VIERNES Ť 21 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Se está con nosotros o con los terroristas, expresó el mandatario en el Capitolio
Afirma Bush que "está llegando la hora" en que Estados Unidos actúe
Ť Exigió a Kabul la entrega de Bin Laden y otros activistas, y abrir su territorio para inspección
Ť Se empleará todo recurso "bajo nuestro comando para irrumpir y derrotar la red global de terror"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 20 de septiembre. "Están con nosotros o con los terroristas", declaró esta noche el presidente George W. Bush a toda la nación y al mundo, en un discurso ante una inusual sesión conjunta del Congreso.
"He llamado a los militares a estar alerta. La hora en la que Estados Unidos actuará está llegando", afirmó, y luego advirtió: "Si traemos a nuestro enemigo a la justicia o la justicia a nuestro enemigo, la justicia se hará".
El discurso del presidente estadunidense, trasmitido esta noche en vivo por las cadenas nacionales de televisión, ante toda la cúpula política del país, fue un esfuerzo para definir los términos de la "nueva guerra" y convocar a Estados Unidos a la lucha contra el "nuevo" enemigo, el "terrorismo".
En un día en el que las autoridades elevaron el cálculo de desaparecidos y muertos confirmados en los ataques a Nueva York y Washington a un total de 6 mil 736 personas, el mandatario anunció que ésta será una guerra "diferente" y prolongada.
Bush expresó una demanda "innegociable" al régimen talibán esta noche: entreguen a todo terrorista que está en su país y abran su territorio a las autoridades estadunidenses para inspeccionar que se ha cumplido con esta exigencia.
"El talibán tiene que actuar, y actuar inmediatamente, tiene que entregar a los terroristas o compartir su destino", dijo, y añadió que Estados Unidos respeta al pueblo de Afganistán pero "condenamos al régimen talibán".
El enemigo inmediato fue identificado por Bush como la red terrorista Al Qaeda (dirigida por Osama Bin Laden), pero informó que la nueva guerra será contra todas las organizaciones terroristas con alcance mundial y los gobiernos que las apoyen, "hasta que sean derrotados".
Llamado a defender la libertad
"Emplearemos todo recurso bajo nuestro comando -cada medida diplomática, cada instrumento de inteligencia, cada instrumento de seguridad pública, cada influencia financiera y cada arma de guerra necesaria- para irrumpir y derrotar a la red global de terror", afirmó el gobernante.
Frente a los legisladores de las dos cámaras del Congreso, a los alcaldes de Nueva York y Washington y ante la mayoría de los miembros del gabinete, agregó: "Somos un país que ha despertado ante el peligro y está llamando a la defensa de la libertad".
Con todos los poderes del go-bierno federal -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- concentrados en un lugar, se tomaron medidas de seguridad extraordinarias con helicópteros y aviones cazas que so-brevolaban el lugar, y un control de seguridad sin precedente dentro del Capitolio.
Además, el vicepresidente Dick Cheney se mantuvo en un lugar "seguro" y secreto en otra parte de la capital durante el discurso del presidente estadunidense.
Los terroristas que atacaron las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington, declaró el jefe de la Casa Blanca, "odian lo que ven aquí en esta Cámara: un gobierno democráticamente electo... Nos odian por nuestras libertades... quieren derrocar a los go-biernos que existen en muchas naciones musulmanas, como por ejemplo Egipto, Arabia Saudita, Jordania. Ellos quieren sacar a Israel de Medio Oriente".
Son, añadió, "los herederos de todas las ideologías asesinas del siglo XX. Al sacrificar vidas hu-manas para servir sus visiones radicales, al abandonar todos los valores a excepción del deseo de poder, siguen el camino del fascismo, el nazismo y el totalitarismo. Y ellos van a seguir ese camino hasta donde termina, en el sepulcro sin marcar de la historia de mentiras descartadas".
Añadió que "los herederos de todas las ideologías asesinas del siglo XX. Al sacrificar vidas humanas para servir sus visiones radicales, al abandonar todos los valores a excepción del deseo de poder, siguen el camino del fascismo, el nazismo y el totalitarismo. Y ellos van a seguir ese camino hasta donde termina, en el sepulcro sin marcar de la historia de mentiras descartadas".
Después de varios días de equivocaciones retóricas de la cúpula política, incluyendo al propio presidente cuando empleó la palabra "cruzada" para caracterizar la guerra contra el terrorismo, Bush buscó este jueves reafirmar que el enemigo son los terroristas y no el mundo islámico.
"El enemigo de Estados Unidos no son nuestros muchos amigos musulmanes; no son nuestros muchos amigos árabes. Nuestro enemigo es una red radical de terroristas y todos los gobiernos que la apoyen", declaró.
El mandatario republicano también utilizó el momento para instar al Congreso a otorgar más fondos para el nuevo esfuerzo militar, aflojar restricciones a la vigilancia política interna y las actividades de espionaje, y les pidió aprobar más fondos para estimular la economía y mejorar la seguridad de la industria de la aviación.
Bush entendió que su público esta noche también era algo llamado "comunidad internacional" y expresó su gratitud a aquellos países que han acordado apoyar esta "nueva guerra".
También solicitó la asistencia de "las fuerzas policiacas, de inteligencia y de los sistemas bancarios a través del mundo".
Bush anunció la creación de una nueva secretaría de gabinete, la Oficina de Seguridad de la Patria (Office of Homeland Security), que funcionará con un zar antiterrorista que supuestamente coordinará el esfuerzo interno de de-fensa contra este enemigo invisible, y nombró en el puesto al ex gobernador Tom Ridge.
"Esta es una lucha del mundo, una lucha por la civilización... Instamos a toda las naciones a ayudarnos", clamó el gobernante, y agregó que "la libertad y el temor están en guerra".
Recordó que el desastre de la semana pasada afectó a todo el mundo, no sólo por el ataque contra "la libertad" sino por los muertos de más de 80 países, que incluyen "hombres y mujeres de El Salvador, Irán, México y Japón" en Nueva York.
Mientras tanto, una delegación de casi 40 senadores federales visitó la zona del desastre en Nueva York. Fue otro día sin señales de vida entre los escombros, porque no se ha rescatado a nadie vivo desde el miércoles pasado.
Por su parte, el ídolo del boxeo Muhamad Ali también acudió a ofrecer su apoyo a los bomberos y otros socorristas. Recordó que es musulmán y que su religión es de paz, "no de guerra".
El número de desaparecidos en la gran manzana se elevó este día a 6 mil 333, entre ellos ciudadanos de unos 60 países del mundo.
De México se registran, hasta el momento, 20 connacionales desaparecidos, según las listas oficiales dadas a conocer aquí.
El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, informó hoy que el número de heridos en el ataque suma 6 mil 291.