VIERNES Ť 21 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
EU, EN PIE DE GUERRA
Ť México será una prioridad para Washington, estima la investigadora chilena
Peligroso, que AL le firme a Estados Unidos un cheque en blanco, alerta Isabel Jaramillo
Ť Luego de los atentados, "podría perder márgenes para desarrollar sus propias posiciones"
Ť Augura que el interés en el subcontinente bajará y aumentarán los conflictos migratorios
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 20 de septiembre. La crisis surgida tras los ataques a Estados Unidos la semana pasada abre el peligro de que América Latina le firme un "cheque en blanco" a Washington y pierda los márgenes para desarrollar sus propias posiciones, dijo aquí a La Jornada la investigadora chilena Isabel Jaramillo, ex-perta en relaciones interamericanas.
El interés de Estados Unidos en América Latina bajará, los conflictos migratorios se van a recrudecer, México será una prioridad para Washington y el hemisferio quedará bajo el prisma del terrorismo, las exigencias estadunidenses serán "mucho mayores y selectivas", crecerá la tentación autoritaria y el esquema de seguridad se va a endurecer, estimó la especialista.
Jaramillo, una de las más cercanas colaboradoras del fallecido presidente chileno Salvador Allende, radica en Cuba. Socióloga y autora de una prolífica obra sobre temas militares, de seguridad hemisférica y de relaciones interamericanas, es además miembro activo de la Asociación de Estudios Latinoamericanos e investigadora titular del Centro de Estudios sobre América, una polémica rama de la batería de think tanks cubanos.
En los últimos años Isabel Jaramillo se ha dedicado a investigar las interrelaciones de Canadá, Estados Unidos, México y Cuba. Estos son extractos de la conversación que sostuvo con La Jornada.
-ƑCuáles son las primeras consecuencias de esta crisis para América Latina?
-Yo creo que si tradicionalmente sólo se le prestó atención a América Latina en mo-mentos de crisis, esta vez por las mismas circunstancias vuelve a ser lo mismo. Para América Latina, a raíz de esto, va a bajar radicalmente el nivel de atención. Inmediatamente esto tiene un reflejo en el Mercado Común del Sur (Mercosur), en todos los procesos de integración, en todos los procesos de apertura. México y Canadá se van a ver directamente afectados.
"Hay que preguntarse qué va a pasar con las preferencias que solicitó la comunidad andina, quedan en una nebulosa las conversaciones con el Mercosur, Chile estaba ne-gociando un acuerdo bilateral con Estados Unidos. ƑHay una parálisis o se entra en una especie de zona gris? Esto va a significar una reformulación del enfoque global de política exterior estadunidense y, además, marca un cambio en el sistema internacional. Es el peor comienzo que podía haber tenido el siglo XXI".
-ƑAmérica Latina tiene que empezar de nuevo a hacer la tarea de negociación con Estados Unidos?
-No necesariamente, pero se posterga la tarea. Ahora van a ser otras las prioridades. Ya hay en este momento un paréntesis, una zona de nadie.
Cerrar la puerta a migrantes
-ƑQué hay que esperar en migración?
-La migración va a ser uno de los puntos más complicados. Había ya una revisión de las políticas migratorias, de las leyes. Creo que se van a hacer mucho más restringidas. Los problemas migratorios se van a incrementar. No se paraliza totalmente la migración a Estados Unidos pero se hace mucho más selectiva. Otra cosa es la xenofobia, porque lo sucedido tiende a disparar una serie de sentimientos xenofóbicos. Estados Unidos, al revisar sus leyes migratorias, va a tener que responder a su opinión pública...
-ƑSe paralizan o retroceden las negociaciones sobre temas migratorios?
-Podrían paralizarse de inmediato, y de-pendiendo del debate interno en Estados Unidos podrían retroceder. Habría que ver en qué medida el nivel de xenofobia que se desate se refleja en la opinión pública, en el debate político y eventualmente en las políticas migratorias.
-ƑY en seguridad?
