SABADO Ť 15 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Analiza Washington establecer tribunales militares para juzgar a "enemigos" del país

Autoriza el Senado a Bush a utilizar toda la fuerza necesaria y apropiada

Ť El presidente estadunidense declaró el estado de emergencia nacional para prevenir atentados

Ť El jefe de la Casa Blanca ordenó movilizar 50 mil reservistas para una posible acción militar

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y nueva york, 14 de septiembre. El Senado de Estados Unidos aprobó hoy una ley que autoriza al presidente a utilizar toda la "fuerza necesaria y apropiada" en la respuesta a los ataques del martes, al mismo tiempo que el gobierno está procediendo para suspender límites sobre la vigilancia doméstica de la población y está considerando establecer "tribunales militares" especiales para gente considerada como "enemigas" del país, en tanto que el jefe de la Casa Blanca, George W. Bush, declaró "un estado de emergencia" nacional.
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Los tribunales militares, que sólo han sido utilizado durante la Segunda Guerra Mundial y la invasión a México, permiten juicios secretos bajo condiciones que suspenden las protecciones constitucionales normales para acusados y que jueces emitan sentencias que no pueden ser apeladas.

El Congreso también está considerando aprobar una ley para suspender las restricciones legales impuestas para limitar las relaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con personas que violan los derechos humanos.

"Este país es pacífico, pero fe-roz cuando es provocado a la ira", declaró hoy el presidente Bush durante un servicio religioso convocado como parte de este denominado Día Nacional de Luto.

Librar al mundo del mal

En una catedral en Washington, el gobernante estadunidense afirmó que "este conflicto fue iniciado a la hora y en los términos de otros. Acabará de una manera, y en la hora, que nosotros escojamos". Agregó que "nuestra responsabilidad con la historia ya es clara: responder a estos ataques y librar al mundo del mal".

En una carta al Congreso, el mandatario indicó que el país continúa enfrentando amenazas de atentados, y proclamó el estado de emergencia nacional.

Escribió: "He declarado el estado de emergencia nacional por los ataques terroristas (del martes) y por las amenazas de futuros ataques a Estados Unidos".

Cientos de oficios religiosos fueron celebrados por todo el país y esta noche a las 19 horas se solicitó a los residentes encender una veladora para demostrar que los estadunidenses "están unidos contra el terrorismo".

El Congreso aprobó una ley especial para autorizar el gasto de hasta 40 mil millones de dólares en asistencia a las víctimas del ataque, asistencia de emergencia para Nueva York y la región del Pentágono y fondos para la gran investigación masiva tendiente a encontrar a los responsables. Además, el Senado aprobó una resolución que autoriza al presidente a utilizar toda la fuerza necesaria en la respuesta a los ataques, y se espera que la Cámara baja apruebe la misma medida el sábado.
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De hecho, el gobierno estadunidense decidió no adoptar una "declaración de guerra" formal, ya que esto hubiera otorgado los derechos bajo la Convención de Ginebra a Osama Bin Laden o a otros enemigos en esta "guerra".

El presidente Bush también autorizó el uso de hasta 50 mil reservistas para asistir en las operaciones de rescate y para apoyo en una posible acción militar.

Más tarde, viajó a Nueva York a inspeccionar las operaciones de rescate en el World Trade Center y otros edificios y felicitar a los mi-les de bomberos, policías, socorristas y trabajadores.

"La gente que tumbó estos edificios sabrá de nosotros pronto", indicó Bush a los trabajadores, que respondieron con coros de "USA, USA, USA".

El viaje de Bush a Nueva York fue realizado con excepcionales niveles de seguridad, con aviones caza como escoltas del aparato presidencial, y después circularon la zona durante el acto.

La amenaza continúa

Altos funcionarios gubernamentales comentaron al Washington Post que cuentan con información que "sugiere que no hemos visto el fin de la amenaza actual".

Por otro lado, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) reconoció hoy que las 10 personas de Medio Oriente detenidas ayer en aeropuertos de Nueva York resultaron ser empresarios y pilotos, como habían dicho, y no están conectadas con los ataques del martes, por lo que fueron liberadas.

El Departamento de Justicia también difundió una lista de 19 hombres que secuestraron los cuatro aviones, incluyendo seis que habían recibido capacitación de pilotos, y varios que se dice fueron entrenados en centros especiales en Afganistán con Bin Laden.

Además, la FBI emitió una lista de cien personas que busca para "interrogarlas" en relación con los ataques, y ahora se analizan más de 36 mil pistas posibles.
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El secretario de Estado Colin Powell reiteró que Bin Laden es el sospechoso principal en este ataque contra Nueva York y Washington, y continuó con sus esfuerzos para buscar el apoyo de otros países para rastrear a los terroristas y también para obtener respaldo para lo que se perfila como una campaña militar de largo plazo.

"Estamos hablando con países amistosos y les presentaremos solicitudes para ver qué pueden hacer dentro de sus capacidades y de sus circunstancias políticas", explicó.

Agregó que si algunos países no son "responsivos" a las solicitudes estadunidenses, "eso ciertamente afectará el tipo de relación que tendremos con ellos en el futuro. No estoy amenazando ni diciendo que ésta es... una nueva forma de medir la relación".

Sin embargo, Powell podría resultar ser un factor moderado dentro de la cúpula política de este país donde algunos legisladores y ex funcionarios están instando una acción más fuerte.

Thomas Woodrow, oficial retirado de la Agencia de Inteligencia de Defensa, publicó un artículo en un periódico local en el que indica que "es hora de usar la opción nuclear. Una opción nuclear hará pensar dos veces a los terroristas".

También hay pedidos de ex oficiales de inteligencia y legisladores para una suspensión de protecciones constitucionales que pueden limitar la recaudación de información de supuestos terroristas que operan en Estados Unidos.

El Washington Post informó que la Casa Blanca está evaluando revivir los tribunales militares secretos que pueden utilizar pruebas secretas, que no están abiertos al escrutinio público y que cuando han sido usados han logrado imponer condenas y ejecuciones a "enemigos" tan rápido como en un lapso de 30 días.

"Francamente, si Osama Bin Laden hizo esto, no me interesa que sea traído aquí para enjuiciarlo, y no creo que estemos obligados a hacerlo en esos términos", dijo Stewart Baker, el ex principal abogado de la Agencia de Seguridad Nacional en una entrevista con el Washington Post.

Pero otros temen las consecuencias. El abogado constitucionalista David Col, de la Universidad Georgetown en esta capital, advirtió: "En el pasado hemos respondido a actos de terrorismo limitando las libertades civiles básicas, con acciones antinmigrantes y promoviendo amplias e injustificadas campañas de culpabilidad por asociación".