MARTES Ť 18 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť La Casa Blanca promovió y armó a rebeldes afganos que luchaban contra la URSS
Bin Laden y Estados Unidos, aliados y enemigos
Ť Reitera Bush amenazas de acción militar contra grupos o Estados que apoyen a terroristas
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 17 de septiembre. El presidente George W. Bush dejó en claro hoy que su gobierno cree que el millonario de Arabia Saudita Osama Bin Laden es uno de los responsables de los mortales ataques de la semana pasada en Nueva York y Washington, y afirmó que Estados Unidos castigará a Bin Laden, a su organización Al Qaeda y cualquier Estado que los apoye.
"Osama Bin Laden es sólo una persona", dijo Bush hoy. "Aquellos que creen que le pueden ofrecer protección serán responsabilizados. La gente que los alimenta será responsabilizada. Y el (gobierno) talibán debe tomar mis declaraciones seriamente". La Casa Blanca ha amenazado con acciones militares no sólo contra el régimen talibán en Afganistán, sino también contra Pakistán e Irak por apoyar esas redes "terroristas".
La profesora Jessica Stern, de la Universidad de Harvard, señaló esta semana que antes de decidir bombardear países vinculados con Bin Laden el gobierno de Bush debería recordar que el primer Estado promotor de las campañas del millonario saudiárabe fue el propio Estados Unidos.
"Creamos la primera jihad en la historia reciente", afirmó Stern, ex funcionaria de la Casa Blanca en el gobierno de Bill Clinton, al Washington Post. Estados Unidos, señaló, entregó más de 2 mil millones de dólares en cientos de toneladas de armas a los rebeldes mujaidines, entre ellos Bin Laden, que luchaban contra la presencia soviética en Afganistán durante los ochenta.
El crecimiento del "enemigo"
Estados Unidos participó activamente en el crecimiento de la organización terrorista que ahora ha declarado como "el enemigo". No obstante, mientras este país prepara la guerra contra Bin Laden, el gobierno y varias organizaciones privadas han ofrecido nuevas imágenes del líder "terrorista" quien, según acusan, acaba de mostrar la efectividad mortal de su organización la semana pasada (vale la pena recordar que, oficialmente, Bin Laden ha negado haber participado en los ataques contra Nueva York y Washington).
Bin Laden, según su propia biografía oficial, fue el hijo número 17 de 52 hijos de una familia encabezada por un magnate de la construcción en Arabia Saudita. Nació en 1957, se crió en un ambiente privilegiado en ese país, donde egresó de la universidad como ingeniero civil, y a fines de los setenta se sumó a los grupos fundamentalistas financiados y apoyados por la CIA, que luchaban contra las fuerzas soviéticas y el gobierno apoyado por ellas en Afganistán.
La influencia lograda por Bin Laden durante la campaña de Afganistán en ese periodo fue resultado, en parte, de su fortuna personal -calculada en unos 300 millones de dólares-, así como su talento para recaudar fondos de otros musulmanes ricos de la región árabe. En 1989 retornó a Arabia Saudita y se involucró con grupos opositores a la monarquía en el poder mientras trabajaba para la empresa constructora de su familia.
Bin Laden fue un crítico del régimen en el poder en Arabia Saudita, el cual denunció como antidemocrático y corrupto por utilizar la extensa fortuna petrolera para sus propios intereses y no en beneficio de la mayoría del pueblo y para defender al Islam. En 1990 fue arrestado después de expresar su oposición a la alianza del gobierno saudita con Estados Unidos contra Irak durante la invasión de Kuwait, y el año siguiente se exilió.
Según una acusación legal contra Bin Laden en 1998 dada a conocer en Nueva York, la FBI informó que fue después de huir de su país que Bin Laden inició su campaña contra Estados Unidos. Cuando vivía entre Afganistán y Sudán ayudó a capacitar a los hombres que atacaron el hotel donde se alojaban las tropas estadunidenses en Aden, Yemen.
Durante los siguientes años, según la FBI y varios perfiles publicados en el New York Times y el Washington Post, Bin Laden desarrolló alianzas con una red de agrupaciones antiestadunidenses en todo el mundo, incluyendo la Hermandad Musulmana en Egipto, la organización palestina Hamas y otras organizaciones. El gobierno estadunidense acusó públicamente a Bin Laden de haber dirigido las fuerzas que mataron a tropas estadunidenses en Mogadiscio, Somalia, en 1993, así como de la explosión (en 1995) en un centro de entrenamiento estadunidense en Arabia Saudita y del bombazo de 1996 en las torres Khobar, en Dhahran -en ese mismo país-, donde murieron 19 soldados estadunidenses.