-Va a llevar a un incremento de la tensión en todos los problemas que tienen que ver con seguridad. Empieza a verse dónde está la vinculación narcotráfico, tráfico de ar-mas... terrorismo, todo se ve como una ca-dena. Va a significar el estrechamiento de la cooperación (Estados Unidos-América La-tina) en todas las esferas. Para México y Canadá, dada la interrelación por las fronteras, por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que esas tres naciones mantienen, esta coyuntura propicia que esa dinámica sea mucho más estrecha. La óptica con la que Estados Unidos va a mirar ahora todo, va a enfocar la agenda de seguridad a través del prisma del terrorismo, co-mo prioridad en este momento. Eso es ob-vio. Esto va a condicionar también todo el resto de las relaciones.
-Habrá más exigencias estadunidenses a los latinoamericanos...
-Las exigencias van a ser mucho mayores y selectivas. México y Colombia serán una prioridad en seguridad. Al asumir el atentado terrorista como un acto de guerra, significa, también, que hay un real enfoque de las prioridades de orden militar. Ya está transcurriendo la restructuración de todo el sistema interamericano, ha estado teniendo lugar en los últimos 10 años. Ahora esa vía se va a endurecer. Toda esta situación va a lesionar la confianza mutua a nivel general.
-ƑPuede haber un retroceso a la época de los 70, de dictaduras militares?
-Yo esperaría un poco para hacer una afirmación radical. Lo que puede pasar es que lo que se había avanzado hasta ahora se paralizara, no avanzara más. Se quedaría como en un paréntesis.
-Pero alguien tiene que tomar decisiones políticas.
-Creo que Latinoamérica va a tender a nuclearse detrás de Estados Unidos. Toda América Latina y el Caribe, unánimemente, han criticado, son críticos del terrorismo. Esa es la primera reacción general. Luego hay un compás de espera, a ver qué es lo que pasa.
Las amenazas difusas
-ƑQué estaba pasando en las relaciones de seguridad hemisférica antes de los atentados, y qué puede pasar ahora?
-Las relaciones iban hacia una cooperación, una aproximación en la cual se cautelaban mucho los derechos humanos y era un tema que estaba presente en la agenda bilateral. Por supuesto que esto tenía que ver con toda la secuela de las dictaduras militares y toda la vulneración de los derechos humanos durante décadas en América Latina. Yo creo que esa esfera de cooperación se va a mantener. Pero se va a poner el acento en esta dinámica de problemas que no son fácilmente identificables, las amenazas difusas, todo esto va a cobrar de nuevo una especial importancia.
-...que puede favorecer tendencias autoritarias en la región.
-La brecha social es todavía de tal tipo en las sociedades latinoamericanas, que ha incrementado las tensiones y esto dinamiza una tendencia al autoritarismo. Este se em-pieza a ver como opción de orden, en busca de un orden y un equilibrio. Ya estaba presente en América Latina. Ahora la coyuntura podría propiciar un incremento de la posibilidad de que se recurra a soluciones autoritarias. Es un peligro, claro, una posibilidad que se incrementa con la situación existente. Ya existía, pero lo sucedido es como un disparador... facilita las soluciones en esa dirección.
-ƑQué puede pasar con las nuevas definiciones de seguridad hemisférica?
-Finalmente van a decidirse, si no unánimes, con muy poca discusión, digamos, los términos de seguridad en el continente, la base teórica que va a remplazar al TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Re-cíproca). La discusión sobre cómo definir la seguridad hemisférica todavía está transcurriendo y esa definición, hasta donde yo he visto, se desplazó hasta el año 2004.
-ƑHay algún riesgo de que esas políticas se endurezcan?
-Yo creo que sí se va a endurecer el es-quema de seguridad. Iba por un camino en el que América Latina trataba de conservar su espacio y que no se transformara en un esquema muy cerrado, como funcionó du-rante la guerra fría. Ahora la interrogante está abierta y podríamos pensar en que se va a endurecer y que los gobiernos latinoamericanos se van a nuclear en torno a Estados Unidos. Crecen las posibilidades de que lo que proponga Estados Unidos, para lo que sea, sea apoyado sin demasiada discusión. Para lo que sea. Va a ser un cheque en blanco. El resultado va a ser el apoyo incondicional con muy poco margen de respuesta. Para América Latina se acaban los márgenes para desarrollar su propia postura.