JUEVES Ť 20 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

MELON

Luis Angel Silva

Yo no fui

BENNY MORE EMPEZO a grabar con Pérez Prado y sus éxitos se multiplicaron. Dejó la orquesta de Arturo Núñez e ingresó a la de Chucho Rodríguez haciendo mancuerna con Tony Camargo para llevar a la cima de la popularidad Esta noche corazón y Sin razón ni justicia, dos boleros de la inspiración de Chucho. En ellos el primer crédito pertenece a Tony, que hizo la primera voz. Otros dos éxitos fueron Mi chiquita quiere guarachar y Cinturita, con arreglos de Luis González Pérez.

SIGUIERON GRABACIONES CON el maestro Rafael de Paz. Para que usted se entere, enkobio lector, Yo no fui es éxito de Benny Moré. Después lo grabó Pedro Infante. Así que no le digan, que no le cuenten porque seguro le mienten. Mientras tanto, este su ñero seguía los pasos de Pezcuezo, que así también le llamaban a don Bartolomé.

EN EL FOLLIES se presentaba una producción de Tin Tan y en el elenco participaban Tony Camargo, el enano Tun Tun y, por supuesto, Moré, con otro éxito llamado La llorona loca. Huelga decir que el teatro se colmaba de público de domingo a domingo con el júbilo de la empresa. Al llegar febrero de ese 1951 se presentó la orquesta de Chucho con esa pareja de sonerazos en el carnaval de Veracruz, en el antiguo Sindicato de Empleados de Comercio durante cuatro noches. Hubo hasta bofetadas para entrar. Tony Camargo disfrazado de payaso no se dejó llegar la cruda.

POR INVITACION DE Toño Rodríguez Peregrino, sobrino de Toña la Negra, pude gozar ese carnaval y llegar a la Huaca, mi barrio porteño al que quiero de coraza, y vivir en 1Ɔ de mayo 100, hogar de los Peregrino, el cual me hospedó en diferentes ocasiones. Así pude presenciar varias actuaciones de Benny Moré en el puerto, tanto en el Bahía, acompañado por el conjunto Anacaona, de Federico Sánchez, como en el viejo Villa del Mar, de gratos recuerdos, acompañado por Larry Son, en una Semana Santa.

EN ESA SEMANA Santa este su cuaderno era un ilustre desconocido y tenía que retratarse en la taquilla. La cola era bastante larga y Benny generalmente cantaba para finalizar la tanda, así que mientras la orquesta tocaba me iba acercando poquito a poco. En esa noche inolvidable por muchos conceptos, iba acompañado de una belleza porteña. La idea era escuchar Dolor carabalí que Moré había grabado con Pérez Prado, número que le recomiendo monina lector, y echar umbeko, en cristiano, salirnos del lugar después de oír esa hermosura. A poca distancia de la taquilla empezó a sonar ese número, inspiración de Benny, cuando la luz se fue. Para los que hablan de la voz cristalina de Moré, les diré que su potencia también era digna de admirar. Los bailadores hacían el menor ruido posible y de lado a lado de aquel viejo Villa del Mar se escuchó nítida y clara aquella voz que nos bañó de saoco.

FUE DE PRONOSTICO la ovación que no sólo los que se encontraban dentro del salón, sino también los que estábamos esperando entrar, le tributamos a la Voz de oro de Cuba, más tarde el Bárbaro del ritmo. Con un descaro digno de El Divino, Espinosa Villarreal o el recién llegado Cabal Peniche, le dije a mi acompañante ''ya escuchamos lo que buscábamos así que mejor a lo que te truje Chencha en esta noche tibia y callada de Veracruz'', cosa que gracias a Benny Moré pude gozar de manera espantosa.

PARA TERMINAR, QUIERO decir que de Chucho Rodríguez tomó el formato de su Banda Gigante. Si usted, acere lector, no está sordo, es fácil comprobarlo. Considero que los mexicanos debemos estar orgullosos de Lalo Montané y Tony Camargo, que fueron dignos compañeros de Benny al formar esos duetos que quedaron para la historia. Dudo que en el futuro haya algo parecido, porque igual...