En 1996 Bin Laden anunció una jihad, o guerra santa para expulsar a las fuerzas armadas estadunidenses de Medio Oriente, para derrocar a la monarquía de Arabia Saudita y reconstruir las zonas sagradas musulmanas en la región. Ese mismo año, el entonces presidente Bill Clinton firmó una orden secreta autorizando a la CIA "utilizar cualquier medida" para destruir a Bin Laden.
La red de Bin Laden y sus alianzas continúan ampliándose y su reputación crece en el mundo musulmán. En 1998 proclama una nueva declaración convocando a los musulmanes del mundo a matar a civiles de Estados Unidos. "Nuestra batalla contra los estadunidenses es mucho mayor de lo que fue nuestra batalla contra los rusos", dijo Bin Laden en entrevista con el reportero John Miller de ABC en 1998. "Anticipamos un futuro negro para América. En vez de permanecer, Estados Unidos acabará como estados separados y tendremos que cargar los cuerpos de sus hijos de regreso a América".
Dos meses más tarde sendas bombas fueron detonadas simultáneamente en las embajadas estadunidenses en Kenya y Tanzania, matando a 223 personas, incluyendo a 12 estadunidenses. Menos de un mes después, Estados Unidos respondió y bombardeó campos de entrenamiento vinculados con Bin Laden en Afganistán y un fábrica farmacéutica en Sudán, supuestamente relacionada con el millonario.
Pero ese último ataque provocó controversia, ya que el gobierno estadunidense jamás comprobó su vinculo con el "terrorismo" y todo indica que fue lo que parecía, una fábrica de medicamentos básicos. Esto se revierte contra Washington en la región, alimentando el apoyo de Bin Laden -y el odio hacia Estados Unidos- en otras partes del mundo islámico.
Se producen masivas manifestaciones en Sudán y otros países de la región en protesta contra Estados Unidos y hasta en Kenya un imán islámico declara que muchos musulmanes consideran ahora a Bin Laden como "un héroe".
Según diversas fuentes, hay varias características de la red de Bin Laden que resultan importantes considerar. Un problema clave frecuentemente olvidado en los perfiles de Bin Laden es que, más allá de las filas de su propia organización (hay cálculos de que su militancia suma unos 3 mil homres), hay decenas de miles, si no es que más, que aunque no están de acuerdo con todas sus tácticas, celebran que alguien se enfrente a la arrogancia estadunidense y su apoyo a Israel.
Un "héroe" del mundo islámico
La nueva guerra ahora declarada en su contra, advierten algunos analistas como Noam Chomsky, podrían resultar sólo en elevar aún más su estatura en el mundo islámico. Otra característica de esta red es su persistencia. Oficiales de inteligencia estadunidenses señalan que diez meses antes del ataque contra el buque militar USS Cole, donde 17 marineros murieron, cuando estaba anclado en Yemen, allegados a Bin Laden ya habían intentado hundir el destructor Sullivan en el mismo puerto (tentativa que fracasó porque los explosivos eran tan pesados que la embarcación de los terroristas se hundió antes de llegar a su objetivo).
Bin Laden ha mostrado la misma persistencia hacia el World Trade Center, informan oficiales de inteligencia en medios estadunidenses. Señalan que el millonario saudita también fue vinculado con la explosión de 1993 contra las hoy desaparecidas las Torres Gemelas.
Finalmente, Brian Jenkins, experto en terrorismo del Rand Corporation, señaló esta semana que la capacitación de los hombres involucrados en los ataques de la semana pasada demuestra que es una organización altamente sofisticada, con miembros bien educados y capacitados, preparados a dar la vida por su causa. La mayoría de los suicidas de Medio Oriente, indicó, son jóvenes con educación limitada quienes son informados de los detalles de sus misiones en el último momento.
Pero varios de los participantes en el ataque contra Nueva York y Washington habían vivido durante años en Estados Unidos, habían estudiado aviación y hasta tenían a sus familias aquí. Otros analistas señalan que durante la última década Bin Laden ha logrado reclutar a ciudadanos estadunidenses utilizando las mismas redes establecidas originalmente por la CIA para la campaña antisoviética en Afganistán.
De hecho, uno de los hombres condenados por su participación en las explosiones contra las embajadas estadunidenses en 1998 era un soldado de EU. Uno de los hechos que preocupa a los funcionarios de Washington es que varios participantes en los ataques la semana pasada eran ciudadanos estadunidenses quienes han vivido en el país durante décadas, con todo y números de seguro social y hasta credenciales de "viajero frecuente".
El Washington Post y CNN han reportado que hasta cinco de los pilotos que participaron en los ataques de la semana pasada habían recibido capacitación en instituciones militares estadunidenses.
Mientras los oficiales recopilan sus listas de personas que podrían haber ayudado a estos ataques, y a Bin Laden, sería recomendable olvidarse de toda esta historia. "Los otros" no son tan desconocidos como se supone.