VIERNES Ť 14 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Vivir dos años en Swazilandia, experiencia que plasmó en Crónicas africanas

El crack es sólo parte de un conjunto de nuevas formas de concebir la literatura: Ignacio Padilla

Ť Disiento de quienes consideran a Mandela paladín de la paz, sostiene el escritor

ARTURO JIMENEZ

A finales de los años ochenta, el escritor mexicano Ignacio Padilla vivió un par de años en el pequeño reino de Swazilandia en el sur de Africa. Un lustro después publicó una serie de textos en el suplemento Nostromo.

Aquella experiencia, indispensable en su ''geografía personal", terminaría por tomar forma de libro este 2001: Crónicas africanas. Espejismo y utopía en el reino de Swazilandia (Puebla-Colibrí), lo único, dice, ''realmente realista o biográfico que he escrito jamás".

Padilla (Distrito Federal, 1968), quien con Jorge Volpi, Pedro Angel Palau y otros forma parte de la llamada ''generación del crack", asegura que éste se encuentra ''en perfecta salud". Y desde Londres, donde continúa su errancia, insiste:

''El crack no es una generación, sino un grupo enclavado en una generación de narradores no sólo mexicanos sino hispanoamericanos y españoles, nacidos casi todos en los años sesenta. El crack es sólo parte de un conjunto de nuevas formas de narrar, leer y concebir algunos aspectos específicos de la literatura."

Abundancia de lugares mágicos

-ƑEn realidad Swazilandia es ''tu lugar mágico", a la manera que Tánger lo es para Paul Bowles?

-Pocos meses antes de su muerte, pregunté a Bowles si aún consideraba a Tánger como su lugar mágico y él me respondió que en realidad se quedó en Marruecos porque así lo quiso Jane, su esposa. No sé si respondió esto por hartazgo o simplemente como un juego para desmitificar su propia idea del lugar mágico marroquí. Lo que sí puedo decir es que en ese momento me entraron serias dudas de si efectivamente existe un lugar mágico para cada uno de nosotros o si simplemente pasamos la vida buscándolo.

''Cuando escribí estas crónicas, mucho antes de conocer a Bowles, pensaba que Swazilandia era mi lugar mágico y que, a diferencia de Bowles, yo había tenido la suerte de conocer ese lugar en plena adolescencia. Ahora, si bien sigo considerando Africa como parte indispensable de mi geografía personal, creo que lugares mágicos hay tantos como podamos conocer o imaginar en una vida."

-Sólo que, siguiendo el planteamiento de Bowles, tú estuviste a punto de encontrar verdaderamente la muerte, y aunque los hechos sucedieron en Zambia, fue a raíz de tu experiencia en Swazilandia.

-Africa, en efecto, me dio la trágica pero siempre iluminadora oportunidad de mirar muy de cerca a la muerte. Dudo mucho, sin embargo, que esa experiencia haya pasado a formar parte de mi ser con vínculos especialmente africanos.

''La muerte y la violencia, después de todo, son lo mismo en cualquier parte del mundo.''

Perspectiva ''poco ortodoxa"

-En tus crónicas se percibe siempre una mirada muy europea u occidental, sin que estos términos signifiquen, a priori, algo bueno o malo.

-Estas crónicas no pueden tener una mirada europea por la sencilla razón de que soy de América. Si por occidental entendemos una formación y una manera de ver el mundo basada en la cultura grecolatina o, más aún, judeocristiana -que tiene mucho de africano u oriental- reconozco que el viajero que narra estas historias no tuvo más remedio que haberlas visto desde esa perspectiva.

''Dentro de los parámetros con que suele medirse Africa, especialmente la situación de Africa austral, mi perspectiva es muy poco ortodoxa y en extremo políticamente incorrecta.

''Disiento de manera radical con el entusiasmo de los así llamados volunteers, con las multitudes europeas que se dejaron engañar por la falsa filantropía que organizó el boicot contra Sudáfrica esgrimiendo falsos motivos humanitarios, con los que justifican la violencia del rencor histórico, con los que siguen pensando que Nelson Mandela es un paladín de la paz y con aquellos que siguen guardando un vergonzoso silencio ante las atrocidades que hoy se cometen, por ejemplo, en Zimbabwe."