La realidad enmascarada
Los atentados del martes 11 de septiembre no son una "cobarde" agresión contra la "civilización", como afirman los medios y dirigentes estadunidenses, embarcados en una campaña por "ocultar" la realidad, sino una "agresión contra una superpotencia mundial autoproclamada", sostuvo la escritora estadunidense Susan Sontag.
En un artículo publicado hoy por el diario francés Le Monde, Sontag advierte que "las voces autorizadas a seguir los acontecimientos parecen haberse asociado a una campaña destinada a infantilizar al público".
Ninguna de esas voces, dice la escritora, "reconoció que no se trató de una 'cobarde' agresión contra la 'civilización', la 'libertad' o la 'humanidad' ni contra el 'mundo libre', sino una agresión contra Estados Unidos, superpotencia mundial autoproclamada, una agresión que es la consecuencia de ciertas acciones y de ciertos intereses estadunidenses. ¿Cuántos estadunidenses saben que continúan los bombardeos estadunidenses en Irak?
"Los dirigentes estadunidenses están empeñados en hacernos creer que todo va bien. (...) Ellos serán perseguidos y castigados (quienquiera que sean ellos) Tenemos un presidente-robot que nos asegura que Estados Unidos siempre tuvo la cabeza alta". Ahora ?prosigue? un abanico de personajes públicos opuestos a la política exterior de Bush "se sienten aparentemente libres para no decir más que: estamos todos unidos tras el presidente Bush".
Sin embargo, habría que "reflexionar mucho" sobre "el colosal fracaso del espionaje y del contraespionaje estadunidenses, sobre la política exterior estadunidense, en particular respecto a Oriente Medio, y sobre lo que constituye un programa de defensa militar inteligente", considera la intelectual neoyorquina.
En cambio, "quienes ocupan puestos oficiales (...) han decidido ?con la complicidad voluntaria de los principales medios de comunicación? que no se pida a la gente que cargue una parte demasiado grande del fardo de la realidad. (...) La unanimidad de la retórica moralizadora, destinada a ocultar la realidad, que utilizan los dirigentes estadunidenses y los medios de comunicación en los últimos días, es indigna de una democracia adulta".
"Suframos juntos. Pero no seamos estúpidos juntos. Un poco de conciencia histórica podría ayudarnos a comprender exactamente lo que pasó, y lo que puede seguir a esto", señala Sontag.
AFP