JUEVES Ť 20 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Una murió al instante, la otra está hospitalizada; realizaban labores de mantenimiento
Arrolla tren ligero a dos personas
Ť Tercer accidente en este año Ť Otra vez hubo exceso de velocidad Ť Renuncia el director
LAURA GOMEZ FLORES, RAUL LLANOS Y ANGEL BOLAÑOS
Un tercer accidente ocurrió ayer en la línea del Tren Ligero, cuando la máquina M2-020, conducida por José Juan Pérez Palma, arrolló a dos trabajadores del Servicio de Transportes Eléctricos que realizaban labores de mantenimiento en la interestación Ciudad Jardín-La Virgen, donde quedó el cuerpo de Delfino Avila Mendoza.
Un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública condujo a Justino Medina, con traumatismo craneoencefálico y fracturas diversas, al hospital Magdalena de las Salinas, donde su estado de salud fue reportado grave. El cuerpo fue arrastrado cerca de 90 metros del lugar donde se encontraba junto con una cuadrilla de trabajadores.
"Nuevamente la conducta de un operador que no respetó el límite de velocidad en zona de obras, de 34 kilómetros, pone en riesgo la operación de este sistema de transporte", señaló el director del STE, Mario Zepeda, minutos después de presentar su renuncia al cargo, que será ocupado por la actual directora de Planeación de Setravi, Florencia Serranía.
Versión del conductor
A las 10:13 horas, el operador de la máquina que realizaba la corrida número 11, quien reiniciaba labores después de una suspensión de cuatro días por rebasar los límites de velocidad en julio pasado, se dirigía a la estación La Virgen cuando intempestivamente, según dijo, dos personas se atravesaron en su camino sin darle posibilidad de frenar a tiempo. Unos minutos después de conocer el reporte, Isidro Guzmán, supervisor en turno, llegó al lugar ubicado frente a la colonia Centinela, donde trabajadores del sistema evacuaban a los usuarios sin ningún problema mientras elementos de seguridad pública realizaban cortes viales en ambos sentidos de Tlalpan, con el consecuente caos.
Al conocer los hechos, el director del STE giró instrucciones para que se cancelara el servicio de Xotepingo a Tasqueña para facilitar las labores de los elementos encargados de los peritajes de seguridad, ingeniería industrial, mecánica, criminalística, tránsito y fotografía; y exigía la revisión de las grabaciones del puesto central de control y de la caja negra para deslindar responsabilidades.
En tanto, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal inició la averiguación previa número 32/222/01-09 por los delitos de homicidio y lesiones. Francisco Rivera Cambas, titular de la fiscalía desconcentrada en Coyoacán, informó de la presentación del conductor ante el Ministerio Público para que rindiera su declaración sobre el incidente; así como cuatro trabajadores de la cuadrilla y dos personas que fueron testigos de los hechos.
"Todas las características nos llevan a un homicidio culposo, pero en caso de que pudiera existir alguna responsabilidad por parte del conductor, tendría derecho a la libertad bajo caución, salvo que la situación del trabajador lesionado se complique y fallezca entonces el delito se agravaría", precisó.
Por la noche, en conferencia de prensa, Mario Zepeda señaló que de acuerdo con los análisis de la caja negra y las grabaciones del PCC, se determinó que el conductor llevaba el tren a una velocidad de 46 kilómetros en zona de obras, cuando el límite es de 34; contaba con visibilidad suficiente para evitar un percance y conocía de la presencia de los trabajadores de mantenimiento.
Ignoró las advertenciass
El regulador en turno, Eugenio Ruiz, informó continuamente a todos los operadores que desde las 8:40 horas una cuadrilla de seis empleados, con sus chalecos de alerta, se encontraba entre los postes 102 y 103 -donde únicamente había un aviso a nivel del piso, a unos ocho metros del andén, que dice: "precaución hombres trabajando"-, por lo que se debían extremar cuidados.
Su presencia, argumentó, era "normal desde hace muchos años en vista de la longitud de la vía, que está a la intemperie, y no es posible realizar las obras de reparación durante el tiempo que permanece cerrado el servicio, de las 11 a las cinco de la mañana, sin afectar la atención a los cerca de 60 mil usuarios que se transportan diariamente.
"Fue una situación que nunca pensamos pudiera suceder, sobre todo cuando hemos llevado a cabo un proceso de recapacitación, para lo cual se contrataron los servicios de una empresa especializada; se editaron nuevos manuales de operación y se hizo una reselección de personal, con el propósito de cambiar conductas contrarias para la operación del Tren Ligero, que no dieron los resultados esperados en estos pocos meses", admitió.
La labor realizada por el funcionario fue reconocida por la secretaria de Transporte, Jenny Saltiel, al expresar que "tuvo toda la voluntad y ganas para mejorar las cosas, pero para mala suerte se vio afectado por los tres accidentes ocurridos en los últimos meses" que dejaron un saldo de cuatro muertos y más de 40 lesionados.
Por la tarde, el aún director del STE pidió esperar los resultados de los peritajes y las grabaciones antes de caer en una guerra de acusaciones, y enfocar todos los esfuerzos a apoyar a los deudos de Delfino Avila para que reciban el pago de gastos funerarios, de seguro y de marcha; "y se otorgue atención médica a Justino Medina, cuyo estado de salud se reporta como grave".
Para muchos, como el dirigente de la Alianza de Tranviarios de México, Benito Bahena, quien exigió su renuncia y el fincamiento de responsabilidades penales por los hechos ocurridos en mayo pasado, estas situaciones son culpa del encargado del servicio, pero "quiero precisar que estoy tranquilo porque hemos cumplido con el trabajo encomendado y estamos instrumentando una serie de medidas que permitirán garantizar la seguridad de los usuarios".
El percance ocurre una semana después de ponerse en funcionamiento un sistema de señalización con semáforos, paratrenes y plumas -que fallaron en el momento de accionarlas- en el crucero de Huipulco, como una forma de reducir la vulnerabilidad del Tren Ligero a errores humanos, que fueron la causa de los accidentes ocurridos el 21 de mayo y el 5 de julio, de acuerdo con los resultados de los peritajes.