno estadunidense ya no está enfrentando a los gobiernos de los antiguos Estados nacionales, sino a quienes en todo el planeta, de muy diversas maneras, aun por la violencia criminal, le manifiestan el agravio y el repudio de los pueblos.

10. El mundo no será el mismo después del 11 de septiembre porque lo acontecido ha golpeado a todos y abre de manera muy clara la alternativa para los poderes trasnacionales, para los gobiernos y sobre todo para la sociedad, de decidir si se sigue sobre la misma vía neoliberal o se rectifica el camino.